Jude Bellingham lo arregla todo en el Real Madrid: cuarto gol y triunfo en Vigo
Otro tanto de delantero puro del ingl¨¦s a falta de 10 minutos derriba a un meritorio Celta que cierra los espacios a un Madrid en el que Rodrygo falla un penalti y Vinicius se retira por molestias al cuarto de hora
Si el ataque del Madrid ya se encontraba en este inicio de temporada en permanente escrutinio por la no sustituci¨®n de Benzema y la escasez de piezas ofensivas puras, la temprana lesi¨®n de Vinicius en Vigo elev¨® a¨²n m¨¢s el examen para conocer hasta d¨®nde era capaz el equipo blanco de encontrar soluciones y exprimir recursos. ?Qui¨¦n pod¨ªa resolver el apuro? Jude Bellingham, claro, el que hoy tiene todos los remedios. Su llave maestra abre, de momento, todas las puertas. Cabez...
Si el ataque del Madrid ya se encontraba en este inicio de temporada en permanente escrutinio por la no sustituci¨®n de Benzema y la escasez de piezas ofensivas puras, la temprana lesi¨®n de Vinicius en Vigo elev¨® a¨²n m¨¢s el examen para conocer hasta d¨®nde era capaz el equipo blanco de encontrar soluciones y exprimir recursos. ?Qui¨¦n pod¨ªa resolver el apuro? Jude Bellingham, claro, el que hoy tiene todos los remedios. Su llave maestra abre, de momento, todas las puertas. Cabezazo en el segundo palo a falta de 10 minutos, cuarto gol en tres partidos y otro triunfo blanco tras un duelo muy trabado para los visitantes.
Apenas hab¨ªa tenido foco esta vez, pero el muchacho siempre encuentra una salida. Rodrygo, el mejor del ataque blanco hasta entonces, acababa de fallar un penalti y un meritorio Celta en el d¨ªa de su Centenario le hab¨ªa dado m¨¢s de un susto a los de Ancelotti. Hasta que apareci¨® el chaval ingl¨¦s, el jugador que, probablemente, tiene ahora un mayor impacto en un equipo. Un centrocampista box to box al que se le ha puesto cara de delantero centro. De la necesidad, virtud.
La tercera cita del curso confirm¨®, si acaso hac¨ªa falta, la apuesta inicial de Carlo Ancelotti por su bater¨ªa m¨¢s lozana de medios (Tchouameni, Camavinga, Valverde y Bellingham), y la continuidad en la sala de espera de los viejos senadores Kroos y Modric. Y ya con Kepa bajo palos. Esta es, sin duda, la v¨ªa que explora el club en la apertura de agosto.
Al cuarto de hora, el Madrid ya se hab¨ªa llevado dos sobresaltos: un gol anulado al Celta y la lesi¨®n de Vinicius. Despu¨¦s de toda la jornada mirando a Las Rozas, escenario del triste show matutino de Rubiales, la noche en Bala¨ªdos empez¨® con una llamada desde Las Rozas, sede del VAR. El ¨¢rbitro de campo concedi¨® gol de Larsen en el minuto tres tras un toquecito sutil prologando un tiro de Beltr¨¢n desde fuera del ¨¢rea; sin embargo, avisado por la sala del videoarbitraje, el colegiado acudi¨® al monitor y apreci¨® contacto del delantero local sobre Kepa, cuando este despej¨® de pu?os en el inicio de la jugada. Una resoluci¨®n que pareci¨® estar en una zona gris e interpretable.
Los vigueses hab¨ªan arrancado con cuajo, colonizando el campo contrario y tocando. El Madrid avanzaba a la carrera y con Vinicius. Diez minutos aguant¨® en pie el brasile?o, en los que dej¨® las dos mejores muestras de su repertorio: ganando la l¨ªnea de fondo con regates y acelerando desde su campo como un cervatillo. En la segunda, una gran acci¨®n personal mal resuelta en el pase a Rodrygo, sus m¨²sculos encendieron el chivato. Todav¨ªa se empe?¨® en continuar con un vendaje, pero apenas pudo estar cinco minutos m¨¢s por las molestias en la parte posterior del muslo derecho. A falta de m¨¢s pruebas, la primera exploraci¨®n no hall¨® nada muy grave, seg¨²n inform¨® el club. Su relevo fue Joselu, canterano del Celta, otro discurso y la antesala del gol.
El recurso de Kroos y Modric
La salida de Vini dej¨® un Madrid casi in¨¦dito en los ¨²ltimos tiempos al que hab¨ªa que echarle el ojo varias veces para reconocerlo del todo: sin los lesionados Courtois y Milit?o, los reservados Kroos y Modric, y el exiliado Benzema. El nuevo paisaje, curiosamente, repleg¨® a los muchachos de Ben¨ªtez, que se abrigaron con muchos hombres por detr¨¢s del bal¨®n. Los blancos pudieron tocar m¨¢s, presionaban arriba y, por momentos, parec¨ªan sentirse algo m¨¢s c¨®modos, pero sin alardes. Apenas se sab¨ªa a esas alturas de Bellingham, protagonista incluso de un mal pase en el medio que le cost¨® un susto a su equipo, y el ¨²nico que hostigaba de verdad era Rodrygo, que dej¨® un eslalon de mucha clase. Entonces, las contras eran cosa de los vigueses, que casi cazan una con un tiro cruzado de Bamba.
A la vuelta de la pausa, el Madrid se entreg¨® a los pies de Rodrygo, acostado en la izquierda. Pero ante un Celta muy replegado y bien organizado en el ordenador de Ben¨ªtez, el brasile?o quedaba abocado casi siempre a quitarse de encima a varios defensores para sacar algo de agua. Todo muy pedregoso para los blancos, as¨ª que a la hora de juego Ancelotti se acord¨® de su vieja f¨®rmula: Kroos y Modric. Durante muchos meses del mandato de Carletto, la f¨®rmula eran 60 minutos de calidad, con el alem¨¢n y el croata, y 30 minutos de energ¨ªa, con j¨®venes como Camavinga y Tchouameni, sustitutos esta vez en Vigo. Ahora es al rev¨¦s. Un poco antes, Valverde no acert¨® a embocar a un palmo de la puerta y, dos minutos m¨¢s tarde, Larsen la mand¨® alta.
La soluci¨®n blanca al sudoku todav¨ªa parec¨ªa seguir estando en los pies de Rodrygo, que rasc¨® un penalti en el 66 tras un buen pase de Bellingham. Iv¨¢n Villar lo atropell¨® y el ¨¢rbitro lo conden¨® con la pena m¨¢xima pese a que asegur¨® que antes hab¨ªa rozado la pelota. El colegiado no lo indult¨® y el portero lo arregl¨® con una gran mano izquierda. Ancelotti se irritaba en la banda porque hab¨ªa dado ¨®rdenes de que el lanzador fuera Modric. Y a¨²n pudo ser peor para el Madrid si Larsen atrapa de cabeza en el segundo palo. Con Bellingham, la cosa fue diferente. Joselu prolong¨® un bal¨®n a¨¦reo, y en el segundo palo el ingl¨¦s se adelant¨® a Aidoo y remach¨® como un nueve de toda la vida. Soluciones Bellingham.
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