Un debutante con nota r¨¦cord en Selectividad
En febrero, el portero ?lvaro Aceves se estren¨® en la ¨¦lite con el Real Valladolid CF. Un sue?o de infancia que ha cumplido creyendo en su talento y sin olvidarse de su otra faceta, la de estudiante, en la que puede presumir de un curr¨ªculum ejemplar
Entr¨¦ en las categor¨ªas inferiores del Real Valladolid CF a los 11 a?os. Ven¨ªa de jugar en el CD Parquesol, un equipito de barrio de Valladolid, y me impresion¨® llevar de repente la misma camiseta que los futbolistas del primer equipo. Nos fij¨¢bamos mucho en ellos las tardes en las que ¨ªbamos al Estadio Municipal Jos¨¦ Zorrilla con los compa?eros de equipo. Es curioso c¨®mo defender el mismo escudo nos acercaba a nuestros ¨ªdolos, pero a la vez sent¨ªamos que habitaban un mundo inalcanzable, que eran figuras semidivinas. ?Te imaginas que un d¨ªa estoy yo ah¨ª?, me atrev¨ªa a so?ar algunos d¨ªas. Era una esperanza vaga, un deseo enunciado con la prudencia de quien sabe la dificultad del camino. Nunca imagin¨¦ que se cumplir¨ªa tan solo ocho a?os m¨¢s tarde, el pasado 18 de febrero.
Todo ocurri¨® tan r¨¢pido que no tuve demasiado tiempo para saborear ese momento que llevaba esperando toda la vida. A falta de 12 minutos para el final del partido contra el Real Betis, en la jornada 22, nuestro capit¨¢n y portero titular, Jordi Masip, recibi¨® un golpe de un rival. Y como no pudo recuperarse tuve que calentar, vestirme y prepararme mentalmente en cuesti¨®n de segundos. Las palabras del m¨ªster -¡±sal y haz lo mismo que cada d¨ªa en los entrenamientos¡±, me dijo- y su sonrisa c¨®mplice me tranquilizaron. Par¨¦ los tres disparos que me lanzaron y creo que hice una buena actuaci¨®n, aunque acabamos perdiendo.
De regreso al vestuario, mi tel¨¦fono m¨®vil estaba calentito de tantos mensajes. Me hizo muy feliz que tanta gente se acordara de m¨ª y, sobre todo, que felicitaran a mis padres. Gracias a su apoyo, a la estabilidad que me han dado, he podido avanzar como futbolista y tambi¨¦n en mi otra vida, la de estudiante universitario.
Mis padres siempre insistieron en que nunca abandonara los estudios y creo que he hecho muy bien en seguir su consejo, pese a todos los sacrificios. Especialmente entre los 16 y los 18 a?os, cuando mi rutina era entrenar por la ma?ana, ir a clase por la tarde y estudiar por la noche. Casi no ten¨ªa tiempo libre, y en ambos mundos me exig¨ªan lo m¨¢ximo: en el f¨²tbol estaba la etapa m¨¢s decisiva, el salto del juvenil al filial, y en clase ten¨ªa el horizonte de la Selectividad. Por suerte, en ambas facetas sal¨ª adelante a base de trabajo y esfuerzo. Me asent¨¦ en el Valladolid Promesas (con el tiempo incluso empezar¨ªa a asomar en el primer equipo) y en las pruebas de acceso a la universidad saqu¨¦ la mejor nota de mi clase, un 13,19 sobre 14.
Eleg¨ª la carrera de Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas porque es lo que m¨¢s me interesaba. Como la econom¨ªa era mi fuerte (y la literatura mi pesadilla), la elecci¨®n no me result¨® dif¨ªcil. Por el momento tambi¨¦n estoy llevando bien las clases. Me ayuda bastante que otros j¨®venes de la primera plantilla y amigos cercanos, como Iv¨¢n Fresneda o David Torres, tambi¨¦n se est¨¦n sacando una carrera. Te ayuda a compartir experiencias y a desdramatizar cuando hay que hacer un esfuerzo extra: por ejemplo, cuando en el par¨®n por el Mundial est¨¢bamos de concentraci¨®n en Alicante y tuve que llevarme los apuntes y hacer un examen online una tarde mientras los dem¨¢s se estaban echando la siesta.
Creo que el hecho de tener esta otra responsabilidad me ayuda a mantener los pies en el suelo. Soy un privilegiado porque de los chavales que empezamos en el Alev¨ªn B solo yo y Roberto Arroyo hemos llegado hasta arriba del todo. A¨²n recuerdo el primer d¨ªa que entr¨¦ en el vestuario de los grandes: salud¨¦ con timidez, me sent¨¦ en un rinc¨®n e intent¨¦ no llamar demasiado la atenci¨®n. As¨ª es como afronto el reto de asentarme como profesional, con mucha humildad y ganas de aprender. Son los valores que quiero mantener para mi vida, tanto dentro como fuera de los terrenos de juego.
El club de la ¨¦lite que m¨¢s apost¨® la pasada campa?a por los canteranos
El Real Valladolid CF se convirti¨® en el equipo de LaLiga Santander 2022/23 que m¨¢s canteranos ha hecho debutar esta temporada: siete futbolistas (Iv¨¢n Fresneda, Roberto Arroyo, ?lvaro Aceves, David Torres, Tunde Akinsola, Manuel Pozo y Lucas Rosa), seg¨²n datos de Transfermarkt. Su presencia no ha sido solo ocasional para cubrir bajas, ya que algunas piezas como los laterales Fresneda o Rosa o el central Torres han tenido un gran protagonismo en el equipo. Una circunstancia que se explica por su calidad individual y tambi¨¦n por la apuesta decidida del club por ¡°acelerar procesos¡± y dar ¡°m¨¢s protagonismo a los j¨®venes¡±, explica Fran S¨¢nchez, director deportivo vallisoletano. ¡°Cuando me llam¨® Ronaldo [presidente del Real Valladolid] hace dos a?os me dej¨® muy claro que la estrategia pasaba por apostar por gente de la casa y mirar antes hacia adentro que hacia afuera para configurar la plantilla¡±, asegura.
S¨¢nchez explica que todos en el club est¨¢n alineados con esta filosof¨ªa, incluida una figura como la del entrenador, que suele ejercer su funci¨®n en etapas m¨¢s cortas que un director deportivo o un presidente. ¡°Los que traemos deben encajar en este proyecto. Prueba de ello es que el m¨ªster [Paulo Pezzolano] lleva a entrenar dos o tres d¨ªas a la semana al 60 o 70% de los jugadores del Promesas para seguirlos y para que est¨¦n integrados en la din¨¢mica del primer equipo¡±, argumenta.
El propio S¨¢nchez, que pese a su juventud (34 a?os) lleva una d¨¦cada en la ¨¦lite, ha vivido en sus propias carnes lo que significa entrar a un mundo profesional a una temprana edad. En la gesti¨®n del talento joven insiste en la importancia del entorno, en dar la mayor estabilidad y facilidades a los jugadores y en hablarles siempre con honestidad. ¡°Mi esencia es tratarlos como lo que son, personas. Los futbolistas tambi¨¦n pueden tener problemas como cualquiera y mi misi¨®n es ver c¨®mo puedo ayudarlos en todo momento¡±.