El PSG, salvado por un penalti extremo de VAR
El tanto de Mbapp¨¦, en el 98, evita una derrota que habr¨ªa dejado al equipo de Luis Enrique virtualmente eliminado. La ¨²ltima jornada resolver¨¢ el Grupo F
Doce temporadas despu¨¦s de comprar el Paris Saint-Germain, los pr¨ªncipes de Qatar asisten perplejos a otro giro dram¨¢tico en la prolongada desventura de su equipo en Champions. En este caso, el presidente Nasser al-Khelaifi, hombro con hombro con el presidente de la UEFA, Aleksander ?eferin, en el palco de autoridades del Parque de los Pr¨ªncipes, donde este martes un Newcastle mermado po...
Doce temporadas despu¨¦s de comprar el Paris Saint-Germain, los pr¨ªncipes de Qatar asisten perplejos a otro giro dram¨¢tico en la prolongada desventura de su equipo en Champions. En este caso, el presidente Nasser al-Khelaifi, hombro con hombro con el presidente de la UEFA, Aleksander ?eferin, en el palco de autoridades del Parque de los Pr¨ªncipes, donde este martes un Newcastle mermado por nueve bajas estuvo a punto de imponerse por 0-1 y puso en evidencia la falta de madurez del proyecto que moldea Luis Enrique desde el verano. La derrota habr¨ªa dejado al PSG virtualmente fuera de la competici¨®n, en la tercera posici¨®n del Grupo F, el Grupo de la Muerte, de no ser por el ins¨®lito penalti pitado a la voz de VAR en el minuto 98 porque los jueces determinaron que el bal¨®n que hab¨ªa rebotado en el pecho y en la mano de Livramento lo merec¨ªa. Ahora el 1-1 obliga al PSG (7 puntos) a ganar en Dortmund (10 puntos) en la ¨²ltima jornada. En caso de empate en el Westfalenstadion, un triunfo del Newcastle en St.James Park ante Milan (ambos acuden con 5 puntos) clasificar¨ªa al club ingl¨¦s en segunda posici¨®n debido al goal average particular. El Newcastle se impuso por 4-1 en Inglaterra.
¡°El miedo al fracaso¡±, dijo Eddie Howe, ¡°es un factor motivacional en mi carrera¡±. El entrenador del Newcastle lo advirti¨® en Par¨ªs, este lunes. Su equipo ten¨ªa miedo. Miedo a quedar matem¨¢ticamente eliminado de la Champions antes de disputar la ¨²ltima jornada y despu¨¦s de 20 a?os fuera de la competici¨®n que se ha convertido en el Shangri-La de todos los ejecutivos de la Premier.
El Newcastle acudi¨® estresado a enfrentar al PSG. Nada fuera de lo com¨²n en el ¨¢spero ecosistema competitivo de la liga inglesa, en donde cada fin de semana se libran batallas agon¨ªsticas. Los futbolistas de Hope no solo est¨¢n habituados a afilar los sentidos al m¨¢ximo durante cada minuto de partido en el af¨¢n por anticiparse a cada acci¨®n del compa?ero y el rival. El Newcastle se especializa en el rigor f¨ªsico. La solidaridad en defensa, las maniobras puntuales de presi¨®n en todo el campo, y las transiciones vertiginosas, son el pan y la sal de un equipo dise?ado para hacer las cosas al modo estrepitoso. Una manera de jugar que no siempre le garantiza estabilidad t¨¢ctica, pero que resulta especialmente molesta para este Paris Saint-Germain de muchachos j¨®venes hechos a las rutinas regaladas de la Ligue 1, un torneo m¨¢s ca¨®tico que demandante, rico en hedonistas y en equipos desordenados que para Mbapp¨¦ y sus compa?eros no presentan m¨¢s obst¨¢culos que los de un entrenamiento de m¨¢xima intensidad. El salto al escal¨®n de la Champions se hace demasiado escarpado para sus mentes poco exigidas. El Grupo F, muestrario fren¨¦tico de la Premier, la Serie A y la Bundesliga, les impone como un Karakoram.
