Tras Tokio, la fiebre por la escalada sigue al alza en Le Bourget, templo de los Juegos de Par¨ªs
Alberto Gin¨¦s, defensor del oro en el estreno de la disciplina hace tres a?os, arranca con resultado discreto en la cita francesa pero se aferra a las pruebas de dificultad, de la que es especialista
Abrasa el sol en Le Bourget, el peque?o templo de la escalada que Par¨ªs 2024 ha levantado al norte de la ciudad, la ¨²nica instalaci¨®n construida espec¨ªficamente para los Juegos. Los 20 escaladores que participan en la modalidad de bloque y dificultad se atornillan los pies de gato, hasta cuatro n¨²meros menos que su talla habitual, y barnizan sus manos de magnesio mientras esperan que la megafon¨ªa cante su nombre. Comienza entonces la lucha por el segundo oro ol¨ªmpico de este deporte que se estren¨® en Tokio. ...
Abrasa el sol en Le Bourget, el peque?o templo de la escalada que Par¨ªs 2024 ha levantado al norte de la ciudad, la ¨²nica instalaci¨®n construida espec¨ªficamente para los Juegos. Los 20 escaladores que participan en la modalidad de bloque y dificultad se atornillan los pies de gato, hasta cuatro n¨²meros menos que su talla habitual, y barnizan sus manos de magnesio mientras esperan que la megafon¨ªa cante su nombre. Comienza entonces la lucha por el segundo oro ol¨ªmpico de este deporte que se estren¨® en Tokio. El primero se lo colg¨® un chaval cacere?o de 18 a?os llamado Alberto Gin¨¦s, casi un desconocido, un ¨¦xito tan inesperado que acab¨® por agobiarle. ¡°Fue una locura, no estaba acostumbrado a eso. Yo era un chico a quien a veces entrevistaba una revista de escalada y que le mandaba el art¨ªculo a su familia. Y de repente¡ el oro, la fama, entrevistas a todas horas, premios, galas y todo el mundo dici¨¦ndome lo bueno que era¡±, recordaba en EL PA?S antes de los Juegos, en el CAR de Sant Cugat donde se entrena.
Aquel Alberto Gin¨¦s ya no existe. Cuando la organizaci¨®n de la prueba le presenta como el campe¨®n, la grada rompe en aplausos. Ah¨ª monta ruido un grupo de unas 30 personas, entre familiares y amigos, que le empujan cuando se enfrenta al primer ejercicio. La escalada ol¨ªmpica es un ser en evoluci¨®n, y si en Tokio 2021 el oro se reparti¨® uniendo las tres modalidades, bloque, dificultad y velocidad, en Par¨ªs las dos primeras van de la mano, y en Los ?ngeles 2028, centro del deporte callejero, cada una ir¨¢ por su cuenta. Este lunes es la sesi¨®n clasificatoria del bloque, una pared de 4,5 metros dividida en cuatro tramos independientes, cada uno de ellos con presas que otorgan 5, 10 y 25 puntos (zona baja, alta y top) para quien las agarre al menos tres segundos. Es decir, una puntuaci¨®n m¨¢xima de 100 para una perfecci¨®n imposible en cinco minutos por bloque. El mi¨¦rcoles ser¨¢ el turno de la dificultad o cuerda, una pared de 15 metros puntuada de abajo a arriba de 0 a 100 (cuanto m¨¢s se sube, m¨¢s dif¨ªcil y m¨¢s cuenta). Los ocho mejores combinando ambas citas pasar¨¢n a la final del viernes.
Gin¨¦s es especialista en dificultad, y a eso se aferra, a la remontada, despu¨¦s de una sesi¨®n discreta en bloque, 14? posici¨®n con 28,7 puntos as¨ª repartidos: 9,9, 9,7, 4,1 y 5. En los dos primeros retos subi¨® hasta la zona alta. En los dos ¨²ltimos, solo hasta la baja. Ning¨²n top. ¡°Ha sido una ronda dif¨ªcil, no estoy contento, pero todo se decidir¨¢ el mi¨¦rcoles en la cuerda, que es mi fuerte¡±, afirma, las manos blancas, un drag¨®n tatuado en el antebrazo, optimista porque del octavo puesto le separan solo 5,5 puntos. Compite entonces el prodigio japon¨¦s Sorato Anraju, de 17 a?os, que vuela, dos tops, y marca un 69. Otro nivel.
La competencia se ha disparado desde Tokio. Y la divisi¨®n de especialidades ha convertido esta parte del torneo en un concurso de escaladores puros donde tambi¨¦n pujan el checo Adam Ondra y el alem¨¢n Alex Megos, dos hombres acostumbrados a los descubrimientos en la roca, a las v¨ªas que solo ellos ven. No es ese el mundo de Alberto Gin¨¦s, que se encierra en el CAR de Sant Cugat con David Maci¨¤, su entrenador de siempre, por fin con las instalaciones que reclamaban, y ah¨ª preparan primero el preol¨ªmpico de Budapest donde el cacere?o consigue la clasificaci¨®n, y luego estos Juegos de Par¨ªs. Ya no vive en el mismo centro, sino que a los 21 a?os ha alquilado una casa cercana y ah¨ª desconecta, cocina, lee (ha acabado El juego del ¨¢ngel, de Carlos Ruiz Zaf¨®n), le da a los videojuegos.
Su oro tambi¨¦n ha alimentado la fiebre por la escalada deportiva en Espa?a, y son casi 350 roc¨®dromos los que hay, Madrid y Barcelona a la cabeza de una pasi¨®n que no para de crecer. De ella se nutre Leslie Romero, la otra representante espa?ola en Par¨ªs, que termina octava en velocidad (subir lo m¨¢s r¨¢pido posible el muro de 15 metros, y ella lo hace en 7,26 segundos) y el mi¨¦rcoles disputar¨¢ los cuartos.
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