El bronce frustrante de Enmanuel Reyes, ¡®El Profeta¡¯

Azul y rojo. Dos cubanos en el ring. Un bailar¨ªn y un gigante cazando moscas con guantes de boxeo. El esquivo Loren Berto Alfonso, el rey de la finta, espera con las manos bajas en esforzada imitaci¨®n de Muhammad Al¨ª, siempre en la distancia justa; Emmanuel Reyes, El Profeta, que le conoce de toda la vida, avanza de frente, mano izquierda arriba, la derecha preparada para replicar. Conecta algunos golpes, pero la mayor¨ªa de las veces se le escurre el felino, pese a sus 92 kilos, Alfonso, que quiere ser una anguila m¨¢s que una mosca, y se lleva un guante a la cabeza cuando cree que ha librado una acometida para decirles a los ¨¢rbitros, ?hab¨¦is visto que buena?

As¨ª dos asaltos. Es para desesperarse. ¡°Loren Berto buscaba desesperarle y le desesper¨®¡±, en efecto, dice Rafael Lozano, el t¨¦cnico espa?ol, que tambi¨¦n se desespera en su silla bajo el cuadril¨¢tero, y levanta la izquierda y dobla con la derecha, en una m¨ªmica que quiere que le llegue a su p¨²gil, que en el tercer asalto, ya desesperado, pues los dos primeros los ¨¢rbitros se los adjudicaron al rival (3-2, 4-1), se lanza con todo, furia ciega, y golpea al aire. Es una matin¨¦ en la Feria de Muestras de Par¨ªs. Es el combate por el derecho a disputar en un ring instalado en la pista central de Roland Garros la gran final que cerrar¨¢ las veladas de boxeo. El derrotado tiene el consuelo de que aunque no pelee la final recibir¨¢ en la misma pista Philippe Chatrier una medalla de bronce, y solo esa perspectiva calma terminada la pelea con derrota (4-1) al Profeta, de 31 a?os, que lleg¨® de Cuba a Galicia buscando ganarse la vida. ¡°Estoy agradecido con Dios por el resultado, por la medalla de bronce ol¨ªmpica. No es la que quer¨ªa, que era el oro, pero, bueno, es una medalla y un grano de arena para la delegaci¨®n espa?ola. Estoy supercontento con eso porque pude darle ese granito¡±, dice el Profeta despu¨¦s del combate, y encuentra en el bronce un consuelo a la frustraci¨®n interior de todo aquel que se cree injustamente derrotado, que no quiere revelar, quiz¨¢s recordando qu¨¦ diferente fue su derrota injusta en cuartos de Tokio 2020 ante otro cubano, Julio C¨¦sar la Cruz, La Sombra. ¡°Despu¨¦s de todo lo que he recorrido para llegar aqu¨ª, este bronce es grande, tanto para m¨ª como para mi familia, para mi hijo de nueve a?os. Todo el trabajo que hice para llegar a Espa?a y poder representarla, este es el resultado bueno. Estoy agradecido con Espa?a por darme la oportunidad¡±.

Nadie espera una reacci¨®n tan sosegada de un p¨²gil amante del show y de las bravuconadas conscientes, as¨ª es el folclore del boxeo, y ha patentado frases como ¡°voy a arrancar cabezas¡±, ¡°vamos a prender fuego a la torre Eiffel¡± o ¡°vamos a levantar a Napole¨®n de su tumba¡±. Y hasta cuando analiza el combate prefiere responder con una sonrisa de sarcasmo antes que la furia. ¡°Cuando hay que salir a remolque en el tercer asalto, siempre es m¨¢s dif¨ªcil¡±, explica. ¡°Sal¨ª a buscarlo, pero los ¨¢rbitros no vieron nada, no vieron esa parte m¨ªa, que conect¨¦ m¨¢s golpes, y solo le vieron a ¨¦l, que bailaba m¨¢s y levantaba la mano sin dar los golpes. No vieron mis golpes, vieron los de ¨¦l que nunca estuvieron, fueron fantasmas, pero, bueno, es lo que hay¡±.

Los dos, vencedor y vencido, son habaneros. Aunque solo se llevan tres a?os, 31 tiene Reyes, no coincidieron en La Habana en el equipo nacional. ¡°?l estaba en provincias, pero yo s¨ª que estaba en el equipo nacional. Claro que nos llevamos bien, pero esto es guerra¡±, dice el Profeta. ¡°Yo siempre ser¨¦ cubano pero defiendo la bandera espa?ola¡±. La busca de la supervivencia, sus pu?os, los llevaron a uno a Azerbaiy¨¢n y al otro a A Coru?a. ¡°Crec¨ª en una familia pobre. Necesito mantenerla. El salario aqu¨ª, en Azerbaiy¨¢n, es normal, me basta. Env¨ªo dinero a mi madre y a mi hija en Cuba¡±, dice Loren Berto, que pelear¨¢ por el oro el viernes a las 22.34, en unas frases que podr¨ªa repetir el Profeta, que vive en Espa?a con su padre, pero su madre sigue en Cuba. ¡°Fue por el bien de mi familia por lo que acept¨¦ estar lejos de ella. Es duro no ver a mi hija, pero tengo que hacerlo¡±.

Todos estos discursos no calman, sin embargo, la desesperaci¨®n de Balita, entrenador y director t¨¦cnico del boxeo ol¨ªmpico espa?ol, y tambi¨¦n el ¨²ltimo medallista ol¨ªmpico, 48 kilos, y por dos veces, bronce en Atlanta 96 y plata en S¨ªdney 2000 tras perder la final ante el franc¨¦s Brahim Asloum. ¡°Es un bronce frustrante¡±, afirma. Y su an¨¢lisis es contundente. ¡°El primer asalto no lo ha perdido mi p¨²gil. Ha dado los golpes m¨¢s claros, ha llevado el ritmo del combate. Loren Berto no ha hecho pr¨¢cticamente nada. El segundo asalto, igualmente, el segundo asalto le ha corrido a golpes y le han metido 4-1. Y ya el tercer asalto, pues normal, si ya ataca desesperado pues evidentemente te llega alg¨²n golpe m¨¢s pero que tampoco la perdi¨®. No entiendo el sistema de puntuaci¨®n que est¨¢n haciendo aqu¨ª. Sinceramente, no creo que haya perdido el combate¡±, dice el exboxeador cordob¨¦s, que de ni?o se dedicaba a la venta ambulante en su Cerro Muriano, e iba a la jura de bandera de los reclutas con una caseta de coca colas y cervezas. ¡°Le conoc¨ªamos bien a Loren Berto. En Italia le dimos por todos los lados, igual que ahora. Si ¨¦l no ha hecho nada por ganar, siempre bajando las manos, no tirando golpes¡­ Creo que los jueces [un norteamericano, un argentino, un iran¨ª, un noruego y un irland¨¦s; el ¨¢rbitro, indonesio]

est¨¢n cansados de ver muchos combates y no ven bien. Espero que recuperen la vista el mi¨¦rcoles, en la semifinal de los grandes pesos de nuestro Ayoub Ghadfa, aunque no s¨¦, el rival es Djamili-Dini Aboudou, un franc¨¦s¡­¡±

A las 15.33, el pabell¨®n del ferial, neutral durante el ¨²ltimo combate de la ma?ana, recupera el fervor patri¨®tico tricolor. Vuelve a cantarse La Marsellesa y allez les bleus. Vuelve Francia al ring.

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