El Real Madrid atrapa su 36? Liga tras ganar al C¨¢diz y perder el Bar?a ante el Girona
El equipo de Ancelotti, impulsado por un Brahim que anot¨® un gol y dio una asistencia, vence al conjunto gaditano en el Bernab¨¦u (3-0) y confirma que gana el campeonato dos horas m¨¢s tarde tras el choque de Montilivi (4-2)
El calendario provoc¨® una dislocaci¨®n de la alegr¨ªa del Real Madrid y del Bernab¨¦u. Celebraron la victoria contra el C¨¢diz, cantaron ¡°campeones, campeones¡±, pero no pudieron brindar por la Liga n¨²mero 36, la tercera en cinco a?os, hasta dos horas m¨¢s tarde, cuando termin¨® en Montilivi el partido en el que el Girona le quit¨® al Bar?a sus ¨²ltimas opciones de alcanzar el t¨ªtulo (4-2), y tambi¨¦n el segundo puesto, al menos de momento. En una temporada crud¨ªsima, repleta de lesiones, el Madrid de Ancelotti ha atrapado el t¨ªtulo con cuatro jornadas a¨²n por jugar y sumando ya 87 puntos, su segunda mejor marca a estas alturas solo por detr¨¢s de los 88 de la 2011/12 con Mourinho. Con 87 gan¨®, por ejemplo, el campeonato en la 2019/20 con Zidane. Y con 86 se llev¨® el Atl¨¦tico la Liga 2020/21.
Aunque deb¨ªan esperar al resultado de Montilivi, los futbolistas del Madrid se quedaron sobre la hierba a celebrar con el fondo sur. Si la victoria contra el C¨¢diz impulsada por la rebeli¨®n de Brahim no desembocaba en el alir¨®n, la siguiente cita era fuera de casa, el s¨¢bado en Granada. Y lo siguiente en casa, la ilusionante vuelta de la semifinal de la Champions contra el Bayern el mi¨¦rcoles, el ¨²ltimo paso antes de la final de Wembley.
Lo incierto del escenario depar¨® una tarde que no terminaba de arrancar, entre las pocas urgencias del Madrid y la cautela del C¨¢diz. Para el equipo de Pellegrino, empe?ado en agarrarse a seguir en Primera, a cinco puntos del Celta al empezar la jornada, se trataba de una visita con muchas trampas. El l¨ªder se encontraba en un momento dif¨ªcil de descifrar, incluso para ellos mismos, con la Liga al alcance, pero con la cabeza en el mi¨¦rcoles.
Ante ese panorama, sin saber si el Madrid se lanzar¨ªa a terminar con la intriga cuanto antes, el C¨¢diz sali¨® a protegerse, a la espera. Enfrente, la unidad de refresco de Ancelotti no mostraba demasiado empe?o. La grada vibraba apenas con retazos intrascendentes que aparecer¨¢n en los res¨²menes. Una conducci¨®n en el centro del campo entre tres contrarios de Arda G¨¹ler, titular por primera vez en el Bernab¨¦u. O con las veces que tocaba el bal¨®n Courtois, que se estrenaba despu¨¦s de toda la temporada fuera por dos lesiones de rodilla, un cruzado y un menisco. Tambi¨¦n con las primeras intervenciones de Milit?o, en periodo de prueba.
Este brasile?o que ha vuelto se encuentra lejos del que se rompi¨® en agosto. Es posible que haya recuperado el tono f¨ªsico, como ha explicado Ancelotti, pero a¨²n le falta recobrar el dominio esc¨¦nico. Las dos mejores oportunidades del C¨¢diz salieron de dos duelos que perdi¨®. En el primero, Sobrino se lo quit¨® de en medio con una carga y Nacho tuvo que desactivar la situaci¨®n cuando el atacante ya pisaba el ¨¢rea peque?a. La segunda result¨® m¨¢s comprometida. Chris Ramos le gan¨® una pelota en el centro del campo y aceler¨® hacia la porter¨ªa. Se cruz¨® bien en el camino de Nacho, que tuvo que dejarle seguir hasta que se encontr¨® a solas con Courtois. El portero avanz¨® y ceg¨® a Ramos con su corpach¨®n de gigante. El estallido de alivio del Bernab¨¦u subray¨® la distancia entre Milit?o y Courtois, los dos cruzados, tras una urgencia generada por el brasile?o y solventada por el belga.
El Madrid ejerc¨ªa un dominio blando en el que resultaba todav¨ªa m¨¢s llamativa la agitaci¨®n de Brahim. El malague?o vive en un mundo de urgencias, mientras el resto del equipo ten¨ªa toda una vida por delante. En realidad, ¨¦l nunca ha abandonado esa marcha voraz. Buscaba espacios, compa?eros de aventura y en ¨²ltimo caso regates y regates. Es agitador sin necesidad de salir desde el banquillo. Tanto insisti¨® que termin¨® encontrando a la media vuelta un espacio para tirar a la escuadra y abrir el marcador.
Cuando comenz¨® la rueda de los cambios, el malague?o ya se vio con m¨¢s compa?¨ªa. Ancelotti meti¨® a Bellingham, uno de los muchos titulares a los que hab¨ªa dado tregua. El ingl¨¦s abri¨® a Brahim el que casi era el primer bal¨®n que tocaba y se tir¨® al ¨¢rea. All¨ª le encontr¨® la pared, y all¨ª encontr¨® Bellingham otro gol, su 18? del campeonato, lo que en ese punto le dejaba como segundo en la carrera del pichichi.
Los goles abrieron una fase recreativa del Madrid, a la que se sum¨® Vinicius, tambi¨¦n reservado al principio. La grada festej¨® como un gol el momento en que sali¨® a calentar. ?l celebr¨® luego el f¨²tbol con un centro de rabona que cabece¨® Milit?o con un bote que casi sorprende a Ledesma. Vinicius sigui¨® su fiesta con un pase a la carrera de Nacho, contragolpeador ins¨®lito, lanzado por el pasillo del brasile?o, que al pisar el ¨¢rea solo ante el portero, tal vez en una de sus ¨²ltimas veces en el Bernab¨¦u, cedi¨® el gol final a Joselu, ya con el estadio celebrando un t¨ªtulo que estaba a punto. Y que se cerr¨® dos horas m¨¢s tarde a casi 600 kil¨®metros de all¨ª, en Girona.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.