El fino Toni Kroos se despide del f¨²tbol con dureza
El alem¨¢n lesion¨® a Pedri, se llev¨® una amarilla y cerr¨® la tarde con cinco faltas, su r¨¦cord en los 33 partidos que hab¨ªa jugado con la Mannschaft entre europeos y mundiales
El estadio del Stuttgart se encendi¨® cuando por altavoces son¨® Major Tom de Peter Schilling, un ¨¦xito en a?os 80 que alegraba a los alemanes tanto como enfad¨® a David Bowie, que entend¨ªa que le estaba copiando su Major Tom de Space Oddity. El litigio qued¨® en la nada. Lo mismo pas¨® en el duelo entre Alemania y Espa?a con la dureza de Toni Kroos: lesion¨® a Pedri, se llev¨® una amarilla y cerr¨® la tarde con cinco faltas, su r¨¦cord en los 33 partidos que hab¨ªa jugado con la Mannschaft entre europeos y mundiales. Con el Madrid, hab¨ªa cometido cinco infracciones solo en dos encuentros: uno de 2020 (en Liga ante el Getafe) y otro de 2023 (en la Supercopa contra el Valencia). Triste y duro adi¨®s para un futbolista fino como Kroos; feliz para la hinchada de la Roja.
La ma?ana hab¨ªa comenzado vestida de rojo por las calles de Stuttgart. Era la primera vez en los cinco partidos que Espa?a llevaba disputados en la Euro, que los aficionados de la Roja parec¨ªa que se adue?aban del centro de una ciudad. Entre el Neues Schloss Stuttgart (Palacio nuevo) y el K?nigsbau Passagen (centro comercial), estaba la fan zone colonizada por los espa?oles. El dominio dur¨®, sin embargo, lo que los locales tardaron en abandonar sus puestos de trabajo. Entonces, el ruido cambi¨® de bando. Si hasta la polic¨ªa se sum¨® a la algarab¨ªa de la hinchada mientras la custodiaba camino al estadio. La euforia estaba justificada: ven¨ªan a ver a la Mannschaft, candidata al t¨ªtulo, tambi¨¦n a despedir a su leyenda: Toni Kroos. ¡°Toni, Toni, Toni¡±, cantaban.
No hab¨ªan pasado ni cinco minutos cuando Kroos hizo volar a Pedri, justamente el d¨ªa que el azulgrana estaba de r¨¦cord, con 21 a?os y 223 d¨ªas se convirti¨® en el jugador m¨¢s joven en alcanzar los diez partidos disputados en la historia de la Euro. Pedri quiso aguantar. No pudo: dos minutos m¨¢s tarde pidi¨® el cambio. Pero Kroos, que hab¨ªa ido a pedir perd¨®n al canario, tambi¨¦n le mostr¨® los dientes a Lamine Yamal con un fuerte pisot¨®n. En ninguna de las dos jugadas vio la amarilla. Se la llev¨®, eso s¨ª, en el minuto 66 por un agarr¨®n a Dani Olmo. ¡°Fue un partido en el que todos pusimos todo. Est¨¢bamos muy cerca. Eso lo hace a¨²n m¨¢s amargo¡±, dijo el exjugador del Madrid. ¡°A los jugadores les dije que no merec¨ªan la derrota como grupo¡±, analiz¨® Nagelsmann. Y opin¨® sobre la posible mano de Cucurella: ¡°Le pega en la mano. Pero hay un reglamento y espero que la decisi¨®n no haya sido inadecuada. Creo que hay que ser m¨¢s l¨®gicos a la hora de aplicar el reglamento. Hay que ver si la mano est¨¢ m¨¢s arriba, m¨¢s abajo, cada persona tiene un movimiento distinto. ?C¨®mo se valora?¡±.
Nagelsmann se mostr¨® tan tranquilo para analizar la derrota como euf¨®rico para elogiar a Kroos. Algo parecido le pasaba a su afici¨®n.
A la hinchada alemana no le importaba el enfado de Bowie ni la dureza de Kroos. ¡°Toni, Toni, Toni¡±, segu¨ªa cantando. Sin embargo, cuando termin¨® el duelo, la m¨²sica no era Peter Schilling ni la fiesta fue de Kroos. En los altavoces son¨® Puede ser mi gran noche, de Rafael. Y la noche en Stuttgart, como la ma?ana, se visti¨® de rojo. Esta vez, en el MHP Arena.
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