La abuela cadista que solo va ¡°al f¨²tbol y al m¨¦dico¡±
Josefa Moreno empez¨® a seguir al C¨¢diz CF tras divorciarse en los ochenta, cuando ver a una mujer sola animando en las gradas era algo ins¨®lito. Hoy, a sus 76 a?os, la Tata Pepa es un s¨ªmbolo que importa a todos: entrenadores, jugadores, directivos y aficionados
Si veis un partido del C¨¢diz CF en televisi¨®n seguro que me reconoc¨¦is. Soy la se?ora vestida de amarillo con un meg¨¢fono que se sienta justo detr¨¢s de los banquillos. La que no para de animar, la que grita, canta y baila en su asiento, la se?ora a la que muchos jugadores dan un beso cuando salen a calentar antes del partido. Tengo 76 a?os, me llaman cari?osamente la Tata Pepa y no me da ning¨²n reparo reconocerlo: con el paso de los a?os, me he convertido en toda una personalidad en el Estadio Nuevo Mirandilla.
En todos estos a?os me han entrevistado en el As, en el Marca, en Televisi¨®n Espa?ola, en muchos sitios. Mi historia no es tan com¨²n, supongo. Empec¨¦ a seguir al equipo de mi ciudad ya de mayor, en los primeros ochenta, despu¨¦s de divorciarme de mi marido (creo que deb¨ª ser una de las primeras gaditanas que lo hizo nada m¨¢s aprobarse la ley en 1981). Me estren¨¦ un d¨ªa, de pura casualidad, cuando mi hijo mayor me pidi¨® que le acompa?ara a un desplazamiento del equipo. Supongo que le cog¨ª el gusto porque siguiendo al C¨¢diz recorrimos toda Espa?a y los fines de semana que jugaba en casa ir al estadio se convirti¨® en una obligaci¨®n religiosa¡ que no todos aprobaban.
La grada no era como ahora, que hay ni?os y mujeres por todas partes. Antes era un territorio casi exclusivamente de hombres. M¨¢s de una vez tuve que escuchar eso de las mujeres a fregar, las mujeres a la cocina. ¡°?A m¨ª nadie me manda a trabajar ni a callar!¡±, saltaba yo. Hab¨ªa mucho machismo, pero yo me hice respetar. Y mira ahora: hace poco, en 2018, la pe?a C¨¢diz Girls, integrada solo por mujeres, me dio el primer premio a la mujer cadista.
Me siento afortunada por el cari?o que me tiene la afici¨®n. Cada dos por tres, cuando hay un acto en una pe?a, me invitan con honores. Tambi¨¦n agradezco mucho las atenciones que tiene conmigo el club en general. F¨ªjate si me quieren que a veces en vez de dejarme regresar del estadio en bus, alg¨²n empleado, como mi querida Marisa, me lleva en coche a casa.
Tambi¨¦n he tenido un trato muy cercano con los t¨¦cnicos, los utilleros, los jugadores, los directivos. Nuestro capit¨¢n, Jos¨¦ Mari, siempre me tiene presente y en los partidos suele venir a saludarme. ?l, Iza y Espino son mis favoritos. Tambi¨¦n tuve buena relaci¨®n con nuestro querido hombre de Mar del Plata, V¨ªctor Esp¨¢rrago, un entrenador que ha estado aqu¨ª en varias etapas. Incluso conoc¨ª a ilustres que nunca entrenaron en C¨¢diz, como Manolo Preciado, con quien tuve el placer de hablar. Era tan encantador¡
Ya no puedo viajar como antes para seguir al equipo. Estoy cascada de la espalda despu¨¦s de tantos a?os trabajando como limpiadora. Eso s¨ª, intento no perderme ning¨²n partido de casa. Yo se lo digo a todo el mundo: ha llegado un punto de mi vida en el que solo voy al f¨²tbol y al m¨¦dico. Y espero que as¨ª sea por muchos a?os porque el C¨¢diz es algo a lo que no quiero renunciar nunca.