El capit¨¢n que remoz¨® un estadio con sus propias manos
Miguel Quirant es el ¨²nico superviviente de la cooperativa de futbolistas que tom¨® el control del Elche CF y logr¨® sacarlo, hace 70 a?os, de la situaci¨®n econ¨®mica y deportiva m¨¢s delicada de una instituci¨®n que en 2023 celebra su centenario
Miguel Quirant tiene 87 a?os y la suficiente memoria y claridad para reconstruir un episodio in¨¦dito en la historia de los equipos de LaLiga: la de un grupo de jugadores que hace 70 a?os tom¨® las riendas del Elche CF, constituyendo una cooperativa en la que todos ten¨ªan la misma voz y el mismo voto, donde todos hac¨ªan todo y de todo. Un ¡°acto democr¨¢tico¡± en plena dictadura franquista, seg¨²n lo define el ¨²nico superviviente de aquella plantilla, o una ¡°revoluci¨®n¡±, una ¡°nota rom¨¢ntica y aventurera¡±, como recogi¨® entonces la prensa.
El experimento empieza en el verano de 1953 y a Quirant, rubio, bajito, fornido, le pilla con unos amigos en una plaza, charlando. Tiene 18 a?os y un motivo de orgullo: el reloj que le acaban de regalar como mejor futbolista de un campeonato local amateur. Es un premio grande para un chaval que trabaja de lunes a s¨¢bado en la Hiladora Ilicitana, como su padre, como su hermana, a cambio de 60 pesetas al mes. Un premio grande para un chaval que aprendi¨® a jugar en calles polvorientas con balones de trapo, hechos a mano, y jam¨¢s pens¨® dedicarse al deporte hasta que esa tarde se le acerca un hombre y le dice: ¡°?T¨² eres el Quirant? Pues venga sube para arriba que vas a jugar con el Elche¡±.
Ese hombre es el veterano delantero Francisco Lahuerta. Su manera de fichar a Quirant es casi una llamada a filas. No le da lugar a una negativa porque el momento reclama urgencia. Hace poco, el club ha estado a punto de descender a Regional, tras haber ca¨ªdo a Tercera Divisi¨®n tres temporadas antes. No hay directiva y s¨ª muchas deudas. Han llegado a cortar el agua y la luz en el antiguo estadio de Altabix. Existe el miedo a no poder competir la pr¨®xima campa?a y ah¨ª es cuando Lahuerta da un paso adelante y pone en marcha una rompedora forma de salir del atolladero: que los propios futbolistas tomen posesi¨®n del equipo, que asuman ellos todas las tareas necesarias ¨Cjardiner¨ªa, mantenimiento, gesti¨®n de las cuentas, captaci¨®n de abonados¨C y que los beneficios de taquilla, adem¨¢s de pagar las facturas aplazadas, se repartan equitativamente en relaci¨®n a la importancia de cada uno en el plantel.
Un viaje a la cooperativa del Elche CF a trav¨¦s de la voz de Miguel Quirant
Entre los adeptos a la idea hay jugadores que ya estaban en la plantilla ¨Cy que han perdonado el dinero que les deb¨ªa la instituci¨®n¨C, algunos fichajes procedentes de rivales menores de la zona y dos j¨®venes promesas: Periqu¨ªn y Quirant. Este ¨²ltimo, lateral izquierdo de gran f¨ªsico y pundonor, se muere de ganas de debutar, de vestir la camiseta franjiverde, pero su primer quehacer ser¨¢ el de arreglar el viejo Altabix, que acabar¨ªa siendo demolido en los ochenta: a ¨¦l le ser¨¢n entregados dos botes de pintura blanca para pintar los asientos, mientras que otros rehabilitan las gradas del feudo.
