Senante y Carrera: dos pioneras del baloncesto separadas por medio siglo
Una fue la capitana de la primera selecci¨®n espa?ola de la historia, de la que esta semana se cumplen 58 a?os. La otra, destinada a ser una estrella en la liga estadounidense, disputar¨¢ desde el jueves 17 el Eurobasket, su primer gran torneo internacional
Son dos vidas que corren en paralelo, tan parecidas y tan dis¨ªmiles como permite el tiempo que separa las aventuras de una y otra. Un 16 de junio de 1963 Espa?a jug¨® su primer partido internacional de baloncesto femenino. Perdi¨® en Malgrat de Mar contra Suiza, pero dos d¨ªas m¨¢s tarde se resarci¨® en Barcelona, en el Gran Price: 47-39. Pepa Senante (Madrid, 1943) fue la capitana de esa primera victoria y durante los siguientes ocho a?os. Una fecha hist¨®rica, portadas de prensa que de pronto prestaban atenci¨®n a un grupo de 12 mujeres deportistas. Para Raquel Carrera (Ourense, 2001) el Eurobasket que esta semana da comienzo ser¨¢ su primer torneo internacional con la camiseta de la Roja: los primeros pasos de la joven prodigio del baloncesto espa?ol, la jugadora elegida en el n¨²mero 15 del draft de la WNBA, logro nunca antes alcanzado. ?En qu¨¦ se asemejan los caminos de ambas hacia la pr¨¢ctica del baloncesto y hasta la selecci¨®n? ?Cu¨¢nto hemos cambiado? Dos preguntas clave y un denominador com¨²n: el esfuerzo de dos mujeres de distintas ¨¦pocas que en los momentos de duda apostaron por el deporte.
Comienzos: ?qu¨¦ las llev¨® al baloncesto?
La madre de Pepa Senante jug¨® al tenis y al handball, como todav¨ªa era conocido el balonmano. Ella coquete¨® con el hockey en patines, pero no hab¨ªa entrenadoras y, en su colegio, el Jes¨²s Mar¨ªa de Madrid, las monjas consideraron mejor idea reconducirla al baloncesto, deporte que s¨ª ense?aban monitoras y que luego practicar¨ªan tambi¨¦n sus hermanas Almudena y Maite. Lo que resultaba natural en su entorno ¨Cmujeres deportistas¨C no lo era todav¨ªa para la sociedad de su ¨¦poca, como descubrir¨ªan en alg¨²n episodio de recuerdo no tan agrio como podr¨ªa serlo: se llev¨® un paraguazo en el banquillo durante un partido en Granada. Algo ¡°anecd¨®tico¡±, dice. Pepa pas¨® del equipo del colegio a uno conformado por varias escuelas y, de ah¨ª, a la primera divisi¨®n, organizada por la Secci¨®n Femenina, brazo del franquismo para la mujer. ¡°Para jugar uniformadas ¨ªbamos todas a El Corte Ingl¨¦s y escog¨ªamos polos blancos Fred Perry y faldas de tenis, cada cual de su talla. Era la soluci¨®n m¨¢s sencilla¡±.
Es verano, su hermano, cuatro a?os mayor, y su padre se escapan al parque a echarse unas canastas. Raquel Carrera insiste en acompa?arlos desde que es un mico. Esos son sus primeros recuerdos baloncest¨ªsticos. Despu¨¦s, pronto, vino el equipo mixto de las Josefinas, su colegio en Ourense. ¡°Cuando ten¨ªa 13 a?os mi padre me posteaba, pod¨ªa hacerme mates en la cara¡±. ?Y ahora? ¡°Ahora ya no quieren jugar uno contra uno ni mi hermano ni ¨¦l, prefieren que nos echemos unos tiros¡±, r¨ªe Carrera ¨Cla ala-p¨ªvot roza el metro noventa¨C, que explica al tel¨¦fono desde la concentraci¨®n de la selecci¨®n espa?ola que su amor hacia este deporte tiene mucho que ver con que jugaba entre amigas, con lo que sent¨ªa jugando en esos comienzos. ¡°Me enganch¨¦¡±.
Carrera deportiva: ?c¨®mo se volvi¨® algo serio?
