Un a?o sab¨¢tico en Corea deja tiempo para seguir al RCD Mallorca

El pasado noviembre me mud¨¦ a Se¨²l, la capital de Corea del Sur y una ciudad donde todo aficionado mallorquinista deber¨ªa sentirse a gusto. Vayas a donde vayas, en el escaparate de una tienda, en un anuncio en el metro, te topas con uno de nuestros jugadores insignia, el coreano Kang-in Lee. Pese a su juventud, se nota que le idolatran y que ya es una gran estrella.

Tener la posibilidad de vivir por un tiempo en Corea siempre fue un sue?o para m¨ª, antes incluso de que uno de los talentos m¨¢s prometedores de LaLiga se pusiera la camiseta bermellona. Hace unos meses decid¨ª tomarme un a?o sab¨¢tico para disfrutar de una de mis grandes pasiones: la cultura asi¨¢tica. Tengo un visado que me permite estar aqu¨ª un a?o, y con el que puedo entrar y salir del pa¨ªs cuando quiera, as¨ª que aprovechar¨¦ para visitar Jap¨®n y otros pa¨ªses que me interesan mucho.

En estos meses he tenido la oportunidad de ir a conciertos, a un partido de la selecci¨®n coreana contra Uruguay (?me qued¨¦ fascinado con el fervor de la hinchada local!) e incluso he encontrado un bar de confianza para ver los partidos del Mallorca. Se llama Sam Ryan¡¯s y es un pub cl¨¢sico, donde hay una buena selecci¨®n de cervezas y sirven hamburguesas, alitas, patatas fritas... no tiene un rollo muy asi¨¢tico, la verdad, ni tampoco un ambiente muy futbolero. Lo bueno es que les puedes pedir el partido que quieres ver a trav¨¦s de su Instagram y te lo ponen en una de las muchas pantallas que tienen.

Al Sam suelo ir sola o con amigos que he hecho aqu¨ª, siempre que los horarios lo permiten. Tenemos siete horas de diferencia y en ocasiones me resulta dif¨ªcil ver los partidos en algunos horarios. Cuando eso pasa me resulta un poco raro porque yo soy de las que nunca fallan. En mi familia, mi abuelo y mi padre siempre han sido seguidores del Mallorca y casi desde que tengo uso de raz¨®n empec¨¦ a ir a Son Moix.

Cuando viv¨ªa en la isla, el d¨ªa de ir al campo con mi padre era uno de los mejores momentos de la semana. Tengo recuerdos maravillosos, como cuando saltamos al campo a celebrarlo. Fue muy emocionante. Ahora me tengo que conformar con comentarlo con ¨¦l desde la distancia y aprovechar esta experiencia en la tierra de uno de los ¨ªdolos de nuestra afici¨®n.