Murray se queda

Los Juegos nunca defraudan. Su capacidad para generar grandes momentos resulta casi inagotable. No siempre est¨¢n necesariamente relacionados con la importancia de lo que est¨¢ en juego, ni se necesita que est¨¦ implicado directamente un compatriota. Basta con que se produzca una serie de circunstancias que dan como resultado un desborde emocional. Algunos los puedes prever, otros te pillan de sorpresa. Estos son los mejores.

Eran las diez de la noche del martes y la verdad que a esas horas ya iba bastante bien servido de deporte. Pero qui¨¦n se resiste a un ¨²ltimo zapeo por si acaso. Caigo...

Los Juegos nunca defraudan. Su capacidad para generar grandes momentos resulta casi inagotable. No siempre est¨¢n necesariamente relacionados con la importancia de lo que est¨¢ en juego, ni se necesita que est¨¦ implicado directamente un compatriota. Basta con que se produzca una serie de circunstancias que dan como resultado un desborde emocional. Algunos los puedes prever, otros te pillan de sorpresa. Estos son los mejores.

Eran las diez de la noche del martes y la verdad que a esas horas ya iba bastante bien servido de deporte. Pero qui¨¦n se resiste a un ¨²ltimo zapeo por si acaso. Caigo sin buscarlo en un partido de dobles masculinos de tenis. Un Gran Breta?a - B¨¦lgica absolutamente prescindible. Cuando estaba a punto de apagar la televisi¨®n, me fij¨¦ en que uno de los jugadores brit¨¢nicos me resultaba familiar. Y tanto. Era Andy Murray.

Mientras Nadal mantiene la inc¨®gnita sobre su futuro, en el caso de Murray no hay duda alguna. La persiana se baja esta semana en Par¨ªs. Sabiendo que quiz¨¢s ese partido ante dos desconocidos belgas podr¨ªa ser el ep¨ªlogo de la carrera de un extraordinario tenista maltratado por las lesiones, decid¨ª quedarme. Sabia elecci¨®n.

Despu¨¦s de ganar el primer set, a Murray y su compa?ero Evans se les fue complicando la vida. El segundo se resolvi¨® en un tie-break que termin¨® en un carrusel de angustiosas pelotas de partido para unos, bolas de set para los otros. 10-8 para los belgas y nos vamos al s¨²per tie-break a diez puntos. Para entonces el personal estaba enloquecido. Cada punto desataba una explosi¨®n sonora y el sumun se alcanz¨® cuando Gille y Vliegen, la pareja belga, contaba con dos pelotas de partido (9-7). La carrera de Murray estaba pr¨¢cticamente finiquitada.

Pero no. Los hados dictaron que no hab¨ªa llegado el momento, al menos esa noche y jugando unos octavos de final. En un giro que llev¨® al delirio a la grada, y por qu¨¦ no reconocerlo, a m¨ª mismo (termin¨¦ celebrando cada punto de Andy como si jugase mi hijo), los brit¨¢nicos levantaron las dos bolas de partido y sumaron a continuaci¨®n otras dos para cerrar el partido. ?Qu¨¦ saltos, qu¨¦ cara de felicidad, que emocionantes abrazos! Pero espera, cu¨¢l ser¨ªa mi sorpresa al rastrear un poco a Murray y enterarme de que en su anterior partido frente a una pareja japonesa, hab¨ªan levantado ???5 bolas de partido seguidas!!! en el s¨²per tie-break para acabar sano y salvo. Vamos, no me pierdo su siguiente partido por nada del mundo.

Supervivientes aparte, hoy no ha sido un buen d¨ªa para la delegaci¨®n espa?ola. Y mira que comenz¨® bien con las chicas de baloncesto, que por segunda vez ganaron un partido m¨¢s perdido que el de Murray. Esta vez la hero¨ªna ha sido Laura Gil, con un rebote y dos tiros libres con el reloj casi a cero. Me alegro infinitamente mientras recuerdo algo que escrib¨ª en el diario de Tokio 2020. Se titulaba Laura Gil en la hoguera. Resulta que Espa?a hab¨ªa sido eliminada en cuartos por Francia y Laura tuvo un par de errores en las ¨²ltimas jugadas. Le cay¨® la del pulpo sobre todo en redes sociales. Espero que todos aquellos que la pusieron a parir tengan ahora un momento para ensalzar a una jugadora que quiz¨¢s no es muy est¨¦tica pero que vale su peso en oro.

A partir de ah¨ª, se han ido por la gatera unas cuantas opciones de ¨¦xito. En el tatami de yudo o las aguas bravas de pirag¨¹ismo. La m¨¢s dolorosa en el foso ol¨ªmpico, donde ten¨ªamos dos finalistas de seis (F¨¢tima G¨¢lvez y Mar Moln¨¦) con la mejor puntuaci¨®n hasta la final. Ha sido un agobio de principio a fin. F¨¢tima ha empezado horrible y Mar ha ido de m¨¢s a menos. Total, ambas cuarta y quinta, las posiciones m¨¢s frustrantes en unos juegos. Me ha llamado la atenci¨®n que una especialidad que necesita una concentraci¨®n extrema se dispute en un ambiente de algarab¨ªa. Aplausos, m¨²sica, gente movi¨¦ndose de un lado a otro¡­ Leo despu¨¦s que G¨¢lvez se ha quejado de que a los hombres no se les trata as¨ª. De ser cierto, lo que no dudo, bienvenida la reivindicaci¨®n. Mejor momento no habr¨¢ hasta dentro de cuatro a?os.

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