Ese punto empieza para Pepa Senante con unas siglas y un tren, aunque lo cierto es que nunca lo percibi¨® como una obligaci¨®n o una carga. Nunca dej¨® de ser una pasi¨®n l¨²dica. Se crea el CREFF, Colegios Reunidos de Educaci¨®n F¨ªsica Femenina, entrenado por Ita Poza, y comienzan los viajes por la piel de toro y las rivalidades. ¡°Los llam¨¢bamos trenes de los indios, ?imaginas? 12 horas de Madrid a La Coru?a en segunda. Ya lo ten¨ªamos organizado: cada una llevaba una cosa y cen¨¢bamos por el camino: tortilla, bocadillos. Nos lo pas¨¢bamos muy bien, nos hemos re¨ªdo mucho¡±. Entrenaban hasta cuatro veces por semana aunque la disciplina, dice, distaba mucho de los est¨¢ndares actuales. ¡°Una vez se les ocurri¨® llevarnos a correr a la Casa de Campo con Bernardino Lombao, campe¨®n de 1.500 metros. ?Aquello era un rollo! Apenas pod¨ªamos hablar. Yo me sent¨ªa como en un chiste de Gila, de la Casa de Campo a casa y de casa a la Casa de Campo¡¡± Confiesa que no sabe si habr¨ªa soportado los rigores de la preparaci¨®n f¨ªsica y la nutrici¨®n del baloncesto de hoy, si bien es cierto que Senante nunca se gan¨® la vida con su desempe?o en la pista. ?Nunca cobraste? ¡°Nunca. Lo ten¨ªamos que compatibilizar con otros trabajos, yo ganaba algo entrenando en colegios. Bueno, s¨ª: en uno de mis ¨²ltimos partidos de exhibici¨®n, contra Australia, creo recordar, nos pagaron 600 pesetas¡±. Se retir¨® en 1972, antes de cumplir los 30.
Raquel Carrera, con 13, se mud¨® de ciudad por el baloncesto. Jugaba por diversi¨®n aunque desde muy temprano, cuenta, vislumbr¨® ah¨ª una carrera. Primero llegaron las becas; con 17, su primer contrato. ?Te afect¨® saber que se volv¨ªa profesi¨®n? ?Que iban a exigirte m¨¢s? ¡°No, sigo sintiendo la misma ilusi¨®n¡±. En el Celta, en Vigo, viv¨ªa con una chica mayor, ¡°una segunda madre¡± que le ense?¨® a cocinar y a manejarse sola. ¡°Hubo veces en que me dejaba la sart¨¦n al fuego, en que olvidaba las llaves y ella, que trabajaba, ten¨ªa que venir a abrirme¡ Fue un aprendizaje. Con 15 o 16 a?os ya era aut¨®noma y compart¨ªa aula con compa?eros de clase que estaban a otra cosa¡¡± Raquel reivindica la madurez que adquiri¨®: ¡°Te obliga a saber gestionar el tiempo, a ser m¨¢s eficaz. En segundo de bachillerato tuve momentos de duda, pens¨¦ en dejar el baloncesto y dedicarme a estudiar. Pero mis padres, por fortuna, me apoyaron, me dec¨ªan que ni todos los d¨ªas ten¨ªa que ser excelente en la pista si estaba agobiada por los estudios ni se acababa el mundo en un examen, que siempre habr¨ªa otro test, otra oportunidad para alguien que se esforzara como yo¡±. Ahora, adem¨¢s de ser decisiva para los triunfos de su equipo en la Liga Endesa, el Valencia Basket ¨Ccampe¨®n de Eurocup con dos tiros libres suyos convertidos con el tiempo cumplido¨C, Raquel Carrera estudia un grado universitario de Nutrici¨®n. ¡°M¨¢s tarde tal vez haga Fisioterapia tambi¨¦n¡±.
Representar a tu pa¨ªs: primera llamada del equipo nacional
A Pepa Senante y al resto de aspirantes a conformar el primer equipo nacional femenino las concentraron en la Ciudad Universitaria de Madrid, chicas llegadas de Valencia, Granada, Barcelona¡ ¡°All¨ª estaba Cholo M¨¦ndez, el que ser¨ªa el primer seleccionador. Asisti¨® a los entrenamientos, nos vio jugar y fue realizando descartes: t¨² sigues¡¡± La lista definitiva la compusieron: Mabel Mart¨ªnez, Isabel G¨®mez de Frutos, Antonia Gimeno, Mari Cruz Hurtado de Mendoza, Teresa P¨¦rez Villota, Montserrat Bob¨¦, Mar¨ªa Luisa Rosales, Angelines G¨®mez, Margarita Tamayo, Isabel D¨ªez de Lastra, Luisa Puentes y ella misma. Y Pepa Senante era la capitana del equipo campe¨®n de liga as¨ª que, tras la derrota inicial, le otorgaron el brazalete. Hab¨ªa 2.000 personas en la grada y, como teloneros, tuvieron un par de partidos masculinos. ¡°En esta ocasi¨®n nos prestaron el uniforme, que ten¨ªamos que devolver limpio despu¨¦s, y en los pies calz¨¢bamos todas las mismas zapatillas Eya que nos hab¨ªamos comprado en la calle de Ponzano (Madrid)¡±. Tras esos dos encuentros de junio de 1963, en nueve a?os, solo jugaron ocho m¨¢s, de nuevo contra Suiza, Hungr¨ªa, Francia¡ ¡°Supongo que fue tarea imposible hacer m¨¢s sin patrocinadores por entonces¡±. Solo con el tiempo Senante se ha ido percatando de su condici¨®n de pionera, del camino abierto para otras baloncestistas. ¡°Por suerte, mis padres y hermanas me fueron ayudando a guardar los recortes de prensa¡±. Conserva los ¨¢lbumes, siempre a mano para que la acompa?en mientras ve ¨Csi puede no se pierde ninguno¨C los partidos de las que hoy integran la selecci¨®n.
