Si quieres tener hijos sanos y m¨¢s listos, empieza por moverte t¨² del sof¨¢
La neurocient¨ªfica, catedr¨¢tica de Fisiolog¨ªa y exjugadora de baloncesto Raquel Mar¨ªn explica los beneficios para tu mente de practicar un deporte colectivo: generar m¨¢s neuronas, mayor longevidad y calidad de vida, mejores habilidades sociales y el mejor legado posible para tu descendencia
Con nueve a?os, la neurocient¨ªfica y catedr¨¢tica de Fisiolog¨ªa de la Universidad de La Laguna (Tenerife) Raquel Mar¨ªn (Madrid, 1975) rozaba el metro ochenta. Con 12 dio el ¨²ltimo estir¨®n: 184 cent¨ªmetros. Por ponerlo en contexto, m¨¢s de lo que med¨ªa Pau Gasol a esa edad. ¡°Era todo complejos: cabeza de ni?a en cuerpo de mujer¡±. En un viaje a Vigo descubri¨® a otras chicas de su altura y, sobre todo, el baloncesto, el compa?ero de viaje que, ateni¨¦ndonos a sus palabras, hizo de ella quien es: la cient¨ªfica que se doctor¨® en Canad¨¢ e investig¨® en algunos de los centros m¨¢s prestigiosos de EE UU, la mujer cuyos estudios demuestran que contra el deterioro neurodegenerativo hay mucho que podemos hacer. ?El qu¨¦? Comer bien y, sobre todo, deporte (mejor a¨²n si es uno colectivo): porque al correr se generan neuronas; porque los cerebros de los integrantes de un equipo se sincronizan, y esa comunicaci¨®n es un gimnasio para ellos; porque hasta las malas posturas pueden acelerar nuestro desgaste cognitivo, porque los hijos de padres activos heredan m¨¢s factores de crecimiento nervioso y, por tanto, m¨¢s neuronas y mejor conectadas¡
Mar¨ªn aduce un sinf¨ªn de razones, que va desgranando detalladamente, citando resultados hallados en experimentos de aqu¨ª y de all¨¢, en Suecia o con j¨®venes crecidos en la guerra de los Balcanes o con cobayas que giran en la noria de sus jaulas. ¡°Cuida de tu cerebro y ¨¦l cuidar¨¢ de ti en el futuro¡±, repite. Aunque, antes, se remonta a lo que para ella fue el principio. ¡°El baloncesto me cambi¨® radicalmente la vida. Lo que era un trauma, mi altura, se convirti¨® en un potencial enorme.¡±
El baloncesto, aliado del cerebro
Para ser m¨¢s longevo y alcanzar mejor calidad de vida, para tener una descendencia saludable e incluso para disfrutar de mejores aptitudes sociales, practica deporte. Estar¨¢s cuidando de tu cerebro. La neurocient¨ªfica y catedr¨¢tica de fisiolog¨ªa Raquel Mar¨ªn explica a continuaci¨®n por qu¨¦:
Si juegas a baloncesto¡
Tu descendencia tendr¨¢ un mejor cerebro
Dos gemelos id¨¦nticos tienen el mismo ADN. Sin embargo, luego uno puede ser m¨¢s delgado que otro, m¨¢s extrovertido... Los padres pueden legar a sus descendientes ciertos rasgos de comportamiento, marcadores que har¨¢n que se activen unos u otros genes. Los beneficios de que practiques deporte pueden continuar en tus hijos.
Ser¨¢s m¨¢s creativa
La creatividad necesita que se activen muchas zonas diferentes del cerebro. Se requiere que estemos primero con la mente relajada para pasar posteriormente a la acci¨®n. Algo parecido ocurre cuando vas a tirar un tiro libre: Concentraci¨®n, olvidarte del exterior y apuntar bien para conseguir el ¨¦xito.
