El adi¨®s de Nadal, o un s¨ª pero no
El tenista espa?ol, que en mayo del a?o pasado insinu¨® su intenci¨®n de cerrar su carrera en 2024, abre la puerta a continuar para despedirse de algunos torneos
As¨ª es el universo Nadal, tan fijo, tan conservador y a la vez tan cambiante, tan s¨®lido y tan voluble al mismo tiempo; construido sobre esa coletilla a la que el tenista, mil y una exposiciones ya, infinidad de conferencias de prensa, recurre con frecuencia: ¡°En el deporte, todo puede cambiar muy r¨¢pido¡±, suele repetir chascando los dedos, viniendo a decir que lo que hoy es negro ma?ana puede ser blanco y al d¨ªa siguiente verde, o redondo cuando poco antes se ve¨ªa cuadrado. Mensaje abierto, a veces enigm¨¢tico, habilidosamente deslizado ¡ªsi no hay intervenci¨®n de por medio¡ª para no pill...
As¨ª es el universo Nadal, tan fijo, tan conservador y a la vez tan cambiante, tan s¨®lido y tan voluble al mismo tiempo; construido sobre esa coletilla a la que el tenista, mil y una exposiciones ya, infinidad de conferencias de prensa, recurre con frecuencia: ¡°En el deporte, todo puede cambiar muy r¨¢pido¡±, suele repetir chascando los dedos, viniendo a decir que lo que hoy es negro ma?ana puede ser blanco y al d¨ªa siguiente verde, o redondo cuando poco antes se ve¨ªa cuadrado. Mensaje abierto, a veces enigm¨¢tico, habilidosamente deslizado ¡ªsi no hay intervenci¨®n de por medio¡ª para no pillarse los dedos; se puede intuir, oler y presuponer, pero literalidad en mano, dif¨ªcil y raro que caiga en el renuncio. Pocos resbalones. Y desde hace un tiempo viene avisando: lo dejar¨¢, pronto quiz¨¢. O tal vez no. La respuesta seguramente dependa de su cuerpo, porque si es por ¨¦l, volver¨ªa a Par¨ªs, su Par¨ªs, tantas veces como la ha visitado.
Advierte ahora, en espa?ol y en ingl¨¦s: ¡°Como dije, hay muchas posibilidades de que este sea mi ¨²ltimo Roland Garros, pero si tengo que decir al cien por cien que es el ¨²ltimo, lo siento, pero no lo har¨¦; no puedo predecir qu¨¦ va a pasar. No quiero cerrar la puerta al cien por cien¡±. Y acto seguido razona ante unos 150 periodistas expectantes, entre la avidez, ?s¨ª o no?: ¡°Primero, porque ahora estoy disfrutando. Segundo, porque estoy viajando con mi familia [fue padre hace dos a?os] y ellos tambi¨¦n est¨¢n disfrutando. Y tercero, porque todav¨ªa no he podido explorar de la manera adecuada si podr¨¦ jugar en mejores o peores condiciones de salud, sin limitaciones. As¨ª que dadme tiempo. Quiz¨¢ en un mes o mes y medio diga: ok, es suficiente, no puedo seguir, pero de alguna forma hoy no puedo decir que vaya a ser el ¨²ltimo, aunque haya muchas posibilidades de que as¨ª sea¡±.
Sin resoluci¨®n todav¨ªa, Nadal mantiene en realidad la l¨ªnea. Su l¨ªnea. No quiz¨¢ respecto a lo que dec¨ªa en diciembre en una entrevista concedida a El Pa¨ªs Semanal, en la que afirmaba que a estas alturas de la pel¨ªcula ya sabr¨ªa el desenlace, si colgar¨ªa la raqueta o bien seguir¨ªa hacia adelante. Pero s¨ª en el fondo, por m¨¢s que sigan los puntos suspensivos, el s¨ª o el no, qui¨¦n sabe. Ni ¨¦l mismo lo sabe. Parece, pero no lo es. Y ahora, cuando se presum¨ªa ¡ªdesde el exterior¡ª que este Roland Garros iba a ser el ¨²ltimo, quiz¨¢ no lo sea. ¡°En Madrid [donde fue homenajeado] s¨ª lo dije, ah¨ª cerr¨¦ un c¨ªrculo, pero aqu¨ª es diferente. Me he quedado sin jugar algunos eventos [Australia, Indian Wells o Montecarlo, por ejemplo] que me hubiera gustado jugar, as¨ª que el a?o que viene, haciendo un calendario diferente¡ Tengo que explorar hasta d¨®nde puedo ir. Y si contin¨²o sinti¨¦ndome mejor, veremos qu¨¦ pasa¡±, expone.
