Luis Enrique mata el tedio a costa de Mbapp¨¦
La mon¨®tona marcha del PSG como l¨ªder inexorable de la Ligue 1 solo se interrumpe por la tensa relaci¨®n del entrenador y el capit¨¢n, a una semana de medirse al Bar?a
Luis Enrique permaneci¨® inm¨®vil como un actor del Kabuki. Las cejas arqueadas, la frente surcada por pliegues de asombro, las comisuras de los labios contra¨ªdas. Mir¨® a la audiencia como si mirase al vac¨ªo metaf¨ªsico. No le faltaba ni un gesto de perplejidad. Pasaron los segundos, interminables. El silencio se hizo inc¨®modo. Acababan de preguntarle si hab¨ªa o¨ªdo que Mbapp¨¦ le hab¨ªa insultado con la popular expresi¨®n francesa au putain (a la puta, preposici¨®n y adjetivo de ampl¨ªsimas posibilidades sem¨¢nticas) cuando le hab¨ªa sustituido por Gon?alo Ramos en el minuto 65 del partido que enfrent¨® este domingo al Olympique de Marsella contra el PSG en el Vel¨®dromo. Un cl¨¢sico pr¨¢cticamente irrelevante en la lucha por el t¨ªtulo, dada la ventaja de 12 puntos que atesora el equipo de Par¨ªs sobre el segundo clasificado, el sorprendente Stade Brestois. Un partido m¨¢s en la tediosa temporada del f¨²tbol franc¨¦s, si no fuera por el conflicto esot¨¦rico que alimentan Luis Enrique y el futbolista m¨¢s medi¨¢tico y m¨¢s rico de Europa.
?? Mbapp¨¦, not happy with the change. pic.twitter.com/7OEIaqrD9p
— Fabrizio Romano (@FabrizioRomano) March 31, 2024
¡°?Habl¨® con ¨¦l sobre este tema?¡±, inquiri¨® el periodista, en la sala de conferencias del Vel¨®dromo. Silencio en el escenario. Luis Enrique lanza una risotada que ahoga s¨²bitamente. El sistema nervioso central del entrenador del PSG parece dotado de un interruptor autom¨¢tico capaz de encender y apagar la exhalaci¨®n de hilaridad, un acto involuntario para el com¨²n de las personas. ¡°Yo no he visto nada de nada¡±, dice, por fin, el t¨¦cnico. La sala abarrotada respira aliviada. La situaci¨®n resulta extra?amente banal y violenta al mismo tiempo. Si Luis Enrique no disfruta secretamente de estos episodios que alteran la monoton¨ªa competitiva de la Ligue 1 no es Luis Enrique. Otra cosa es lo que piense Mbapp¨¦.
Dicen en el club, fuentes pr¨®ximas al presidente Al Khelaifi, que la relaci¨®n entre el espa?ol y la estrella del equipo es de naturaleza sobresaltada e indescifrable. Que ya en oto?o Mbapp¨¦ manifest¨® su sorpresa ante ¨®rdenes aparentemente contradictorias del entrenador, que durante un tiempo insisti¨® en situarle como punta en el eje del ataque. A Mbapp¨¦ no le gusta jugar entre los centrales. Prefiere entrar por el carril del once. Prefiere que su punto de partida sea la banda izquierda. Y en ese cruce de ¨®rdenes, directrices y sugerencias se produjeron los primeros desencuentros, a decir de estos testigos, que aseguran que Luis Enrique es tan impredecible como impasible ha sido el jugador que dirige. Al menos hasta ahora, como dice un conocido suyo: ¡°Mbapp¨¦ se comporta como una vedette en cuesti¨®n de negocios, pero dentro del vestuario es un t¨ªo relativamente normal¡±.
En conf¨¦rence de presse, Luis Enrique est revenu sur une suppos¨¦e insulte l?ch¨¦e par Kylian Mbapp¨¦ ¨¤ sa sortie du terrain ce dimanche. Une s¨¦quence pour le moins ¨¦tonnante. pic.twitter.com/wdsWp0EWBx
— RMC Sport (@RMCsport) March 31, 2024
Los jeques de Qatar, due?os del club y m¨¢ximos estrategas, no se meten en este asunto, insisten. Apenas intentan limar asperezas. Mbapp¨¦, que es el capit¨¢n, afronta una situaci¨®n nueva en su carrera: por primera vez convive con un entrenador que desaf¨ªa su indiscutida autoridad en el vestuario. Dejarle en el banquillo con los suplentes o sustituirle como a cualquiera en medio de un partido lanzado, son, por el momento, las herramientas que ha empleado el t¨¦cnico.
¡°Es la misma m¨²sica de todas las semanas, es agotador¡±, dijo Luis Enrique este domingo, sobre las causas de su tratamiento a Mbapp¨¦; ¡°soy entrenador y tomo decisiones¡±.
T¨¦cnicamente, Luis Enrique acert¨® con los cambios. A pesar de jugar con uno menos desde la primera parte, por expulsi¨®n de Beraldo, el PSG acab¨® ganando al Olympique 0-2 con gol de Ramos, sustituto de Mbapp¨¦. Pero el capit¨¢n ten¨ªa razones deportivas, y de m¨¢rketing, para permanecer en el campo todos los minutos. Sumaba nueve goles contra el Olympique con el PSG y quer¨ªa superar el r¨¦cord de 11 goles que ostenta Zlatan Ibrahimovic. Su sustituci¨®n, despu¨¦s de 65 minutos paup¨¦rrimos (31 balones tocados, 12 perdidos, ning¨²n disparo, dos regates exitosos de cuatro intentos¡) frustr¨® el que probablemente sea su ¨²ltimo intento, si finalmente abandona el PSG el pr¨®ximo verano, como anunci¨® el 15 de febrero en un comunicado.
Por debajo de su histrionismo, de su fingida sorpresa ante la curiosidad que despiertan sus decisiones, Luis Enrique deja entrever que se divierte con la gesti¨®n de la estrella y que nada le har¨¢ cambiar de pol¨ªtica mientras el aburrimiento amenace su existencia en la suntuosa ciudad deportiva de Poissy. En lo que respecta al jugador, Mbapp¨¦ tampoco atraviesa un momento particularmente amargo. Suma 38 goles en 38 partidos en todas las competiciones esta temporada. Su comparecencia el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en la semifinal de Copa contra el Rennes parece asegurada, a menos que la escalada de tensi¨®n con el t¨¦cnico se dispare hasta l¨ªmites desconocidos a una semana de recibir al Bar?a en los cuartos de final de la Champions.
¡°El ¨²ltimo de mis problemas es el entrenador¡±, dijo en San Sebasti¨¢n, despu¨¦s de eliminar a la Real con dos golazos, cuando alguien le pregunt¨® por la relaci¨®n con Luis Enrique. A sus 25 a?os, el futbolista con m¨¢s potencial de crecimiento mercantil del mundo se ha convertido en una compa?¨ªa francesa de primera magnitud. Todav¨ªa no supera la facturaci¨®n de Luis Vuitton, pero se siente muy por encima de las contingencias mundanas de la vida cotidiana en un vestuario. Por m¨¢s que en Francia aseguren haber le¨ªdo en sus labios la expresi¨®n: ¡°au putain!¡±.
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