Persuadido de que sus hombres necesitar¨ªan una inyecci¨®n de adrenalina, Luis Enrique pidi¨® al p¨²blico que ¡°calentara¡± el ambiente. ¡°Vamos a sufrir¡±, avis¨®. El PSG se hab¨ªa hecho fuerte en su campo: sumaba 20 goles en seis partidos y solo hab¨ªa recibido dos. Aunque el Newcastle le hab¨ªa metido 4-1 en St. James Park, todav¨ªa no hab¨ªa anotado ni uno en sus salidas al continente y el entrenador espa?ol jug¨® la carta de la guerra psicol¨®gica con la esperanza de cohibir a sus adversarios provincianos. El efecto intimidatorio dur¨® diez minutos. El tiempo que le llev¨® al PSG hacer dos jugadas explosivas. Dembel¨¦ se fue por primera y ¨²ltima vez de Sch?r, y su centro lo remataron sucesivamente Fabi¨¢n y Kang-in Lee; y luego Mbapp¨¦ remat¨® de tac¨®n una contra bien orientada por Kolo. En ese punto se interrumpi¨® el flujo ofensivo del PSG, que pas¨® a exhibir desorientaci¨®n en un terreno cada vez mejor trabajado por el Newcastle.
Durante casi una hora, el PSG domin¨® la situaci¨®n de manera selectiva: donde y como se lo permiti¨® el Newcastle. Cuando lo presionaron alto, el PSG se ahog¨®; cuando le esperaron atr¨¢s, no profundiz¨®; y cuando le robaron la pelota se mostr¨® indeciso, a expensas de Skriniar y Hern¨¢ndez porque en el mediocampo ten¨ªan m¨¢s peso Guimaraes, Joelinton, Gordon y Almir¨®n que Ugarte, Fabi¨¢n y, sobre todo, el huidizo Kang-in Lee. La apuesta de retirar a Vitinha de la alineaci¨®n para darle galones al coreano fue la decisi¨®n m¨¢s extra?a de Luis Enrique. Result¨® fallida. Espor¨¢dicamente, Lee exhibi¨® su ¨²ltimo pase. Pero desapareci¨® cuando sus compa?eros buscaron una salida a la presi¨®n del Newcastle. Ah¨ª, el pulso del juego lo determinaron Guimaraes y Joelinton en un dominio que consagr¨® Tino Livramento con una jugada que dej¨® en evidencia a toda la defensa local. La acci¨®n del lateral de Croydon, un interminable eslalon entre l¨ªneas, fue explotada por Almir¨®n en un tiro que Donnarumma no bloc¨®, para goce de Isak, que empuj¨® el 0-1.
Mbapp¨¦: ¡°Debemos ser m¨¢s cl¨ªnicos¡±
La entrada de Vitinha en la segunda parte proporcion¨® algo m¨¢s de velocidad y profundidad al juego del PSG, desesperado en una empresa de asedio que el Newcastle contrarrest¨® con la energ¨ªa que le proporcion¨® el miedo al fracaso, los contragolpes, y las paradas de Pope, especialmente una con la rodilla tras un disparo a bocajarro de Barcola. Siete tiros a puerta del PSG contra dos del Newcastle reflejan el balance de un enfrentamiento que acab¨® desequilibrado en parte por el agotamiento de los visitantes, que no hicieron ni un solo cambio debido a las bajas. ¡°Debemos ser m¨¢s cl¨ªnicos¡±, lament¨® Mbapp¨¦; ¡°La culpa no es de la estructura, ni de la organizaci¨®n. Somos nosotros, los jugadores, los que debemos marcar m¨¢s goles¡±.
Meter goles a las defensas desbaratadas de la Ligue 1 es m¨¢s sencillo que met¨¦rselos a los mejores equipos de Europa. Dar vuelta a las inercias creadas en un partido lanzado siempre fue tarea descomunal. No se discute la superioridad t¨¦cnica del equipo anfitri¨®n. Pero en el choque de mentalidades que se produjo en los ¨²ltimos minutos se habr¨ªan impuesto los jugadores habituados a vivir alarmados de no ser por la ultim¨ªsima intervenci¨®n del VAR.
¡°Creo que el ¨¢rbitro [Szymon Marciniak] no ha tomado una buena decisi¨®n valorando los hechos en c¨¢mara lenta¡±, dijo Howe. ¡°Si se tiene en cuenta la velocidad de la acci¨®n, esa mano corresponde al movimiento natural del cuerpo¡±.
El pr¨®ximo 13 de diciembre, el Grupo de la Muerte se decidir¨¢ entre Newcastle y el viejo Westfalenstadion.
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