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Isco desconecta al Real Madrid
El malague?o impulsa la remontada del Betis tras un buen comienzo del equipo de Ancelotti, que se desinfl¨® y pierde el paso por la cabeza del liderato
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Es una vieja historia, una trampa conocida, que regresa de manera circular, pero el Real Madrid vuelve a tropezar contra ella como si se tratara de algo inevitable. Se cruza con un futbolista al que su exigencia dej¨® atr¨¢s y ve c¨®mo su talento recupera el brillo y le acaba frustrando. Isco ha reverdecido en el Betis, donde ha dejado ya muchas tardes hermosas, a las que a?adi¨® esta en la que se entrometi¨® en la ajustada pugna de su exequipo por el t¨ªtulo. Levant¨® a su gente del primer golpe y termin¨® mandando a la lona al cuadro de Ancelotti, que abri¨® el paso a que ganaran distancia el Atl¨¦tico y el Bar?a este domingo contra la Real Sociedad (16.15, Movistar).
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Y eso pese a que el Madrid despach¨® un comienzo que dej¨® la impresi¨®n de que hab¨ªa entrado en una especie de trance en el que todo le fluye sin importar qui¨¦n juegue. Volv¨ªa Mbapp¨¦ despu¨¦s de perder una muela, pero faltaban Valverde, lastrado por alg¨²n problema inconcreto, Bellingham, sancionado, y Ceballos, reci¨¦n ca¨ªdo el mi¨¦rcoles en Anoeta. Incluso sin esas piezas, que hab¨ªan resultado esenciales en el ajuste colectivo, el Real encaden¨® un largo mon¨®logo durante el que el Betis apenas contemplaba el tr¨¢nsito de la pelota.
Todo funcionaba con precisi¨®n en el engranaje de Ancelotti. La m¨¢quina tej¨ªa desde atr¨¢s, atravesando la vigilancia rival como si se tratara de una cortina de vapor. Alaba aparec¨ªa por primera vez de inicio despu¨¦s de muchos meses, y no parec¨ªa haberse ido nunca: seguro en el corte, atrevido en la salida. Funcionaba esa l¨ªnea y tambi¨¦n la siguiente, con Tchouameni atento y Modric a cargo de la direcci¨®n. Por delante, todo eran amenazas: Vinicius, Rodrygo, Brahim y sobre todo Mbapp¨¦.
La presencia del franc¨¦s dominaba el centro, ahora con m¨¢s registros que ese desmarque el¨¦ctrico tan evidente. Se descuelga un poco, se gira y provoca el desconcierto. De ah¨ª puede salir un eslalon de regates, una descarga o un h¨ªbrido a¨²n m¨¢s letal, que es como desarm¨® al Betis. Recibi¨®, se gir¨®, desorden¨® con la amenaza de correr en diagonal al ¨¢rea y encontr¨® a Mendy avanzando por el otro lado. Su pase le dej¨® a solas con Adri¨¢n, a quien eludi¨® con un exquisito toque atr¨¢s a Brahim, que revent¨® la red.
El gol despert¨® a Isco. El exmadridista, resucitado con Pellegrini, se reencontr¨® con la pelota y comenz¨® a desactivar el trance fluido del Real. El pelot¨®n de Ancelotti se hab¨ªa lanzado a por el partido con esp¨ªritu de bandada, volando de manera arm¨®nica hacia delante, y tambi¨¦n hacia atr¨¢s. Pero cuando apareci¨® Isco empez¨® a descoserse, aflojaron en los regresos, y Jes¨²s Rodr¨ªguez y Antony ve¨ªan por fin luz por los costados. Crec¨ªa la influencia del malague?o y se dilu¨ªa el Madrid.
Por entonces, cuando el Betis caz¨® el empate, la lluvia a¨²n ca¨ªa con timidez. Johnny cabece¨® un c¨®rner botado por Isco. Courtois se encontr¨® de repente la pelota en la cara y no pudo despejar. El cielo sevillano abri¨® m¨¢s las compuertas y el Madrid sufr¨ªa bajo el doble chaparr¨®n de juego y agua. Parte del p¨²blico se hab¨ªa retirado a resguardarse cuando Johnny cabece¨® otro c¨®rner y Courtois dio algo m¨¢s de tiempo a su gente con otro de sus raptos de iluminado. El remate le lleg¨® levemente desviado por Tchouameni, y despu¨¦s de un bote en la hierba empapada. El belga dispar¨® el brazo derecho como liberado por un resorte y espant¨® la pelota de un manotazo.
El Madrid no recuperaba el hilo. Hab¨ªa pasado de la armon¨ªa coral a los espasmos el¨¦ctricos. Vinicius percut¨ªa como siempre por la izquierda, pero sin completar la conexi¨®n al otro lado. En cambio, Isco sosten¨ªa su tarea de desmantelamiento. A su alrededor orbitaba el Betis y se acumulaban los defensores del Madrid. Tantos, que se olvidaron de Jes¨²s Rodr¨ªguez, y el malague?o lo lanz¨® al espacio, solo rumbo a Courtois. R¨¹diger lo atropell¨® y cometi¨® un penalti del que se hizo cargo Isco, claro. Acert¨®, y dej¨® al Madrid braceando a contracorriente en una tarde que hab¨ªa estrenado desliz¨¢ndose con placidez, como silbando. Pero hab¨ªa dejado de ser divertido, y Courtois se encontr¨® con el susto del Cucho, que cruz¨® demasiado el tiro ante su salida.
Ancelotti recurri¨® al banquillo, primero con Camavinga y G¨¹ler, y despu¨¦s con el movimiento inesperado de retirar, con algo m¨¢s de un cuarto de hora por delante, a Mbapp¨¦ para confiar el ¨²ltimo tramo al hambre de Endrick, que sac¨® premio el mi¨¦rcoles en Anoeta. Al novato y a la agitaci¨®n de Vinicius, ya con m¨¢s revoluciones que acierto, e incluso al recurso desesperado de instalar a R¨¹diger como delantero centro. Nada. A tres d¨ªas de recibir al Atl¨¦tico en la ida de octavos de la Champions, el Madrid se encontr¨® descosido de nuevo por Isco, esa vieja historia.
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
4
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48 | 26 | 13 | 9 | 4 |
5
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44 | 25 | 12 | 8 | 5 |
6
![]() |
38 | 26 | 10 | 8 | 8 |
7
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36 | 26 | 9 | 9 | 8 |
8
![]() |
35 | 25 | 10 | 5 | 10 |
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
![]() |
56 | 26 | 16 | 8 | 2 |
2
![]() |
54 | 25 | 17 | 3 | 5 |
3
![]() |
54 | 26 | 16 | 6 | 4 |
4
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48 | 26 | 13 | 9 | 4 |
5
![]() |
44 | 25 | 12 | 8 | 5 |
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