S¨ª responde lo que hoy sucede a la puerta abierta que dej¨® en el anuncio (abierto) que hizo en mayo del a?o pasado en Manacor, cuando el cuerpo parec¨ªa abocarle hacia el adi¨®s definitivo y le obligaba a parar una vez m¨¢s, e incluso a pasar por el quir¨®fano. Indicaba entonces que har¨ªa un ¨²ltimo esfuerzo para despedirse como deseaba, sobre la pista y compitiendo, y no en una sala de prensa: ¡°No creo que me merezca terminar as¨ª, quiero que mi final sea de otra manera¡±. Y anticipaba la intenci¨®n, solo eso, la intenci¨®n. ¡°Intentar¨¦ encarar el a?o que viene con garant¨ªas de lo que creo que ser¨¢ el ¨²ltimo de mi carrera deportiva¡±. Sin embargo, a las insinuaciones no le ha acompa?ado en casi ning¨²n caso (excepto Madrid) una confirmaci¨®n. No ocurri¨® en Barcelona, su club ¡ª¡±lo normal es que s¨ª sea [el ¨²ltimo God¨®], lo he jugado as¨ª, pero nunca sabes qu¨¦ te deparar¨¢ el futuro¡±¡ª ni tampoco luego en Roma ¡ª¡±nunca dije que este fuera a ser mi ¨²ltimo torneo aqu¨ª¡±¡ª.
La pelota, otra vez prioritaria
El caso es que Nadal no se cierra puertas y contin¨²a, porque as¨ª se lo permite hoy su f¨ªsico; un engranaje que en las ¨²ltimas fechas responde mejor, seg¨²n transmite el protagonista, citado en el estreno de ma?ana con el gigant¨®n Alexander Zverev, n¨²mero cuatro del mundo. ¡°Me enter¨¦ mientras jugaba al parch¨ªs¡±, detalla. ¡°Me ha tocado uno de los peores sorteos, pero de alguna forma me lo esperaba¡±, matiza con resignaci¨®n, aceptando el peaje cobrado por no ser cabeza de serie. ¡°Estoy feliz haciendo lo que hago. No estoy entrenando con demasiados dolores. La limitaci¨®n que sent¨ªa hace unas semanas me quitaba la ilusi¨®n, pero ahora tengo menos, o pocas, y si eso se alarga en el tiempo puedo seguir siendo competitivo. No quiero quedarme con la sensaci¨®n de haberlo intentado solo una semana. Si hubiese podido hacerlo desde enero y no lo hubiera conseguido, ser¨ªa diferente, pero no me quiero quedar con la duda¡±, transmite.
El mallorqu¨ªn, que el 3 de junio cumplir¨¢ 38 a?os, tan solo ha podido disputar este curso 11 partidos, ocho sobre tierra batida. Sin embargo, lo que ayer pintaba m¨¢s bien negro hoy ya no lo es tanto, y cuando el cruce con Zverev ¡ªreciente ganador en el Foro It¨¢lico¡ª apuntaba a la peor de las fortunas, tal vez pueda significar ahora un punto de giro.
¡°Voy d¨ªa a d¨ªa, pero tampoco me cierro la puerta a nada. No tengo un baremo suficiente como para poder decir si ahora mismo soy competitivo. La concentraci¨®n, los automatismos y todo eso que vas construyendo a lo largo de las semanas no lo he tenido de manera real. He jugado muy limitado hasta ahora, con problemas en la cadera, en el abdominal... Y eso afecta a tu rendimiento diario, pero llevo una semana y algo con una sensaci¨®n diferente, y eso me ilusiona. Lo que pueda pasar, es una utop¨ªa, pero si no tuviera un m¨ªnimo de esperanza, no estar¨ªa aqu¨ª¡±. ¡°No significa que el lunes vaya a jugar de una manera incre¨ªble, pero este lugar es m¨¢gico para m¨ª; han pasado muchas cosas que eran dif¨ªciles de imaginar. As¨ª que todav¨ªa tengo la motivaci¨®n y una peque?a esperanza de jugar bien¡±.
Las sesiones de entrenamiento expresan estos d¨ªas que la evoluci¨®n es positiva, y el ¨²nico pero que encuentra el tenista es que el repunte quiz¨¢ haya llegado tarde. ¡°La pena es que estamos muy cerca ya del inicio, porque es la primera semana que me siento libre, pensando en c¨®mo jugar la pelota y en poco m¨¢s; he estado durante mucho tiempo pensado en qu¨¦ movimientos pod¨ªa hacer y cu¨¢les no, y eso mentalmente va min¨¢ndote¡±, lamenta. Pero ahora, de repente, entra luz donde no la hab¨ªa, y el devenir sigue siendo una inc¨®gnita: s¨ª pero no, me voy o tal vez no: ¡°Quiz¨¢ este sea el ¨²ltimo Roland Garros. O quiz¨¢ no¡±.
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