La Espa?a de Craviotto enciende la m¨¢quina de cosechar medallas del pirag¨¹ismo
La flotilla espa?ola de canoas y kayaks comienza las jornadas de finales del campeonato ol¨ªmpico con un bronce en C-2 y otro en K-4
Sa¨²l Craviotto emergi¨® del canal de Vaires-sur Marne, este jueves de can¨ªcula en Par¨ªs, con el aplomo que le confiere su condici¨®n de gran sacerdote de la pala. Portaba la medalla que acababa de ganar, bronce en K-4, la sexta de su carrera, cifra que corresponde al medallista m¨¢s productivo de la historia ol¨ªmpica de Espa?a, y la que convert¨ªa al pirag¨¹ismo, con 23 medallas, una m¨¢s que la vela, en la m¨¢quina cosechadora por excelencia del deporte espa?ol en los Juegos. Pocas federaciones pueden presumir de mayor estabilidad y eficiencia en la procelosa constelaci¨®n que alimenta el Consejo Superior de Deportes con menos gloria que sobresaltos.
¡°Las cosas se est¨¢n haciendo muy bien en la federaci¨®n y entre los entrenadores, y se est¨¢ trabajando muy bien la base porque ves que salen chavales con mucha garra¡±, dijo Craviotto. ¡°?Ves chavales de 20 a?os sin miedo que salen a la final con el cuchillo entre los dientes a pelear por una medalla ol¨ªmpica!¡±.
Craviotto dio su bendici¨®n a Joan Antoni Moreno y Diego Dom¨ªnguez. El mallorqu¨ªn de 21 a?os y el madrile?o de 20 acababan de ganar el bronce en el esprint de 500 metros de canoa para dos tripulantes, el C-2, correspondiente a la primera final del campeonato de aguas tranquilas que se celebra en los Juegos. ¡°?T¨ªo somos bronce!¡±, gritaba el madrile?o al pasar por la meta. Sus alaridos le dejaron ronco. Acababan de remontar a los alemanes, los h¨²ngaros y los rusos bajo bandera neutral. Se subieron al palco por nueve cent¨¦simas de segundo. Fue tan inesperado que hasta hace un par de meses los elegidos para representar al C-2 en Par¨ªs eran Tano Garc¨ªa y Pablo Mart¨ªnez, los amigos sevillanos que ganaron el Mundial de 2022 y que ellos hab¨ªan eliminado en una prueba selectiva de ¨²ltima hora. La clase de exhibici¨®n que se permite la federaci¨®n que dirige Javier Herranz, en donde la competencia en la base es efervescente, como observ¨® Diego Dom¨ªnguez: ¡°?Sab¨ªa que dar¨ªamos un show! En Espa?a tenemos el mejor C-2 del mundo porque hay cuatro embarcaciones de nivel top. Nosotros llevamos entrenando para preparar el barco desde octubre del a?o pasado. No es tanto. Pero cuando hay potencia y calidad las cosas van bien. ?Si veis los b¨ªceps de Joan, seguramente eso ayude a entenderlo! Yo nada m¨¢s dirijo el barco y poquito m¨¢s¡±.
Joan, que palea delante de la canoa, fue el encargado de sortear el oleaje que se levant¨® en plena regata. Un obst¨¢culo imprevisto y determinante en un deporte que se decide por fracciones de cent¨ªmetro. ¡°Cuando hay olas intentas poner las piernas duras¡±, explic¨® el motor de la nave, ¡°intentas mantener el cuerpo m¨¢s erguido, frenar un poco la cadencia buscando un poco el equilibrio y rezar para que no te tire¡±.
El agua es ambigua. Es dura y es fuente de inestabilidad. El arte del canotaje consiste en ablandar el agua y proyectarse sobre ella en l¨ªnea recta del modo m¨¢s en¨¦rgico y equilibrado posible hasta que la embarcaci¨®n alcanza el roce m¨ªnimo, en la frontera entre las mol¨¦culas de l¨ªquido y aire. Hace falta el cerebro de un astronauta para gestionar un minuto y medio de carrera fren¨¦tica sobre un kayak con forma de aguja en el que trajinan cuatro tripulantes. Sa¨²l Craviotto es el administrador que estabiliz¨® las emociones de sus compa?eros, marc¨® el ritmo de palada, y orient¨® a los motores, el gigante Carlos Ar¨¦valo y el eficient¨ªsimo Marcus Cooper, los que meten fuerza en el arranque, y a Rodrigo Germade, el que hace las veces de timonel, el de mayor tacto, el que negocia los apoyos m¨¢s dif¨ªciles porque ¨¦l mete las cucharas en el agua que sus compa?eros acaban de remover.
El kayak espa?ol vol¨® en el arranque de la final. Craviotto y sus compa?eros se pusieron primeros con diferencia en el paso por el hect¨®metro y cuando cortaron el meridiano solo les pod¨ªan seguir Australia, que ven¨ªa de batir el r¨¦cord ol¨ªmpico en las semifinales, y Alemania, triple campe¨®n sucesivo desde 2012, el Deutschevier, una leyenda. ¡°Nuestra baza era la salida¡±, explic¨® el entrenador del K-4, Miguel Garc¨ªa. ¡°Explotar ese primer 200 con fuerza, conservar la inercia y gestionarla. Lo que pasa es que cuando tienes viento en contra la regata se hace m¨¢s dura. Sab¨ªamos que ten¨ªamos que sufrir al final. Los australianos nos sorprendieron. Nos pasaron por una d¨¦cima porque fueron m¨¢s resistentes¡±.
