El Athletic domina el derbi vasco y distancia a 9 puntos a la Real Sociedad
El equipo donostiarra, que marc¨® en el 87, no pudo neutralizar los dos goles de Berenguer en la primera parte
El Athletic se llev¨® el derbi vasco con un sufrimiento que no debi¨® padecer, porque domin¨® de cabo a rabo, pero se dej¨® ir en los minutos finales y concedi¨® un gol a la Real Sociedad que apret¨® el marcador y llev¨® la angustia a la grada, volcada en todo momento con su equipo. El equipo rojiblanco se asienta en la zona noble despu¨¦s de una racha de partidos que solo los m¨¢s veteranos recuerdan. Lo mejor, sin embargo, fue que, tras 90 minutos a cara de perro, con alguna t¨¢ngana, como a?oraba Imanol el entrenador realista, todos los futbolistas se despidieron con abrazos, mientras las dos aficiones se desplegaban por Pozas para festejar o lamentarse al un¨ªsono. Sin problemas de ning¨²n tipo.
Con un ambiente espectacular, y solo 69 espectadores menos que en el r¨¦cord de asistencia a San Mam¨¦s, que se produjo en la semifinal de Copa de la temporada pasada ante Osasuna, se disput¨® un derbi en San Mam¨¦s con muchas cosas en juego con dos equipos que aspiran a Europa. La victoria bilba¨ªna alejaba a la Real a nueve puntos; su derrota la acercaba a tres, pero, adem¨¢s, los dos equipos se juegan siempre algo m¨¢s intangible, que solo los aficionados de uno u otro equipo pueden experimentar, y que se dirime a?o tras a?o, en la Catedral o en Anoeta, el orgullo de pertenencia.
Despu¨¦s de los nervios del comienzo, de imprecisiones varias, en las que cayeron los dos equipos, el Athletic le fue cogiendo el tono al partido, mientras la Real renqueaba un tanto, y pisaba poco el ¨¢rea rojiblanca. Sin embargo, los bilba¨ªnos tampoco acertaban al entrar al ¨¢rea de Marrero. ?nicamente en una falta sacada por Berenguer, el hombre que ocupa la plaza de I?aki Williams, se acerc¨® con peligro el equipo de casa, pero el remate de cabeza de Vesga se fue alto.
El peligro del Athletic ten¨ªa que llegar obligatoriamente por las bandas, y lo hizo por la izquierda. Despu¨¦s de una carrera con Nico Williams, Odriozola sinti¨® un pinchazo y tuvo que retirarse del campo. A su reemplazo, Aritz, le hicieron un roto los dos rojiblancos ocupantes de esa zona. Fue en una combinaci¨®n fulgurante, a toda velocidad, con gran precisi¨®n, que comenz¨® en el medio campo, pas¨® por Nico y alcanz¨® a Yuri, que lleg¨® a la l¨ªnea de fondo y mir¨® atr¨¢s. Su centro paralelo pas¨® entre las piernas de Marrero y lo empuj¨® Berenguer casi en la l¨ªnea de gol.
La grada estall¨® con el gol del Athletic, que se anim¨® todav¨ªa m¨¢s frente a una Real Sociedad que apenas acertaba a dar tres pases seguidos en el medio campo, donde la presi¨®n rojiblanca era feroz, con Ruiz de Galarreta hecho un coloso en la recuperaci¨®n. Sus acercamientos a la porter¨ªa de Unai Sim¨®n eran espor¨¢dicos, deslavazados, mientras su rival procuraba darle velocidad al juego y evitaba salir con el bal¨®n desde atr¨¢s cuando la Real apretaba. Unai lanzaba en largo, y su equipo ganaba disputas a¨¦reas que le otorgaban segundas oportunidades.
El Athletic buscaba el segundo con m¨¢s convicci¨®n que la Real el empate, y lleg¨® en un lanzamiento al espacio de Sancet, buscando a Nico Williams, esta vez por la derecha. El delantero rojiblanco ingres¨® en el ¨¢rea, busc¨® a Guruzeta, cuyo disparo bloque¨® Zubeldia, pero el rechace le lleg¨® otra vez al oportuno Berenguer, que coloc¨® un disparo suave, lejos de Marrero. El descanso estaba cerca, e Imanol ten¨ªa mucho trabajo que hacer en la caseta para levantar los ¨¢nimos de su tropa.
Pero no sucedi¨®. El Athletic sigui¨® al mando, aunque un poco m¨¢s prudente tras salir del vestuario. Ten¨ªa la pelota y procuraba no soltarla; los esfuerzos realistas por hacerse con ella eran en vano. Solo con los cambios se refresc¨® el equipo donostiarra y pas¨® a dominar un poco m¨¢s e intentarlo m¨¢s por las bandas que por dentro, donde Brais y Merino trabajaban, pero no encontraban recompensa.
Tal vez la lesi¨®n de Galarreta les aclar¨® un poco m¨¢s las cosas, y a la desesperada, que era la ¨²nica forma, empujaron al Athletic hasta su campo, aunque Unai Sim¨®n apenas tuvo que intervenir. De hecho, solo lo hizo para sacar el bal¨®n de la red en el minuto 87, cuando en un bal¨®n que fue de lado a lado, el centro lateral golpe¨®, casi involuntariamente, en el pecho de Oyarzabal y estrech¨® las diferencias en el marcador. Pero ya era muy tarde.
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