"Irresistible ascensi¨®n de la izquierda francesa"
Ya est¨¢ claro lo que pretenden Marchais y Miterrand. No se trata le cambiar de primer ministro, si la izquierda gana las legislativas, sino de r¨¦gimen. Ayer, en Par¨ªs, ante los j¨®venes de su partido, uno de los ?tres grandes? (con los se?ores Poniatowski y Chirac) de la V Rep¨²blica giscardiana, el se?or Lecanuet, ministro de Justicia, respond¨ªa con violencia al l¨ªder comunista.La semana ¨²ltima, el se?or Marchais, ante millones de telespectadores, afirmaba: ?Si la izquierda llega al poder, Giscard debe someterse o dimitir?. El se?or Mitterrand, l¨ªder socialista, ?m¨¢s razonable?, acababa de declarar: ?No es incompatible nuestra presencia en el Gobierno con Giscard?. Y este ¨²ltimo no se mordi¨® la lengua el otro d¨ªa: ?Llegado el momento de las elecciones legislativas, los franceses escoger¨¢n entre nuestra sociedad y el colectivismo.?
Francia vive en plena campa?a electoral. Los hechos, cada d¨ªa que pasa, desbordan los sanos consejos del presidente al ciudadano, para que trabaje, en espera del acontecimiento: dentro de dos a?os, seg¨²n la Constituci¨®n o, ?probablemente, de aqu¨ª a seis meses?, si se revela cierta la previsi¨®n del se?or Mitterrand.
Para la izquierda, la cuesti¨®n es otra: convencer al pa¨ªs de su capacidad para gobernar, ?tranquilizar sin ceder en lo esencial del programa?.
Mitterrand dijo a 300 patronos que lo invitaron a exponer sus tesis: ?No soy marxista. Respetaremos la econom¨ªa de mercado y la autonom¨ªa del sector privado. Quienes nos acusan de colectivistas (Giscard) disparan p¨®lvora mojada?. A trav¨¦s de las antenas de la emisora m¨¢s popular dijo tambi¨¦n: ?No s¨¦ si soy creyente o no. Me planteo la cuesti¨®n? (el 80 por ciento de los franceses son cat¨®licos). Pensando en quienes no admiten su obstinaci¨®n, afirm¨®: ?En pol¨ªtica, como en amor, hay que hacerse desear...?
La ?irresistible ascensi¨®n de la izquierda?, revelada en las elecciones cantonales de marzo ¨²ltimo, domina este pa¨ªs, con la incertidumbre legislativa como perspectiva, ?pero -escrib¨ªa ayer un comentarista- cada cual, de reojo, observa a su alrededor lo que pasa, es decir: la crisis italiana (escoltada por el compromiso hist¨®rico), la democratizaci¨®n que legalice, sin excepci¨®n, a los 35 millones de espa?oles y la opci¨®n del socialista se?or Soares en Portugal?.
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