Messi da el pen¨²ltimo estir¨®n

Argentina, ilustrada por Messi y culminada por Juli¨¢n ?lvarez, ya espera en la final mundialista. Croacia sucumbi¨® pronto ante un rival que rinde m¨¢s de lo que vale. Una Albiceleste conjurada para por fin llevar a Messi al para¨ªso. Y bien que el propio Messi le ha abierto el camino. En semifinales, su quinto gol del torneo y una asistencia messi¨¢nica o maradoniana, como se quiera, a Juli¨¢n ?lvarez para su segundo bingo. La jornada se cerr¨® con la merecid¨ªsima y honor¨ªfica despedida a Modric, a la espera del partido por el tercer puesto el s¨¢bado y de una sesi¨®n continua de Leo el domingo.

ARGArgentina

3

Emiliano Mart¨ªnez, Nahuel Molina (Juan Foyth, min. 85), Nicol¨¢s Tagliafico, Cristian Romero, Nicol¨¢s Otamendi, Alexis Mac Allister (?ngel Correa, min. 85), Enzo Fern¨¢ndez, Rodrigo De Paul (Exequiel Palacios, min. 73), Leandro Paredes (Lisandro Mart¨ªnez, min. 61), Juli¨¢n ?lvarez (Paulo Dybala, min. 73) y Lionel Messi

CROCroacia

0

Dominik Livakovic, Dejan Lovren, Borna Sosa (Mislav Orsic, min. 45), Josko Gvardiol, Josip Juranovic, Marcelo Brozovic (Bruno Petkovic, min. 49), Mateo Kovacic, Luka Modric (Lovro Majer, min. 80), Ivan Perisic, Andrej Kramaric (Marko Livaja, min. 71) y Mario Pasalic (Nikola Vlasic, min. 45)

Goles 1-0 min. 33: Messi. 2-0 min. 38: Juli¨¢n ?lvarez. 3-0 min. 68: Juli¨¢n ?lvarez

Arbitro Daniele Orsato

Tarjetas amarillas Kovacic (min. 31), Dominik Livakovic (min. 31), Cristian Romero (min. 67), Otamendi (min. 70)

Fue Croacia, tan capaz de jugar a que no se juegue, paciente como pocas mientras llega un patinazo rival para penalizarlo, la que se qued¨® en tanga. Estaba tibio el partido, sin colmillo, con m¨¢s miedo que mala uva, cuando un pase al horizonte de Paredes lo caz¨® Juli¨¢n ?lvarez, un jabato. Lovren, central croata, andaba desorientado, y Livakovic atropell¨® al joven delantero del City.

Penalti, el duelo esgrimista de la noche. Messi, no siempre categ¨®rico en esa suerte del juego, frente al infuso Livakovic, con cuatro lanzamientos detenidos en Qatar. El rosarino no le dio opci¨®n: enca?on¨® la zurda y astill¨® la red a la altura de la escuadra izquierda del croata. Una zurda, la prodigiosa de Messi, que minutos antes parec¨ªa inquietar al 10, toca que toca la zona posterior, con gestos apesadumbrados.

00:41

El penalti con el que Argentina se adelant¨®

Un gol liberador para Messi y para el partido, muy espeso por entonces. Ninguno estaba dispuesto a la m¨¢s m¨ªnima concesi¨®n. Nadie quer¨ªa achuchar al adversario en su patio. Argentina dejaba la pelota a Croacia, los croatas no la arriesgaban ni a tiros. Todos complacidos, nadie herido. El primer aviso se demor¨® 25 minutos, un disparo de Enzo Fern¨¢ndez que rechaz¨® Livakovic.

Croacia, que sobrevive con Modric por bandera y tanta fe como abnegaci¨®n, carece de chacales. No lo son Kramaric ni Pasalic. Y esta vez no tuvo el andamiaje defensivo que le caracteriza. El 2-0 como evidencia. De un ataque de los de Zlatko Dalic por la izquierda se pas¨® en un pesta?eo a una aventura ilusoria de Juli¨¢n ?lvarez. Un buen futbolista, pero no es Diego o Leo como para cruzarse medio campo a su bola hasta embocar. Tal cual, no hubo croata que lo arrestara. Mucho menos Sosa, embrollado en el intento despeje final. Con ?lvarez de lanzadera, 2-0 para la Albiceleste en menos de 10 minutos. Leo Messi, Argentina, a un dedo de su sexta final, la segunda del capit¨¢n, como dos jug¨® Maradona. Mac Allister, de una saga venturosa y con un relato infinito ¡ªel padre jug¨® con Diego, el hijo con Messi¡ª casi marca de cabeza para mandar al garete al subcampe¨®n. Livakovic estuvo gato.

Argentina, con dos guantazos, ten¨ªa la semifinal a tiro. Le tocaba gestionar un bot¨ªn, ideal para la canchera cofrad¨ªa de Messi. Respecto al duelo con Pa¨ªses Bajos, esta vez abrigada con un cuarto centrocampista (Paredes) en detrimento de un central (Lisandro Mart¨ªnez). La mudanza lleg¨® a la hora, cuando el segundo relev¨® al primero y Argentina volvi¨® a abrocharse con tres brigadas por el sector central de la trinchera.

Lionel Scaloni y sus distinguidos consejeros ¡ªAimar, Samuel, Ayala¡ª var¨ªan en cada jornada. En cada cita, un traje. Lo que no cambia es el ropaje ambiental con el que cuenta la Albiceleste, tambi¨¦n con mucho tir¨®n local, con mucha bufanda argentina colgada sobre las t¨²nicas.

Tambi¨¦n intervino Dalic, que aprovech¨® la tregua para dar pista a Orsic y Vlasic. Sin remedio. Le cuesta remar en ataque. Lo suyo es sorprender cuando nadie lo espera.

Quien todav¨ªa sorprende es Messi. Tiene cuerda y m¨¢s cuerda. Camina al pasito. Vigila los partidos desde su privilegiado observatorio. No pierde fuerzas de forma innecesaria. Cada intervenci¨®n amenaza con ser terminal. Casi lo fue ante el meta croata tras una pared con Enzo Fern¨¢ndez. Estaba a punto de irrumpir el Messi m¨¢s Messi, el fascinante. A sus 35 a?os, pill¨® la pelota a la altura de medio campo por la orilla derecha del ataque de los de Scaloni. De centinela el prometedor Gvardiol, quiz¨¢ el zaguero m¨¢s cotizado de Europa. El capit¨¢n argentino lo fij¨®, lo amag¨®, por aqu¨ª y por all¨¢, lo aceler¨® y lo fren¨®. Hubo tiempo para anudarle la cintura ya dentro del ¨¢rea. Con el croata al borde del desmayo, Messi homenaje¨® a Juli¨¢n ?lvarez, que dej¨® la pelota en la red como el que sopla una vela cumplea?era.

Resuelto el finalista, Qatar fue escenario de un emotivo partido de vuelta del destino. El 1 de marzo de 2006, en el estadio Saint Jakob de Basilea, argentinos y croatas se midieron en un amistoso. Gan¨® Croacia (3-2). El resultado import¨® una carajada. Aquel hist¨®rico d¨ªa debut¨® Modric (con 20 a?os) como internacional y Messi (18) anot¨® su primer gol albiceleste. Entonces, 13.138 espectadores eran inconscientes de su fortuna. En Qatar, 88.966 aficionados para despedir con honores al grandioso Modric y gozar con el m¨¢s maradoniano Messi.

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