C¨®mo celebrar un ascenso si tienes 12 camisetas de tu equipo y trabajas en una helader¨ªa
Miquel Angel Bennasar: ¡°A los clientes les encant¨® verme vestido del equipo. Aqu¨ª en la isla la mayor¨ªa somos bermellones¡±
Es un cl¨¢sico entre aficionados. Muchos hacen una promesa si su club consigue un objetivo importante. No todos cumplen. Pero yo, tras la odisea que viv¨ª entonces, me sent¨ª en la obligaci¨®n de hacerlo. Esto ocurri¨® en 2019, la pen¨²ltima vez que el RCD Mallorca volvi¨® a LaLiga Santander. El equipo, del que soy socio desde hace 22 a?os, se clasific¨® para los Playoffs de ascenso de LaLiga SmartBank. Primer partido de semifinales: ganamos por dos a cero en el estadio de Son Moix al Albacete Balompi¨¦. Para la vuelta, en la capital manchega, comenz¨® la aventura.
Decid¨ª, junto a mi amigo Marc y su primo Biel, que ir¨ªamos hasta all¨ª a apoyar al Mallorca. Las entradas se hab¨ªan agotado, por lo que no pudimos ser parte del viaje organizado por el club con el resto de nuestra afici¨®n. Sin embargo, eso no nos desanim¨®. Fuimos en barco hasta Valencia. All¨ª alquilamos un coche y, sin tener entradas a¨²n, nos plantamos en Albacete. Gracias a un conocido pudimos conseguir finalmente ir al partido. Aunque perdimos por uno a cero, nos clasificamos para la eliminatoria final. Nuestro rival: el RC Deportivo de la Coru?a. Esa vez s¨ª pude ir junto al resto de la expedici¨®n mallorquinista hasta Galicia. Sin embargo, el primer envite se sald¨® con una derrota por dos a cero. A¨²n quedaba la vuelta en el Estadio Mallorca Son Moix. Tres a cero; un partido apote¨®sico, en el que grit¨¦ como nunca en mi vida. Por fin, el Mallorca volv¨ªa a la m¨¢xima categor¨ªa nacional.
Tras esto surgi¨® la promesa. ¡°?Y si voy durante una semana voy al trabajo con una camiseta del Mallorca distinta cada d¨ªa?¡±, me dije. Y eso hice. Entonces trabajaba en la cadena de helader¨ªas local Ice Wave, lo que me obligaba a estar de cara al p¨²blico durante toda mi jornada. A los clientes les encant¨® verme con la el¨¢stica del equipo, ya que aqu¨ª en la isla la mayor¨ªa somos bermellones.
No me cost¨® decidirme, ya que tengo 12 camisetas del Mallorca. De mi peque?a colecci¨®n destaco tres de las que me puse entonces: la que me firm¨® el defensa Pedro Bigas; una del portero israel¨ª Aouate, que consegu¨ª gracias a un amigo en com¨²n; y otra, de Abd¨®n Prats, que me firm¨® toda la plantilla de aquel ascenso. Esta es, quiz¨¢, mi favorita, ya que fue un regalo de cumplea?os que me hicieron mis amigos. Adem¨¢s, Prats es uno de mis ¨ªdolos. Lleva muchas temporadas apareciendo en los momentos importantes y encima es de la cantera. Creo que eso representa al f¨²tbol de toda la vida.
Mi pasi¨®n mallorquinista naci¨® cuando era un cr¨ªo. Mi padre y mi padrino me llevaron varias veces al m¨ªtico estadio de Lluis Sitjar. Cuando cumpl¨ª siete a?os, en 2001, me estren¨¦ como socio, ya en Son Moix, y desde entonces he repetido cada a?o. En todo este tiempo, adem¨¢s del ascenso que os he contado, me quedo con un partido: la goleada (1-5) contra el Real Madrid de los gal¨¢cticos en el estadio Santiago Bernab¨¦u. Aunque yo era peque?o, recuerdo gritar y volverme loco desde casa.
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