El lugar de Messi
No es f¨¢cil encontrar deportistas que prolonguen su brillo durante a?os. Por eso son tan especiales para la gente
Los grandes ¨ªdolos generan cierta sensaci¨®n de eternidad. Parece que siempre van a estar ah¨ª. Construyen momentos y sensaciones que se grabar¨¢n en la memoria. Pero ellos se ir¨¢n. Llegar¨¢ un momento en el que un gesto, una decisi¨®n o una palabra marque el principio del fin, aunque eso solo se entender¨¢ cuando el paso del tiempo aporte perspectiva. Durante el periodo en el que su rendimiento no ...
Los grandes ¨ªdolos generan cierta sensaci¨®n de eternidad. Parece que siempre van a estar ah¨ª. Construyen momentos y sensaciones que se grabar¨¢n en la memoria. Pero ellos se ir¨¢n. Llegar¨¢ un momento en el que un gesto, una decisi¨®n o una palabra marque el principio del fin, aunque eso solo se entender¨¢ cuando el paso del tiempo aporte perspectiva. Durante el periodo en el que su rendimiento no deja de mejorar, acostumbran al hincha a una excelencia que se vuelve cotidiana y que tiene algo de gozo inconsciente por el hecho de estar disfrutando de un deportista en el momento ¨¢lgido de su carrera. Habr¨¢, incluso, una comuni¨®n total que har¨¢ que tanto ¨ªdolo como seguidores anhelen un final perfecto, con la consecuci¨®n de ese ¨²ltimo trofeo individual o t¨ªtulo colectivo que perfeccione el relato. Llegar¨¢ entonces el momento de hacer balance, de situar la figura del h¨¦roe en el lugar que corresponde.
No es f¨¢cil encontrar deportistas que prolonguen su brillo durante a?os. Por eso son tan especiales para la gente. Messi, 10 miradas sobre el 10 (Tendencias), es el libro en el que otros tantos autores de cinco nacionalidades ofrecen una completa perspectiva sobre la figura del futbolista argentino. Bajo la coordinaci¨®n editorial del soci¨®logo mexicano Fernando Segura se describe un arco narrativo que va desde Rosario a Miami, se instala en Barcelona, visita Par¨ªs y viaja con Argentina. Abarca el impacto deportivo y social. Perfila la personalidad del astro. De una carrera que se podr¨ªa resumir en aquella an¨¦cdota de cuando Bielsa, por entonces seleccionador argentino, pidi¨® que le pusieran a velocidad normal el v¨ªdeo de aquel chaval. Iba tan r¨¢pido que no entend¨ªa nada. Pero era la velocidad real. Era Messi corriendo y regateando hacia su lugar en la Historia.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.