De la tierra a la hierba, la transici¨®n m¨¢s infernal del tenis
El espa?ol, defensor del t¨ªtulo, abre el grande brit¨¢nico con un extraordinario reto por delante: triunfar sobre el verde tras la conquista de la arena de Roland Garros
¡°?Agua! ?Agua!¡±.
A eso del mediod¨ªa, Londres retira el farol del d¨ªa anterior ¡ª25 agradables grados y cielo despejado, una ilusi¨®n¡ª y devuelve el escenario original, la esencia: las nubes descargan y roc¨ªan, el viento remueve las copas de los ¨¢rboles, ardillas y zorros se esconden y los paraguas van abri¨¦ndose como amapolas en el distrito 19, de modo que Carlos Alcaraz y su equipo tienen que abandonar a la carrera las pistas de entrenamiento para ponerse a cubierto y adaptarse a la cruda climatolog¨ªa brit¨¢nica; no sin mi lluvia, lema de un torneo que hoy arranca (14.30, Movistar+) con e...
¡°?Agua! ?Agua!¡±.
A eso del mediod¨ªa, Londres retira el farol del d¨ªa anterior ¡ª25 agradables grados y cielo despejado, una ilusi¨®n¡ª y devuelve el escenario original, la esencia: las nubes descargan y roc¨ªan, el viento remueve las copas de los ¨¢rboles, ardillas y zorros se esconden y los paraguas van abri¨¦ndose como amapolas en el distrito 19, de modo que Carlos Alcaraz y su equipo tienen que abandonar a la carrera las pistas de entrenamiento para ponerse a cubierto y adaptarse a la cruda climatolog¨ªa brit¨¢nica; no sin mi lluvia, lema de un torneo que hoy arranca (14.30, Movistar+) con el murciano como merecido protagonista de la apertura, en tanto que el a?o pasado triunf¨® por primera vez y la tradici¨®n le otorga ahora el privilegio de abrir la maravillosa pista central. Ser¨¢ contra Mark Lajal, un estonio de su quinta (2003, 21 a?os), 262? del mundo.
¡°A lo mejor me consideran m¨¢s favorito que el a?o pasado, pero yo intento tom¨¢rmelo de otra manera; al final perd¨ª en Queen¡¯s [preparatorio], y eso te demuestra lo dif¨ªcil que es jugar aqu¨ª, en hierba, el moverse bien, el darse cuenta de c¨®mo hay que actuar¡ Todo puede pasar¡±, concede previsor, consciente de la dificultad de dominar un registro que hist¨®ricamente se le ha resistido a tantas y tantas figuras, y de que el relato de su deporte solo ofrece contadas excepciones. En el territorio masculino, ¨²nicamente enlazaron el ¨¦xito en Roland Garros y Wimbledon en un mismo a?o cuatro jugadores: un extraterrestre llamado Bj?rn Borg (1978, 1979 y 1980), Rafael Nadal (2008 y 2010), Roger Federer (2009) y Novak Djokovic (2021). En el femenino, los libros reflejan a partir de la Era Abierta (1968) a Margaret Court (1970), Evonne Goolagong (1971), Billie Jean King (1972), Chris Evert (1974), Martina Navratilova (1982 y 1984), Steffi Graf (1988, 1993, 1995 y 1996) y Serena Williams (2002 y 2015).
De la tierra a la hierba, dos elementos tan antag¨®nicos y tan distintos. La transici¨®n infernal. Escaso margen (tres semanas, antes dos) para reformularse y adecuar los automatismos. Nada que ver. La gran mayor¨ªa se perdi¨® por el camino. ¡°Es el cambio de superficie m¨¢s r¨¢pido, pero hay que aceptarlo¡±, apunta la n¨²mero uno, Iga Swiatek, terr¨ªcola de raza y que tambi¨¦n ha logrado desentra?ar el c¨®digo plano del cemento; no as¨ª el del c¨¦sped, especialmente singular, exigente, m¨¢s traicionero que ning¨²n otro. ¡°Es muy complicado, mentalmente debes abordarlo de una manera diferente. Aqu¨ª cometemos m¨¢s errores, la bola es m¨¢s baja y va superr¨¢pida; es m¨¢s importante sacar bien con los primeros. Quiero aprender a jugar aqu¨ª¡±, prolonga la polaca, a la que se le resiste, de momento, un terreno que no admite la duda ni las vacilaciones, por mucho que el debate haya perdido peso en la red para ganarlo en los fondos.