Aprender¨¢s m¨¢s r¨¢pidamente
El ejercicio f¨ªsico y la puesta en com¨²n del grupo para alcanzar un objetivo generan una mayor ¡°sincronizaci¨®n de cerebros¡±, lo que permite que aprendamos m¨¢s r¨¢pidamente y con estrategias m¨¢s eficaces. Como cuando el equipo trabaja con una t¨¢ctica para conseguir la canasta de tres puntos en el ¨²ltimo segundo y ganar as¨ª el partido.
Tendr¨¢s mejor memoria
Mover las piernas es un mecanismo de ayuda a la memoria. El cerebro humano se forj¨® caminando en el grupo social, con el juego, con la ubicaci¨®n espacial y la memorizaci¨®n de aquello que generaba mejores resultados en los objetivos propuestos. Cuando juegas en equipo en la cancha, est¨¢s trabajando la actividad memor¨ªstica y el aprendizaje.
Tomar¨¢s decisiones acertadas
La toma de decisiones adecuada precisa del desarrollo de diversas habilidades mentales. Cuando te esfuerzas por empatizar con las otras jugadoras de tu equipo, te adelantas al movimiento de tu defensa o decides tirar a canasta est¨¢s forjando herramientas que te ayudar¨¢n a tomar decisiones y a sopesar los riesgos, el fracaso y el ¨¦xito en todas las facetas de tu vida.
Tendr¨¢s mejor coordinaci¨®n
El cuerpo est¨¢ conectado con la mente y la mente con el cuerpo. La actitud corporal forja gran parte de la forma de pensar. Cuando visualizamos corporalmente un movimiento o una acci¨®n podemos tambi¨¦n modificar la forma de forjar el pensamiento. La actividad motora se coordina en el cerebro, y el baloncesto permite tener la coordinaci¨®n muy entrenada para cualquier actitud ante la vida.
Y adem¨¢s...
Su condici¨®n de deporte colectivo lleva otros beneficios asociados en el plano psicol¨®gico: para la autoestima, para ser mejor persona, para aprender a comunicarte mejor y para tener mejores relaciones afectivas y de amistad.
Ilustraciones: Isabel Moreno
El suyo fue un ascenso mete¨®rico. Con 15 a?os ya hab¨ªa debutado en la m¨¢xima categor¨ªa nacional en el Iberia, un club de baloncesto femenino patrocinado por la aerol¨ªnea espa?ola. Corr¨ªa el final de los a?os ochenta. ¡°Me romp¨ª dientes, tobillos¡ descubr¨ª lo que era pertenecer a un grupo, luchar juntas por un objetivo, la motivaci¨®n, aprend¨ª a gestionar emociones y lidiar con el ¨¦xito o el fracaso. La premio Nobel Rita Levi-Montalcini demostr¨® que esa gesti¨®n es la m¨¢s compleja que realiza la mente humana, aquella en la que m¨¢s energ¨ªa interviene. Y el deporte te da esas herramientas y es a la vez un catalizador de la percepci¨®n que tienes de ti mismo¡±, explica Mar¨ªn.
Cuenta que mientras sus amigas se echaban sus primeros ligues ella se pasaba el d¨ªa en clases o en ch¨¢ndal, entrenando. ¡°En el equipo nos exig¨ªan dar la talla tambi¨¦n con los estudios¡±. Necesit¨® disciplina, pero compagin¨® su carrera deportiva con la licenciatura en Bioqu¨ªmica que curs¨® en la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Con veintipocos se hab¨ªa lesionado severamente la rodilla y, aunque logr¨® volver a competir en primera divisi¨®n, sus miras ya fueron distintas, y entonces surgi¨® la oportunidad: una beca para doctorarse en Canad¨¢. ¡°Les llam¨® la atenci¨®n, adem¨¢s de mis notas, que fuera jugadora de baloncesto. Nos equivocamos cuando creemos que son incompatibles, al contrario, te ayuda a ser m¨¢s eficiente, m¨¢s determinada, y, como en mi caso, te puede abrir puertas¡±.
