El bal¨®n parado de Emery descarrila de la Premier al Arsenal de Arteta

Mikel Arteta escuch¨® el pitido final p¨¢lido, consumido por la tensi¨®n, y con aire tenebroso se dirigi¨® hacia Unai Emery y le extendi¨® la mano fr¨ªa. Muchas cosas equiparaban y distanciaban a los entrenadores guipuzcoanos que acababan de disputar su s¨¦ptimo duelo de banquillos en un escenario de gran simbolismo para los dos. La hinchada del Emirates Stadium, en el barrio londinense de Islington, idolatra a Arteta, su entrenador, y conoce bien a Emery, antecesor en la caseta entre 2018 y 2019 y vencedor moral en la tarde del s¨¢bado, pues el empate 2-2 encumbraba al gran maestro del laboratorio del bal¨®n parado en Inglaterra al tiempo que privaba al equipo de casa de engancharse al tren de una Premier que el Liverpool volv¨ªa a liderar con seis puntos de ventaja y un partido menos disputado.

La historia del f¨²tbol atraviesa la era del entrenador detallista. Entre los que presumen de an¨¢lisis cient¨ªfico, pocos m¨¢s obsesivos que Mikel Arteta y Unai Emery. Los vascos coinciden en otorgar a las acciones de bal¨®n parado, c¨®rners y faltas laterales, una importancia estrat¨¦gica. En esta temporada el Arsenal lidera la tabla de equipos que m¨¢s goles meten en estas situaciones, con 14 tantos, seguido del Bournemouth de Andoni Iraola, con 13, y del Villa de Emery, con 11. El a?o pasado, el Arsenal tambi¨¦n lider¨® a los equipos que menos goles encajan en esta faceta, con nueve tantos sufridos en todo el curso. Este s¨¢bado, sin embargo, el opulento equipo de Arteta perdi¨® los tres puntos en el m¨¢s estudiado de los terrenos. El ¨¢ngulo del juego que m¨¢s se presta a la especulaci¨®n matem¨¢tica. La suerte en la que los mejores y los peores futbolistas se aproximan m¨¢s que nunca, pues el bal¨®n vuela. Una especialidad en la que tanto Emery como Arteta cuentan con entrenadores espec¨ªficos. Gur¨²s. Guardianes del arcano. Nicolas Jover en el Arsenal y Austin MacPhee en el Villa.

Corr¨ªa el minuto 68 cuando la f¨®rmula del rubio MacPhee, escoc¨¦s barbudo, mano derecha de Emery, puso a prueba a Jover, alem¨¢n de aire disperso que susurra al o¨ªdo de Arteta. Resulta que Ollie Watkins provoc¨® una falta que ¨¦l mismo acab¨® rematando. Despu¨¦s de una secuencia de lanzamiento, despeje y centro de Cash desde el otro flanco, la pelota volvi¨® al cocedero. En el ir y venir de proyectiles, Watkins se adelant¨® a Partey en el segundo palo y empuj¨® el 2-2 definitivo.

Lo que para el espectador casual puede parecer pura aleatoriedad, para Arteta es algo parecido a la ciencia aeroespacial. Con esa convicci¨®n Arteta se dirigi¨® a Jover, que trabajaba para Pep Guardiola en el City, y en 2021 lo reclut¨® para su causa en el Arsenal. Desde entonces el Arsenal se convirti¨® en un equipo temible en el ataque a bal¨®n parado, pero no tanto en la dimensi¨®n defensiva de las mismas situaciones. De eso se aprovech¨® el escoc¨¦s MacPhee cuando el partido entr¨® en el ¨¢mbito de la adormidera, un espacio ps¨ªquico al que delicadamente lo dirigi¨® el Villa con la contribuci¨®n inestimable del propio Arteta.

El Arsenal se hab¨ªa adelantado con goles de Martinelli y Havertz. Parec¨ªa c¨®modamente en control de la situaci¨®n. Estaba en su estadio. El p¨²blico se entregaba con la pasi¨®n habitual. Entre Odegaard y sus compa?eros hab¨ªan dado 128 pases en el ¨²ltimo cuarto de campo por solo 16 del Villa frente a la porter¨ªa de Reina. La corriente flu¨ªa a favor del cuadro local cuando el equipo comenz¨® a especular despu¨¦s de meter el 2-0. Tras una p¨¦rdida, sobre el minuto 58 se hizo evidente que no presionaba, sino que se replegaba en bloque medio. Igual que hizo en Brighton, Arteta orden¨® a Rice, Merino y Odegaard que se agruparan un poco m¨¢s atr¨¢s, ralentizaran los ataques y dejaran que el Villa avanzara. De ese modo generar¨ªan espacios para que Trossard, Sterling y Martinelli corrieran a la contra. ¡°Estamos muy cortos de jugadores, miren nuestro banquillo¡±, dijo Arteta, a modo de explicaci¨®n postrera de lo cuesta arriba que se ponen los partidos.

El balance, favorable a Emery

El Villa acept¨® el reto cuando le cedieron la iniciativa. Pero en lugar de avanzar con ¨ªmpetu se fren¨® y alarg¨® los ataques. La especialidad de Emery es producir en el rival una sensaci¨®n de agradable bienestar. As¨ª estaba el Arsenal, convencido de su ¨¦xito c¨®modo, cuando Digne meti¨® un centro largo y sus compa?eros se activaron. Watkins hizo un desmarque feroz al primer palo arrastrando a los centrales mientras que Tielemans corr¨ªa como un poseso sin que Merino pudiera seguirlo antes de cabecear el 2-1.

Fue el comienzo del fin. El Arsenal se jugaba la Premier. El p¨²blico que abarrotaba el Emirates era consciente de la gravedad del momento. La victoria del Liverpool en Brentford, 0-2 en los ¨²ltimos minutos del partido disputado una hora antes, hab¨ªa cargado el ambiente de urgencia. Los nervios carcom¨ªan las emociones de los futbolistas locales cuando el partido entr¨® en el ¨¢mbito del duelo guipuzcoano por excelencia. El mano a mano del ingenio cient¨ªfico. El no va m¨¢s de la sofisticaci¨®n t¨¢ctica y estrat¨¦gica: el bal¨®n parado. Jover vs MacPhee.

Empat¨® el Villa despu¨¦s de un ejercicio de resistencia numantina en torno a Dibu Mart¨ªnez. El marcador se congel¨® despu¨¦s de una lluvia de tiros contra el arco visitante. Pero en el laboratorio, gan¨® MacPhee. Gan¨® Emery, que una vez m¨¢s vuelve a interponerse entre Arteta y su ambici¨®n. El de este s¨¢bado fue el s¨¦ptimo enfrentamiento de los dos entrenadores, entre Liga Europa y Premier. El balance: tres victorias, dos empates y dos derrotas a favor de Emery, que ha tenido peores plantillas, pero ha sido m¨¢s zorro. El 2-2 del Emirates puede costarle la Premier al Arsenal.