Al mismo Nadal, sin ir m¨¢s lejos, le cost¨® desentra?ar el misterio. Bicampe¨®n del grande ingl¨¦s, el espa?ol no logr¨® controlar de verdad el juego sobre hierba hasta que alcanz¨® la treintena. Y tambi¨¦n da fe de ello Garbi?e Muguruza, campeona en 2017. Tras hacer cumbre, las cuatro ediciones posteriores no logr¨® superar la tercera ronda y a la campanada de 2016 en Par¨ªs le sigui¨® la ca¨ªda en la segunda escala en Londres.
Sobre la marcha
¡°Muy pocos jugadores tienen un buen slice hoy d¨ªa¡±, lamenta Navratilova, la reina del cortado y de la subida a la red. Entretanto, m¨¢s y m¨¢s jugadores siguen diluy¨¦ndose sobre una superficie que ha ido perdiendo presencia ¡ªdesapareci¨® en Australia y Nueva York¡ª hasta reducirse a un solo mes del calendario. Predomina, por tanto, la improvisaci¨®n y la adaptaci¨®n sobre la marcha, y a excepci¨®n de Serena Williams, Roger Federer y Novak Djokovic, el grueso de los profesionales terminan atropellados por la bola, sino trastabillados por los resbalones. Bien lo sabe el asturiano Pablo Carre?o, avezado competidor en arena y cemento; irreconocible sobre el verde. Siete participaciones en Wimledon, siete primeras rondas.
¡°Me pongo v¨ªdeos de lo que hice el a?o pasado, no voy a mentir. Lo hago para ver c¨®mo lo hice¡±, transmite Alcaraz. ¡°Tenemos que ser fieles a nuestro estilo de juego en la superficie que sea, aunque en la hierba el movimiento cambia bastante. Yo soy un jugador que normalmente se desliza much¨ªsimo, pero aqu¨ª hay otros que lo hacen como si fuera tierra y yo todav¨ªa no me atrevo. Es para m¨ª un gran cambio. La movilidad, estar m¨¢s agachado, no levantarme, estar enfocado en cada paso que das... La hierba son detalles. Tienes que estar concentrado en cada maniobra¡±, cierra el espa?ol, quien seguir¨ªa los pasos de Rod Laver, John Newcombe, Bj?rn Borg, John McEnroe, Boris Becker, Pete Sampras, Federer y Djokovic si logra revalidar el t¨ªtulo en La Catedral. Complicado, no cabe duda.
Dif¨ªcil hacer predicciones en un marco abonado a la sorpresa. A la complejidad del registro, Alcaraz debe sumar por segunda vez en su carrera ¡ªla anterior se produjo en el US Open de Nueva York, el curso pasado¡ª la gesti¨®n de un extra de presi¨®n por el estatus alcanzado en la edici¨®n previa; Djokovic conf¨ªa en una respuesta positiva de su rodilla, pero l¨®gicamente sin certeza alguna; y Jannik Sinner y Alexander Zverev asoman como alternativas, conscientes los dos de que la encerrona espera a la vuelta de la esquina. Entretanto, en el cuadro femenino las inc¨®gnitas todav¨ªa son m¨¢s abundantes. Incontestable en tierra, Swiatek nunca ha franqueado la barrera de los cuartos y el historial subraya la ingobernabilidad tras la marcha de Serena: seis ganadoras distintas en las seis ¨²ltimas citas.
Efectivamente, esto es Wimbledon. Otra ley.
MURRAY APURA LA OPCI?N DE JUGAR
Hace poco más de una semana, nueve días exactamente, Andy Murray fue operado de un quiste espinal. Y tanto algunos medios de Inglaterra como la ATP daban por descartada su presencia en Wimbledon. Sin embargo, el escocés, de 37 años, apura las horas para poder despedirse del torneo que conquistó dos veces (2013 y 2016).
“Lo que busco simplemente es jugar una última vez aquí. Quiero tener una última oportunidad de sentir la adrenalina de la central”, concedía el domingo ante los periodistas. Quiere el escocés despedirse de Londres antes de un último baile en los Juegos de París, escenario final de un recorrido que remonta a 2005 para dar con el punto de partida en la élite.
El nombre de Murray figura por ahora en el cuadro. El martes jugaría contra Tomas Machac, pero todo queda a expensas de una última prueba que efectuará este lunes. Intentará disputar el individual y, en el caso de no poder hacerlo, tal vez opte por la modalidad de dobles, de la mano de su hermano Jamie.
“Cada día que pasa parece más probable que pueda jugar”, señaló con optimismo. “Pero ahora mismo es imposible confirmar nada. Me gustaría salir a jugar a un nivel con el que esté satisfecho; no quiero estar en una situación como la de Queen's [donde abandonó]; no quiero salir a la pista y sentirme extraño, incapaz de ser competitivo”, zanjó.
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