La compostura de Sarina Wiegman, la arquitecta de Inglaterra
La entrenadora holandesa ser¨¢ la primera en llevar dos selecciones diferentes a la final de la Copa del Mundo tras perder el t¨ªtulo hace cuatro a?os con Pa¨ªses Bajos. Su nombre suena para dirigir a la masculina inglesa o la de EE UU
No es conocida por sus sonrisas. Ni por ser emocional. Es tranquila bajo presi¨®n, y mantiene la calma y la compostura. Lo ha ganado todo, y m¨¢s. Parece impasible ante sus dos Eurocopas femeninas o pese a haber sido seleccionada tres veces como mejor entrenadora femenina de la FIFA. Pero hay algo que se le escapa, puede ser que no por mucho tiempo: la Copa del Mundo. ...
No es conocida por sus sonrisas. Ni por ser emocional. Es tranquila bajo presi¨®n, y mantiene la calma y la compostura. Lo ha ganado todo, y m¨¢s. Parece impasible ante sus dos Eurocopas femeninas o pese a haber sido seleccionada tres veces como mejor entrenadora femenina de la FIFA. Pero hay algo que se le escapa, puede ser que no por mucho tiempo: la Copa del Mundo. Sarina Wiegman (Pa¨ªses Bajos, 53 a?os) s¨ª que se dej¨® llevar cuando logr¨® meter a Inglaterra en la final del domingo. ¡°?Estoy en un cuento de hadas o algo parecido?¡±, le dijo a la BBC al vencer a Australia. Alcanzaba as¨ª su segunda final; la primera la jug¨® y perdi¨® con Pa¨ªses Bajos. Es la primera entrenadora ¡ªhombre o mujer¡ª en llevar a dos naciones a una final del Mundial. Y qui¨¦n sabe si se convertir¨¢ tambi¨¦n en la primera mujer que entrena a un combinado nacional masculino. Su nombre se postula para dirigir a la selecci¨®n inglesa de hombres. Y hasta el presidente ejecutivo de la FA, Mark Bullingham, entra al trapo: ¡°En caso de que Southgate decida marcharse, elegiremos a la mejor persona para el puesto, independientemente de su g¨¦nero¡±, declar¨®. Y a?ad¨ªa: ¡°Sarina podr¨ªa hacer lo que quisiera en el futbol. Si en alg¨²n punto del futuro decide que quiere cambiarse al futbol masculino, ser¨¢ una conversaci¨®n interesante, pero es su decisi¨®n¡±.
Tras unas gafas redondas y americana impoluta se esconde la arquitecta de la selecci¨®n femenina de Inglaterra, a quien ahora tantean las absolutas masculinas, tambi¨¦n la de EE UU. Wiegman es una catedr¨¢tica de la t¨¢ctica. Una mente r¨¢pida que no descansa. Dura, pero franca, es clara con sus decisiones y comunicaci¨®n con el equipo. Y ya no se conformar¨¢ con un segundo puesto. Logr¨® la Eurocopa de 2017 con su pa¨ªs natal, Pa¨ªses Bajos, y dos a?os despu¨¦s gui¨® a las holandesas a la final de la Copa del Mundo. Pero Estados Unidos la fren¨®. Se impuso un nuevo reto: lograr que Inglaterra se coronase en Europa. Y as¨ª lo hizo. Luego, empez¨® a avistar un hito mayor: ¡°Solo queremos ganar la final¡±, explic¨® tras vencer a Australia el mi¨¦rcoles.
Accesible, pero exigente, Weigman siempre tiene soluciones. Sin gritar, ni perder los estribos. Su papel como instructora nace de su trabajo como profesora de educaci¨®n f¨ªsica en el Segbroek College de La Haya (Pa¨ªses Bajos). Y su meticulosidad es probable que tambi¨¦n.
El f¨²tbol lleg¨® mucho antes. Con seis a?os Wiegman entr¨® en un equipo masculino, y se cort¨® mucho el pelo para poder mezclarse en los partidos de su hermano gemelo. Su visi¨®n cambi¨® cuando viaj¨® para jugar en EE UU, donde descubri¨® un pa¨ªs en el que los equipos femeninos hab¨ªan ganado terreno.
Cuando volvi¨® a La Haya, nada hab¨ªa cambiado. Se sinti¨® frustrada. Encontr¨® trabajo como maestra y sigui¨® jugando, en los 80 y 90, como centrocampista. Disput¨® m¨¢s de 100 partidos con la selecci¨®n holandesa. En 2003 colg¨® las botas, y solo tres a?os m¨¢s tarde ocupar¨ªa su primer banquillo como entrenadora. Nunca le gust¨® ser el centro de atenci¨®n. Pero ha tenido que acostumbrarse. Sobre todo cuando tuvo que hacerse cargo de la selecci¨®n holandesa en 2017, a?o en que el pa¨ªs acog¨ªa la celebraci¨®n de la Eurocopa femenina. ¡°Disfrutar y divertirse¡±. Son algunas de las palabras habituales en su discurso. En la concentraci¨®n previa a aquella Eurocopa Wiegman ense?¨® a la plantilla un marco de fotos vac¨ªo y les dijo que en unos meses tendr¨ªa una foto de ellas con el trofeo. Y as¨ª fue. No tuvo la misma suerte en la Copa del Mundo de 2019, que perdi¨® en la final contra la gigantesca EE UU.
Yoga y meditaci¨®n
Cuatro a?os m¨¢s tarde lograr¨ªa tambi¨¦n la complicidad de Inglaterra, con la que ha disputado 20 encuentros: 18 victorias y dos empates. Y volvi¨® a ganar la Eurocopa de 2022. ¡°Me he tomado mi primera cerveza en a?os¡±, asegur¨® tras la final. Dedic¨® el t¨ªtulo a su hermana, fallecida poco antes. Su p¨¦rdida la cambi¨®. La mujer que a?os atr¨¢s no lograba relajarse ni cuando estaba con su familia, empez¨® a disfrutar, descubri¨® el yoga, la meditaci¨®n, se liber¨®.
Aunque en este Mundial ha tenido que arremangarse para confeccionar la lista por la falta de algunas jugadoras importantes, Weigman lo ha vuelto a lograr. Empez¨® por garantizar el descanso medi¨¢tico a su equipo antes de la competici¨®n, y luego logr¨® generar un ¡°hogar lejos del hogar¡± en Australia. Las inglesas tienen libertad para salir del hotel. Incluso para jugar a tenis de mesa o a una PlayStation que tienen en el hotel. Sus jugadoras tienen claro el impacto de la seleccionadora. Todo est¨¢ en la mentalidad, confianza y uni¨®n que les ha transmitido. Sarina estuvo impasible ante el estruendo de Sam Kerr y el abucheo de 75.000 aficionados australiano en la semifinal. Igualaron el partido y se metieron en la final.
Wiegman volver¨¢ a mostrar la cabeza fr¨ªa ma?ana. Tendr¨¢ que volver a mantener la calma ante el ruido de Espa?a. Y quiz¨¢s, tanto si gana como si pierde, se quitar¨¢ las gafas y aflorar¨¢ la Sarina m¨¢s emocional. Mientras, las selecciones masculinas de EEUU e Inglaterra se pelean para tenerla como entrenadora. Podr¨ªa ser la primera vez que una mujer se ponga al frente de un equipo masculino. Para Wiegman, nada es imposible.
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