Raquel Carrera debut¨® con la selecci¨®n a finales del a?o pasado con 12 puntos y 10 rebotes. 18 de valoraci¨®n. Creci¨® viendo por la tele a Laia Palau o Alba Torrens y ahora comparte convocatoria con ellas para el que ser¨¢ su primer torneo internacional de selecciones, un Eurobasket en el que Espa?a defiende corona. ¡°Es algo que por mucho que esperes o desees te hace sentir incre¨ªble. Verlas me inspir¨® a m¨ª, ojal¨¢ ahora alguna ni?a me vea y le sirva para querer jugar¡±. Dice que vivirlo est¨¢ siendo mucho mejor que verlo por televisi¨®n, aunque su condici¨®n de novata le haya reportado alguna extra?a tarea: ¡°un d¨ªa se acercaron Laia y Alba y nos dijeron que hab¨ªan venido unas extraterrestres de las que tendr¨ªamos que cuidar. Hay fotos nuestras de partidos con cuatro mu?ecos hinchables vestidos de Espa?a por ah¨ª¡±, cuenta entre carcajadas Raquel. ¡°Aqu¨ª dentro se percibe el entusiasmo. El grupo est¨¢ muy unido y nos han acogido muy bien. Daremos todo de nosotras para hacer el mejor papel en el Eurobasket¡±.
Equipo, escuela de valores y fuente de amistades
Pepa Senante puede haber olvidado muchos detalles de aquello que sucedi¨® hace m¨¢s de medio siglo y, sin embargo, es capaz de enumerar una a una a sus compa?eras de equipo y de selecci¨®n, va busc¨¢ndolas y se?al¨¢ndolas en las distintas fotograf¨ªas que va hojeando. Eran sus amigas, las que le hac¨ªan disfrutar dentro y fuera de la pista, con las que ejecutaba jugadas de pizarra a la perfecci¨®n ¨C¡±Milagros Couchou y Esperanza Bern¨¢ldez sol¨ªan ser las p¨ªvots: una bloqueaba en la l¨ªnea de tiro libre y otra estaba debajo del aro; yo se la pasaba sin casi botar y segu¨ªa la jugada y, o bien la met¨ªan, o bien se la pasaban a Chelo Nava, que esperaba abierta, ?c¨®mo tiraba Chelo Nava!¡± ; las c¨®mplices con las que, tambi¨¦n, compart¨ªa ese sue?o com¨²n que es ahora un hito de la historia del deporte espa?ol.
Las amigas de Raquel Carrera, lo que ella llama ¡°su grupo¡±, sigue siendo el de aquellas chicas con las que comenz¨® a jugar al baloncesto. Cada verano, durante las vacaciones, una pachanga es la excusa para que vuelvan a juntarse; la noche en que se celebr¨® el draft en el que la escogieron las Atlanta Dream de la WNBA Raquel se fue a la cama. Ten¨ªa partido al d¨ªa siguiente, no pod¨ªa permitirse estar despierta hasta la madrugada. Fueron sus amigas las que velaron armas, las que le dieron la noticia. Amaneci¨® con cientos de llamadas y mensajes. ¡°Siempre me han acompa?ado y, si no hay contratiempos, estar¨¢n en el Eurobasket conmigo¡±. Pero a?ade m¨¢s: ¡°cada equipo en el que he estado es una familia, son la gente con la que pasas casi todas las horas del d¨ªa, es uno de los mejores aspectos de este deporte¡±.
Mensajes cruzados: ?qu¨¦ se dir¨ªan Pepa Senante y Raquel Carrera?
Pepa: ¡°Consejos no puedo darle, me da cien mil vueltas. Pero s¨ª me gustar¨ªa pedirle que nunca olvide por qu¨¦ empez¨® a jugar, que conserve esa ilusi¨®n. Creo que si algo compartimos las que jugamos entonces y las que juegan ahora es la motivaci¨®n: jugamos a pesar de todo, y lo que se aprende en una cancha y un equipo es un estudio reconcentrado de lo que es la vida¡±.
Raquel: ¡°Si estamos aqu¨ª es porque antes estuvieron ellas. Porque otras fueron el referente para que aprendi¨¦ramos el camino de la ilusi¨®n y el sacrificio. El baloncesto es un deporte que te llena. Te ayuda en cualquier momento de tu vida. Con una pelota te puedes olvidar de muchas cosas. Te echas unos tiros en una pista y se te pasa todo."
#LoInteligenteEsSeguir
Descubre gracias al proyecto Basket Girlz de Endesa las historias de todas estas deportistas, cient¨ªficas o l¨ªderes culturales y empresariales que tienen algo en com¨²n: se forjaron en una cancha de baloncesto. De este deporte adquirieron valores que les han servido para el resto de retos de la vida. www.proyectobasketgirlz.com