Guardiola no logra remontar la mala racha: pierde ante Emery y suma nueve derrotas en sus ¨²ltimos doce partidos

El final de 2024 llega con una noticia que nadie vio venir, la de la asociaci¨®n entre Pep Guardiola y la derrota. El entrenador m¨¢s victorioso del siglo XXI, la indiscutible referencia no ya por su colecci¨®n de triunfos sino por la influencia que tuvo y tiene en el f¨²tbol y su manera de entenderlo asume que est¨¢ ante el reto m¨¢s dif¨ªcil de su carrera. Guardiola debe frenar la deriva de un equipo que hasta hace dos meses era inabordable y que, desde que el 30 de octubre el Tottenham le ape¨® de la Copa de la Liga, colecciona nueve derrotas y dos empates en doce partidos en los que acumula 14 goles a favor y 27 en contra.

El nuevo fiasco lleg¨® esta vez en Villa Park (2-1) ante un rival que atraviesa un periodo de irregularidad, pero que ya le ha superado en la tabla. El Aston Villa, que apenas hab¨ªa ganado en tres de las anteriores once jornadas, es quinto en la clasificaci¨®n mientras el City, campe¨®n de las ¨²ltimas cuatro Premier League, est¨¢ en riesgo de acabar la jornada en la octava posici¨®n.

El Villa super¨® al City, que adem¨¢s se fue con la sensaci¨®n de haberse desplomado cuando semejaba controlar el partido tras un atribulado inicio en el que un error de Gvardiol casi le cost¨® un gol en la primera jugada del partido. Bast¨® al cuarto de hora un pase profundo del excelente centrocampista belga Tielemans para desmontar el teatrillo defensivo y dejar a Rogers y Dur¨¢n ante el meta Ortega. Entre los dos se pasaron la pelota para que el talento colombiano pusiese en ventaja al equipo que adiestra Unai Emery. ¡°Hicimos una buena primer parte, pero en la segunda nos ca¨ªmos¡±, rescat¨® al final Guardiola, que encontr¨® una excusa para explicar lo sucedido tras el descanso. ¡°Stones no pudo seguir jugando y cambiamos nuestra manera de presionar¡±.

En efecto, las lesiones laminan a Pep, pero tampoco es la primera vez que se encuentra en una situaci¨®n similar. No puede disponer de dos de sus pilares defensivos, Rub¨¦n Dias y Nathan Ak¨¦. El meta Ederson estaba lesionado y sobre los rigores que propicia la ausencia de Rodri ya se ha hecho abundante literatura, pero lo excepcional es la ausencia de respuestas a los problemas de alguien que siempre ha encontrado la f¨®rmula para resolverlos. El equipo m¨¢s formidable de la Premier es, de pronto, el m¨¢s plano y accesible. Su segunda parte ante el Aston Villa le retrat¨® incapaz siquiera de gestionar la pelota, algo impensable en un equipo de Guardiola. Rogers, un producto de la academia del City, le castig¨® con el segundo gol con media hora por jugar y apenas descont¨® en una afortunada acci¨®n de Foden poco antes de los tres pitidos. ¡°?Marcamos un gol, marcamos un gol!¡±, core¨® con fino humor brit¨¢nico la hinchada citizen desplazada a Birmingham.

¡°Encontrar¨¢ la soluci¨®n¡±, desliz¨® Erling Haaland cuando tras el partido le preguntaron por Guardiola. ¡°Siempre lo ha hecho¡±, complet¨® el ariete noruego en un acto de fe que se apoya tambi¨¦n en la autocr¨ªtica. ¡°Tenemos que trabajar todav¨ªa m¨¢s duro¡±, recet¨® antes de regresar a M¨¢nchester. Haaland firm¨® diez goles en las primeras cinco jornadas. Desde entonces, desde que se lesion¨® Rodri, suma tres tantos en doce comparecencias ligueras. Y aun as¨ª Guardiola, que espera refuerzos en enero o al menos conf¨ªa en recuperar algunas piezas, cree. ¡°Encajamos los goles que antes no sol¨ªamos encajar, y no marcamos los goles que antes sol¨ªamos marcar. En el f¨²tbol nunca hay una ¨²nica raz¨®n, siempre hay muchos factores. Tengo una confianza incre¨ªble en estos chicos, algunos de ellos tienen un orgullo incre¨ªble y el deseo de hacerlo, y tenemos que hacerlo, tengo que encontrar una manera de, tarde o temprano, paso a paso, volver¡±, valora el entrenador.

Ponerse de nuevo en pie es el objetivo de un campe¨®n sonado, vapuleado por tanto golpe seguido que este domingo puede dejarle a doce puntos del liderato si el Liverpool gana en su visita al Tottenham. Mientras tanto la gestualidad de Guardiola retrata a un hombre atribulado que rodilla en tierra se lleva las manos a la cabeza, se mesa las mejillas mientras colecciona miradas perdidas o estampa botellas de agua contra el suelo.