Ah¨ª dio comienzo su carrera acad¨¦mica, 12 horas diarias entre laboratorio y estudio, siete d¨ªas por semana, los primeros a?os, que la alejaron de las canchas, aunque el baloncesto sigui¨® jugando un papel en su devenir. ¡°Yo lo ten¨ªa claro: quer¨ªa ser investigadora. Un camino duro, precario, que te obliga a dar tumbos con el hatillo por el mundo. Y me lo plante¨¦ como en el baloncesto: un partido se decide en los minutos finales. Hasta entonces, todo el trabajo solo sirve para llegar ah¨ª con opciones, todo puede cambiar en un segundo. Yo estaba preparada para meter el tripe sobre la bocina. Y, en caso de derrota, la liga es larga, siempre hay otro partido. Pero nunca dud¨¦ de mi meta. El deportista sabe que ¡®no puedo¡¯ son solo palabras y ni siquiera las contempla en su vocabulario¡±.
El ¡®segundo cerebro¡¯ est¨¢ en las tripas
Es hecho probado, explica Mar¨ªn, que el ejercicio ralentiza el proceso neurodegenerativo en personas que manifiestan ya s¨ªntomas de alzh¨¦imer. Charlar dos veces por semana con amigos los reduce un 17%, hasta ese punto es importante, afirma Mar¨ªn, el factor social: leer el lenguaje corporal del otro o tratar de anticiparte a sus reacciones, esas cosas que intuitivamente hace nuestro cerebro y que sirven para mantener su plasticidad. Hoy, a tenor de lo que dice Mar¨ªn, se aplican ya contra estas enfermedades terapias basadas en la correcci¨®n postural. Pero hay mucho m¨¢s. Se las puede combatir desde las tripas. Lo que ocurre en nuestra flora intestinal es determinante para nuestra mente. ¡°Un estudio con poblaci¨®n sueca demostr¨® que cuando las embarazadas tomaban antibi¨®ticos hab¨ªa sustancialmente mayor riesgo de autismo en sus beb¨¦s. ?Por qu¨¦? Todo, por desequilibrios intestinales¡±, cuenta Mar¨ªn, que detalla que la microbiota de los beb¨¦s depender¨¢ de la de su madre, hasta que a partir de los cuatro a?os hayan generado su propio patr¨®n y que, aun entonces, podr¨¢ influir en su equilibrio casi todo, y alterarlo: el ambiente, la poluci¨®n de la ciudad, la alimentaci¨®n, el estr¨¦s, los f¨¢rmacos¡
El ejercicio potencia la salud intestinal, y esta repercute en el cerebroRaquel Mar¨ªn
¡°Los problemas intestinales afectan al sistema inmune y, producto de la inflamaci¨®n, pueden llegar al cerebro, lo que puede ocasionar cambios de ¨¢nimo, provocarte que duermas peor o la p¨¦rdida de memoria¡±, relata Mar¨ªn que, de nuevo, apunta a la misma soluci¨®n: el deporte. ¡°El ejercicio f¨ªsico fomenta una flora intestinal estable¡±.
Ella ya no juega a baloncesto (s¨ª va a la cancha, a ver los partidos del Iberostar Tenerife), y lo que antes le daba este deporte, ahora lo persigue mediante la combinaci¨®n de otros: el squash, ¡°para mantener los reflejos, la atenci¨®n y esa visi¨®n lateral tan t¨ªpica del jugador de baloncesto¡±; el gimnasio ¨Cclases de spinning incluidas¨C, para mantener el tono muscular y, sobre todo, el senderismo. ¡°Desde que vivo en Canarias hago muchas rutas con desnivel por estos preciosos parajes. Mido y peso lo mismo que cuando era jugadora de baloncesto. La impronta que te deja el haber practicado deporte de joven dura de por vida. Cuidarme ahora me resulta mucho m¨¢s f¨¢cil. Por eso no paro de decir siempre lo mismo: ?No abandones! ?Sigue!¡±.
#LoInteligenteEsSeguir
Descubre gracias al proyecto Basket Girlz de Endesa las historias de todas estas deportistas, cient¨ªficas o l¨ªderes culturales y empresariales que tienen algo en com¨²n: se forjaron en una cancha de baloncesto. De este deporte adquirieron valores que les han servido para el resto de retos de la vida. www.proyectobasketgirlz.com