Un magistral Pedri recupera al Barcelona en la Champions
Los azulgrana se reencuentran con su f¨²tbol ambicioso e intenso y acaban con la condici¨®n de invicto del Brest con dos goles de Lewandowski y otro de Olmo en un estadio de Montju?c sin grada de animaci¨®n
Alrededor del exquisito Pedri, el Barcelona volvi¨® a encontrar la pelota y ofreci¨® un muy buen mon¨®logo futbol¨ªstico ante el resistente y finalmente abatido Brest. Los azulgrana recuperaron la tensi¨®n competitiva perdida en los ¨²ltimos partidos y solo les falt¨® la punter¨ªa de siempre para rubricar un triunfo todav¨ªa m¨¢s generoso en su regreso a Montju?c y a la Champions. Necesitaba ganar el Bar?a porque el equipo es tan ambicioso como tierno y se puede estropear f¨¢cilmente con el marcador en contra y por la tendencia cainita de un club que ahora se las tiene con la grada de animaci¨®n, cerrada ¡°sine die¡± por incumplir las obligaciones contra¨ªdas con el propio Barcelona.
Los azulgrana se conectaron en sinton¨ªa con la arenga de Flick. El equipo fue de nuevo reconocible por su presi¨®n y ambici¨®n despu¨¦s de una ca¨ªda del volumen del juego y de voltaje desde el derbi con el Espanyol. Actu¨® como una unidad, concentrado e intenso, preciso a la hora de tirar la l¨ªnea de fuera del juego y enfocado sin descanso hacia el marco del hasta ayer invicto Brest. No se extra?¨® por un d¨ªa a Lamine Yamal mientras Lewandowski contin¨²a ampliando su cuenta goleadora: ya son 101 tantos en la Champions tras los dos anotados al Brest.
Aunque solo toc¨® a dos jugadores, Flick sorprendi¨® con la alineaci¨®n: Ferm¨ªn sent¨® a Gavi despu¨¦s de estrenar titularidad en la Liga y mantuvo a Gerard Mart¨ªn, el futbolista m¨¢s se?alado en Vigo. Los laterales son uno de los puntos d¨¦biles de la plantilla y se supone que el entrenador no quiere perder piezas en ausencia del fr¨¢gil Balde. Tampoco tiene demasiadas alternativas para sustituir a Lamine. El juego pierde desequilibrio sin el extremo, sustituido posicionalmente por Ferm¨ªn, y precisa por tanto de una mayor activaci¨®n de Olmo, que recuper¨® su puesto natural de volante ofensivo despu¨¦s de quedar orillado en Bala¨ªdos al tiempo que Pedri se juntaba felizmente con Casad¨®.
La suerte azulgrana qued¨® a pies de la asociaci¨®n formada por la habilidad del punzante Olmo y la clarividencia del calmo Pedri. Mucho menos sofisticado es el Brest, un equipo m¨¢s b¨¢sico y muy f¨ªsico, siempre competitivo, incluso sin su figura Lees-Melou. Los franceses abr¨ªan el campo y atacaban por los costados con la referencia de Ajorque. El partido naci¨® equilibrado hasta que muy pronto Bizot atropell¨® a Lewandowski cuando controlaba con el pecho un pase de Pedri. El polaco transform¨® el penalti concedido por el meta y sum¨® su gol 100 en la Champions. El ataque funcionaba mejor que la defensa en un bloque barcelonista m¨¢s vulnerable sin la pelota ante el bravo Brest.
Las ocasiones, sin embargo, se empezaron a suceder poco a poco en el ¨¢rea francesa porque los azulgrana ganaron fluidez ofensiva con Raphinha, Kound¨¦ y Ferm¨ªn, que no acert¨® a rematar despu¨¦s de sortear al portero, muy protegido por una defensa recia y fiera que no conced¨ªa el tiro de gracia despu¨¦s de ser sometida progresivamente por el ritmo del Bar?a. Volv¨ªan a ser los azulgrana un equipo compacto que ¨²nicamente echaba en falta la precisi¨®n para definir en situaciones de ventaja como en un cabezazo de Ferm¨ªn rechazado por Bizot. Olmo no estaba fino, Ferm¨ªn segu¨ªa chutando sin suerte y no ced¨ªa el Brest. El encuentro se convirti¨® en un ejercicio de perseverancia y paciencia manejado por el talento de Pedri. Los franceses achicaban su cancha y tapiaban la porter¨ªa con tanta eficacia que desesperaban y negaban a los barcelonistas hasta el punto de que los disparos de Raphinha no cog¨ªan porter¨ªa porque daban en Lewandowski. El segundo gol tard¨® mucho en llegar y no fue precisamente un arrebato colectivo sino una fin¨ªsima jugada de Olmo, excelente en el control, el ca?o, el amago y la definici¨®n, despu¨¦s de recibir una exquisita pelota servida por Gerard Mart¨ªn.
La rueda de cambios solo sirvi¨® para aplaudir a Pedri, m¨¢s c¨®modo como centrocampista que de media punta, y para pitar a De Jong, ahora mismo el futbolista m¨¢s extraviado del ideario de Flick. La rechifla de la afici¨®n azulgrana, reducida por el griterio de 2.700 aficionados bretones, se calm¨® para dar paso a la ovaci¨®n por el 3-0. El partido se acab¨® de la misma manera que empez¨®, con un gol de Lewandowski, para coronar una actuaci¨®n colectiva que evidenci¨® que el Bar?a de Flick tiene memoria: el Bar?a volvi¨® a ser el Bar?a.
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
|
13 | 5 | 4 | 1 | 0 |
2
|
12 | 5 | 4 | 0 | 1 |
3
|
12 | 4 | 4 | 0 | 0 |
4
|
11 | 5 | 3 | 2 | 0 |
5
|
10 | 5 | 3 | 1 | 1 |
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
7
|
10 | 5 | 3 | 1 | 1 |
8
|
10 | 5 | 3 | 1 | 1 |
9
|
10 | 5 | 3 | 1 | 1 |
10
|
9 | 4 | 3 | 0 | 1 |
11
|
9 | 5 | 3 | 0 | 2 |