Poco despu¨¦s, al tiempo que los propios jugadores van por la calle buscando nuevos aficionados para los partidos, el grupo echa a andar modestamente: con entrenamientos solo los martes y los jueves, con apenas unos pocos balones y con bolas de algod¨®n a las que prenden fuego para calentar el vestuario. Lo cual no impide que lleguen los ¨¦xitos. El equipo vuelve a ganar y acaba tercero en su grupo de Tercera. La gente acude masivamente a verlos y el dinero de las entradas permite sanear las cuentas. El futuro del conjunto est¨¢ a salvo y a Quirant, m¨¢s de medio siglo despu¨¦s, se le rompe la voz al recordar todo aquello, el sentimiento de camarader¨ªa y uni¨®n que se gener¨®. ¡°El Elche puede contar hoy su historia y celebrar este a?o el centenario porque existi¨® la cooperativa¡±.
La forja de un equipo y un jugador de leyenda
La gesti¨®n de los futbolistas dur¨® dos temporadas. En 1955, Jos¨¦ Esquitino, empresario local dedicado al calzado y gran aficionado del Elche CF, cogi¨® las riendas del conjunto.
El fichaje del exazulgrana C¨¦sar, que actuaba como jugador-entrenador, y la progresi¨®n del grupo cooperativista abrieron una etapa gloriosa con un doble ascenso en 1957 y 1958, que llevar¨ªa por primera vez a la instituci¨®n franjiverde a la ¨¦lite. Quirant se hizo r¨¢pidamente con la capitan¨ªa, pese a su juventud, y se convirti¨® en el s¨ªmbolo de un equipo que encandil¨® a la ciudad, explica Jos¨¦ Juan P¨¦rez, historiador y autor de una biograf¨ªa sobre el exfutbolista. ¡°Siempre tuvo ese carisma de l¨ªder. Estuvo siempre al frente del equipo y al servicio de sus compa?eros. Aqu¨ª todo el mundo lo conoce como el gran capit¨¢n. Siempre ha sido muy querido por lo que representa¡±.
Luchador, veloz, contundente. As¨ª se define el propio Quirant, quien rescata dos episodios para reafirmar el tipo de defensor que era. El primero, un partido amistoso en 1959 en el que le gan¨® todas las disputas a¨¦reas a un delantero del Liverpool que le sacaba ¡°m¨ªnimo una cabeza¡±; el segundo, un duelo liguero de 1961 en el que, tras caer lesionado, el entrenador le orden¨® colocarse arriba, de delantero, y termin¨® metiendo dos goles que valieron tres puntos. ¡°Hay cojos y cojos, eh¡±, comenta entre risas.
Quirant pas¨® de jugar en campos de tierra ¡°donde muchas veces hab¨ªa desniveles¡± a hacerlo en el c¨¦sped del Santiago Bernab¨¦u o del Camp Nou. Eso le permiti¨® dejar la f¨¢brica y centrarse en el f¨²tbol, donde hizo historia al convertirse en el jugador del Elche con m¨¢s partidos (361) hasta que el delantero Nino le arrebat¨® el r¨¦cord en 2020.
El gran capit¨¢n se march¨® despu¨¦s de 13 temporadas. Decidi¨® entonces montar ¡°con tres o cuatro m¨¢s¡± un taller de reparaci¨®n de maquinaria industrial. Sin embargo, su esp¨ªritu, el ejemplo de solidaridad que se despert¨® con la cooperativa, sigue vivo. Su nombre luce en una de las puertas de acceso del estadio Mart¨ªnez Valero y su apellido sigui¨® siendo importante para el club, ya que su hijo fue preparador de porteros del Elche y su nieto, tambi¨¦n portero, juega en el juvenil e incluso se ha estrenado en alg¨²n entrenamiento con el primer equipo. Para este ¨²ltimo, Quirant tiene unas palabras, una cura de humildad, de un ni?o de la posguerra que sabe lo mucho que cuesta salir adelante y triunfar. ¡°Con 18 a?os y en el juvenil a¨²n no se es nadie. Tiene que dar un salto y, si es as¨ª, continuar¨¢ la saga¡±.
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