Las bodas de oro de la pareja m¨¢s fiel del Mirand¨¦s
Juana Luque: ¡°Emigr¨¦ a Miranda desde Ja¨¦n y all¨ª encontr¨¦ los dos amores de mi vida. He seguido con mi marido al equipo desde que jugaba en Regional en campos sin asientos¡±
Nunca es f¨¢cil dejar atr¨¢s tu tierra, tu casa, tus amigos y menos cuando tienes 11 a?os. Pero a mis padres, all¨¢ por los sesenta, no les qued¨® m¨¢s opci¨®n para salir adelante que dejar Lopera, un peque?o pueblo de Ja¨¦n. Y yo con ellos. All¨ª faltaba el trabajo y lo fuimos a buscar a casi 700 kil¨®metros, a Miranda de Ebro (Burgos). Nos tuvimos que arremangar todos, yo la primera. A los 12 a?os ya cuidaba de ni?os que casi eran de mi edad. No fue f¨¢cil y seguramente mi adolescencia no se pareci¨® en nada a la que hoy tienen mis nietas. Pese a todo, no me falt¨® ese ingrediente que hace tan especial esa ¨¦poca de la vida, el amor. En mi caso un doble amor: hacia Pablo, mi marido, y hacia el CD Mirand¨¦s.
A mi marido lo conoc¨ª una noche, aunque no fue en una discoteca ni en un bar ni en una cena con amigos. Fue en la escuela nocturna, donde acud¨ªamos para sacarnos el graduado escolar. Ten¨ªa 14 a?os. Nos casamos cuando ten¨ªa 20 y este a?o, con 70, vamos a celebrar nuestras bodas de oro. Una verdadera historia de fidelidad.
Al poco de comenzar a salir juntos tambi¨¦n empezamos a frecuentar el estadio de Anduva. Los dos nos hicimos socios y miembros de la pe?a Rojillos, que ten¨ªa su sede en el bar La Higuera. Pablo tocaba en una charanga que animaba al equipo tanto en casa como fuera de casa. Visitamos campos donde m¨¢s que c¨¦sped hab¨ªa barro y donde a veces no hab¨ªa ni asientos, pero todo vali¨® la pena por lo bien que lo pasamos y porque fuimos testigos del despegue del club: de jugar en Regional en los sesenta a hacerlo a d¨ªa de hoy en la segunda m¨¢xima categor¨ªa del f¨²tbol espa?ol, LaLiga SmartBank.
Es incre¨ªble ver desfilar a equipos hist¨®ricos por Miranda, y m¨¢s a¨²n hacerlo en compa?¨ªa de una familia que se ha ido ampliado con el tiempo. Ahora, sea s¨¢bado o domingo, haga fr¨ªo o llueva, preparo para mi hijo y para mis nietos unos bocatas de tortilla, de jam¨®n o de anchoa rebozada y nos vamos a apoyar al equipo. Esa imagen de todos nosotros, ah¨ª en la tribuna, con las mantas, los gorros y lo que haga falta, creo que es la que mejor define para expresar que el amor, la fidelidad y el trabajo tienen recompensa. En el f¨²tbol y en la vida.
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