El organismo de los espa?oles, sobre todo de Craviotto y Ar¨¦valo, est¨¢ m¨¢s preparado para la velocidad que para la resistencia. Cuando el ¨¢cido l¨¢ctico se dispara, pasado el minuto de acci¨®n al cien por cien de potencia, los m¨²sculos de los palistas de Espa?a aguantan menos. Craviotto dijo que si se dobl¨® sobre el barco al conocer el marcador final (bronce con 1m 20,05s, por detr¨¢s de Australia con 1m 19,84s y Alemania con 1m 19,80s), no fue por decepci¨®n sino por quemaz¨®n. ¡°Estaba jodido¡±, dijo, ¡°no por el color de la medalla, sino porque son 500 metros, y yo en el 400 ya iba picando pala. Mojando apenas. Sin meter fuerza. Iba muerto. Me dej¨¦ todas las energ¨ªas. El alma. Para m¨ª ha sido una final so?ada. Hemos salido con determinaci¨®n, como hay que salir a las finales, si sales a especular con estrategias se te complica¡±.
Craviotto estaba feliz. Aliviado, incluso. A sus 39 a?os la experiencia le dict¨® que el podio del K-4 corr¨ªa peligro. ¡°Despu¨¦s de la semifinal hemos ido al hangar cabizbajos, con dudas¡±, reconoci¨®. ¡°Nos hemos tenido que lanzar mensajes de ¨¢nimo: ¡®Tranquilos, que esto no se ha acabado, tenemos una oportunidad m¨¢s¡¯. Ten¨ªamos dos horas entre la semi y la final y surgieron interrogantes. Corrimos muy bien la eliminatoria, pero en la semifinal pasaban cuatro, ¨¦ramos cinco, y pas¨® lo t¨ªpico, que te relajas un poquit¨ªn. No quisimos gastar energ¨ªas y nos dieron un poquito para el pelo. Nos ganaron los australianos¡. ?y los serbios! Eso gener¨® dudas: ¡®?Y si no estoy?¡¯. Pero una final ol¨ªmpica se gana con la cabeza. El f¨ªsico es importante, pero lo determinante en el deporte es la lucha constante en tu cabeza. Puedes entrar en un bucle peligroso falt¨¢ndote dos horas para la final. As¨ª es que nos pasamos dos horas anim¨¢ndonos a nosotros mismos con mensajes. Si no, ?qui¨¦n nos va a animar?¡±
¡°El momento cr¨ªtico¡±
En un deporte que gravita sobre la capacidad de sincronizaci¨®n, porque lo contrario a la sincron¨ªa ofrece resistencia al agua y es un desperdicio de energ¨ªa, en donde los palistas deben acoplarse con caderas y brazos para actuar como un solo hombre, cualquier tipo de ansiedad en uno de los tripulantes puede alterar la armon¨ªa imprescindible. No es en la carrera cuando esto sucede, sino en las horas previas. ¡°El momento cr¨ªtico es 20 minutos antes de la competici¨®n¡±, explica Miguel Garc¨ªa, ¡°cuando vas a salir a calentar. Ah¨ª es cuando las dudas te pueden hacer perder una medalla. Ah¨ª los directores son Sa¨²l y Cooper porque controlan muy bien las emociones. No solo las externas sino las propias. Sabe focalizar y encauzar todos los est¨ªmulos de forma positiva en el momento clave. Y donde hay motivos para dudar, ellos encuentran razones para ir a por todo¡±.
Los cormoranes y los gansos volaban sobre el inmenso canal, semejante a un lago, en el norte de Par¨ªs. El p¨²blico enloquec¨ªa. El deporte n¨¢utico arrastra multitudes bulliciosas y amigables, especialmente de Europa central. ¡°Lo importante es que dimos espect¨¢culo¡±, observ¨® el veterano. ¡°Que los amantes del pirag¨¹ismo se pongan de pie y disfruten. Una medalla de bronce me sabe a gloria¡±.
A sus 39 a?os y con la sexta medalla conquistada, Craviotto habl¨® con la serenidad del que ha traspasado todas las fronteras. Cuando le preguntaron por la dimensi¨®n de su obra se encogi¨® de hombros. ¡°No quiero que me recuerden como un t¨ªo que gan¨® seis medallas¡±, dijo. ¡°M¨¢s que las medallas, lo que m¨¢s valoro de mi carrera es haber estado en Pek¨ªn, Londres, Tokio y Par¨ªs. Son muchos a?os entre ciclo y ciclo, y estar arriba, arriba, arriba¡ Nunca le he dado importancia al n¨²mero de medallas. Hay deportistas que aspiran a tres, cuatro o cinco medallas en unos Juegos. Y hay deportes como el taekwondo o la halterofilia en los que solo aspiras a una. ?Qui¨¦n es mejor deportista? Los rankings nunca me han gustado. Me gustar¨ªa que mi legado fuera el de la lucha y la constancia. Ya est¨¢¡±.
El gran sacerdote del pirag¨¹ismo guard¨® la pala y se fue de vacaciones con sus hijas y sus padres. Dijo que emplear¨¢ el descanso para pensar en su futuro. ¡°Igual decido aguantar un a?o m¨¢s¡±, anticip¨®, ¡°o igual cuando vuelva de vacaciones me subo a la piragua y digo: ?se acab¨®!¡±.
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