El duelo m¨¢s temerario de Europa
El PSG de Luis Enrique y la Real de Alguacil miden dos modelos de juego marcados por el af¨¢n atacante, el refinamiento y la vitalidad
La Liga de Campeones se reserva choques de grandes potencias, cruces que no pasar¨¢n a la historia, y duelos exquisitos como este que el sorteo de Ny¨®n depar¨® a la Real Sociedad de San Sebasti¨¢n y al Par¨ªs Saint-Germain. Muy pocos equipos en Europa se asientan en ciudades tan distinguidas y son menos todav¨ªa aquellos que proponen un f¨²tbol de ataque decididamente fren¨¦tico. Es el caso de esta Real, dirigida por Alguacil, y este PSG que moldea Luis Enrique. Dos entrenadores en la misma onda de avance sin cuartel al frente de dos plantillas j¨®venes y ambiciosas, cada d¨ªa m¨¢s convencidas de representar una idea fan¨¢tica de invasi¨®n del campo contrario, presi¨®n coordinada y f¨²tbol asociativo. Los octavos de final que comienzan en Par¨ªs el 14 de febrero y concluyen en Donosti el 5 de marzo prometen una eliminatoria memorable.
Despu¨¦s de 12 a?os del gasto en fichajes m¨¢s desaforado que se recuerda, el PSG presenta un plantel joven. La experiencia de Mbapp¨¦, Marquinhos y Lucas Hern¨¢ndez no siempre compensa la inmadurez de Uribe, Vitinha, Kolo Muani, Lee o el asombroso adolescente Za?re-Emery. El equipo cadencioso de Neymar y Messi ha dado paso a un conjunto vitalista, irregular y a veces temerario, que se empecina en jugar a controlar la pelota aunque no siempre logre controlar los partidos.
¡°Mejoraremos¡±, dice Luis Enrique. El contraste con la nueva generaci¨®n acent¨²a en el entrenador asturiano un aire de abuelo cascarrabias pero magn¨¢nimo, desafiante y aleccionador. ¡°Mi experiencia me lo dice¡±, advierte. ¡°He entrenado 12 temporadas y mis equipos siempre han mejorado. [Este verano en el PSG] ha habido doce fichajes y la idea de juego es diferente de aquello que los jugadores est¨¢n habituados a ver en Francia¡±.
En Francia, los hinchas parecen menos impacientes que la prensa por asistir a la evoluci¨®n de la que habla Luis Enrique. El PSG es l¨ªder de la Ligue 1 ¡ªa cinco puntos del Niza¡ª a pesar de los inevitables altibajos de tensi¨®n. Este domingo empat¨® 1-1 en Lille y exhibi¨® unas cuantas dudas en los ¨²ltimos metros. Mbapp¨¦ no acaba de encontrarse a gusto en la posici¨®n central de nueve. El delantero, un diez frustrado, siempre prefiri¨® partir desde la izquierda pero Luis Enrique lleva cinco partidos ¡ªNewcastle, Le Havre, Nantes, Dortmund y Lille¡ª poni¨¦ndolo en la punta del ataque. Con resultados grises. La estrella del PSG apenas ha metido un gol de jugada en este periodo. En Lille, donde marc¨® de penalti, se mostr¨® arisco, retra¨ªdo, disperso y muchas veces a merced del central Leny Yoro. Cuando meti¨® el gol exhibi¨® indiferencia. Suficiente para generar pol¨¦mica. El mejor jugador de Francia, con permiso de Griezmann, ha pasado de compartir cartel de ataque con Messi y Neymar a hacerlo con Dembel¨¦, Bradley Marcola, Asensio y Kolo Muani.
L¨ªderes espirituales
Si este PSG est¨¢ en construcci¨®n, la Real plant¨® sus cimientos hace rato. Cinco a?os despu¨¦s de que Imanol Alguacil se hiciera cargo del equipo, cualquier aficionado reconoce sus se?as de identidad. El rigor defensivo, el compromiso en el esfuerzo, el deber de ofrecerse al compa?ero incluso en las circunstancias m¨¢s dif¨ªciles y el coraje para pedir la pelota para buscar pases que ganen metros, son la ley de Alguacil. Los preceptos elevan el esquema del 4-3-3 a la categor¨ªa de modelo de excelencia. La ejecuci¨®n solo es posible gracias a la concurrencia de personalidades como Oyarzabal, Zubimendi, Zubeldia y Merino, probablemente el cuarteto de l¨ªderes espirituales y t¨¦cnicos m¨¢s serio de Espa?a.
Se habla mucho del tiqui-taca de la Real. Pero eso no ser¨ªa posible sin un trabajo esencial y oscuro. Solo hay que ver c¨®mo defienden, alto y con una sincron¨ªa de relojeros, para verificar la convicci¨®n de estos futbolistas que solo encajaron dos goles en la fase de grupos, r¨¦cord en esta Champions. El ejemplo es el capit¨¢n Mikel Oyarzabal, un nueve al servicio de todos.
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