Lewandowski salva un desprop¨®sito del Bar?a ante el Alav¨¦s

Apareci¨® Lewandowski despu¨¦s de seis partidos de sequ¨ªa y el Bar?a gan¨® tiempo para volver al div¨¢n durante los 15 d¨ªas de descanso y resolver la duda existencial que le embarga desde que no se sabe qui¨¦n es ni a qu¨¦ aspira pese a ser el campe¨®n de Liga. El remonte fue un alivio m¨¢s que una soluci¨®n y la victoria ayudar¨¢ si acaso a la recuperaci¨®n del Pichichi. Los dos goles del polaco y los puntos son la mejor noticia porque las sensaciones no fueron nada reconfortantes para la afici¨®n de Montju?c. Tambi¨¦n se pita en el Estadio Ol¨ªmpico. La hinchada se impacient¨® en el descanso (0-1) y los once barcelonistas acabaron en el ¨¢rea de Ter Stegen para defender el 2-1. La incertidumbre rodea el d¨ªa a d¨ªa del Bar?a.

Los encuentros se resuelven por la m¨ªnima desde las lejanas goleadas al Betis y al Amberes. La situaci¨®n se ha tensionado tanto desde entonces que se habla mucho del t¨¦cnico del Bar?a. El propio Xavi asumi¨® que era el momento del entrenador y se continuar¨¢ hablando del t¨¦cnico en el par¨®n hasta la visita a Vallecas. Los azulgrana no juegan como una unidad, no tienen rigor ni control de partido y se entregan a ejercicios de sufrimiento y supervivencia para salvar el marcador mientras el juego se empobrece en la Liga y la Champions.

No se sabe muy bien c¨®mo se preparan los partidos en el Bar?a. Hasta el saque de centro es un desprop¨®sito que se repite en partidos como el de Granada, San Sebasti¨¢n o contra el Alav¨¦s. I?igo Mart¨ªnez colg¨® la pelota hacia el ¨¢rea se supone que para la subida de Araujo, el rechazo fue a parar a pies de G¨¹ndogan y el alem¨¢n perdi¨® el control ante Guridi. El bal¨®n acab¨® en el costado izquierdo para la subida de Javi L¨®pez cuyo centro fue rematado por Samu. Apenas hab¨ªan pasado 18 segundos y el Alav¨¦s ganaba por 0-1. Samu perdon¨® el 0-2 y el 0-3 cuando no se hab¨ªa cumplido el cuarto de hora y el 0-4 a los 30 minutos despu¨¦s de que sus tiros no enfocaran la porter¨ªa del vencido Ter Stegen. Los contragolpes del Alav¨¦s eran tan sencillos y claros como torpes y lentos resultaban los repliegues del Bar?a.

Xavi quiso solucionar en un d¨ªa un problema de muchas jornadas y el equipo perdi¨® el oremus en un partido aparentemente sencillo contra el Alav¨¦s. Los azulgrana no sab¨ªan c¨®mo atacar ni defender porque no hab¨ªa noticia sobre los laterales, los centrales cerraban mal, no se sab¨ªa la funci¨®n de los jugadores de banda y la mec¨¢nica de juego est¨¢ averiada a la espera de De Jong. No es f¨¢cil recuperar el orden cuando hay dudas sobre varios jugadores, se les mueve tanto en la cancha y falla la mec¨¢nica de juego desde que baila la posici¨®n de mediocentro, pieza vital en el ideario de un equipo cuyas se?as de identidad ¡ªposici¨®n, posesi¨®n y presi¨®n¡ª se han debilitado seriamente.

A veces parece que Xavi no sabe poner a los jugadores en su sitio despu¨¦s de observar los movimientos de Cancelo y Kound¨¦. Alcanza con ver c¨®mo ha empeorado Araujo por intentar mejorar a Kound¨¦ cuando el franc¨¦s es peor central que el uruguayo y, aunque ninguno responde a las exigencias de un lateral, Kound¨¦ es mejor que Araujo si no ejerce como tal Jo?o Cancelo. As¨ª se constat¨® a partir del 1-1.

El portugu¨¦s parti¨® como un falso medio para reforzar el f¨²tbol por dentro y el Bar?a se qued¨® sin futbolistas por fuera para disfrute del Alav¨¦s. La organizaci¨®n del equipo de Luis Garc¨ªa contrastaba con un equipo azulgrana desintonizado, diseminado y retratado por los mano a mano de Samu con Kound¨¦. A Xavi no le qued¨® m¨¢s remedio que mandar al franc¨¦s a la banda para que Araujo tomara al ariete del Alav¨¦s. Los zagueros eran sorprendidos por la permeabilidad de los medios y delanteros, reiterativos en las p¨¦rdidas e inocuos en sus llegadas hasta la meta de Sivera, que solo fue exigido en un tiro de Lewandowski antes de alcanzar el descanso con la rechifla de la gente de Montju?c.

La sensaci¨®n es que cada jugador convert¨ªa el partido en una cuesti¨®n personal, aunque ni siquiera Pedri consegu¨ªa coser a un equipo colectivamente extraviado, falto de f¨²tbol y entregado a las jugadas, pendiente de la inspiraci¨®n de delanteros como Yamal. El extremo fue reprendido por simular un penalti y combin¨® para que Kound¨¦ centrara y Lewandowski cabeceara de forma espl¨¦ndida a la red: 1-1. Un gol tan bello como dif¨ªcil en un momento cr¨ªtico para el Bar?a. La situaci¨®n exig¨ªa la respuesta de un experto como el polaco despu¨¦s de que el equipo se colocara mejor con Kound¨¦ de lateral y Araujo de central redujera a Samu.

El f¨²tbol se esponj¨® con los cambios e I?igo Mart¨ªnez encontr¨® el espacio para filtrar un muy buen pase sobre el desmarque de Ferran que descoloc¨® a Abqar. El equipo se dedic¨® a partir de entonces a defender el penalti transformado por Lewandowski ante la carga del Alav¨¦s. Aunque remat¨® con sa?a m¨¢s de una vez, el equipo de Luis Garc¨ªa no pudo empatar y el Bar?a resopl¨®, tapado en su ¨¢rea, despu¨¦s de mucha tensi¨®n, v¨ªctima de un ataque de p¨¢nico, afectado seg¨²n el t¨¦cnico por el entorno en una invocaci¨®n a Cruyff. No pareci¨® la mejor reacci¨®n despu¨¦s de un partido en lo que lo ¨²nico l¨®gico fue que los goles los marcara Lewandowski.

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