Villaverde gan¨® su querella a Vilallonga
?El pr¨®ximo mes -a?adi¨® Vilallonga- explicar¨¦ en Lui las informaciones que han dado lugar a que el marqu¨¦s de Villaverde se considere difamado, y algunos asuntos nuevos, como Incosol.? Jos¨¦ Luis de Vilallonga, que fue jefe de relaciones p¨²blicas de la extinguida Junta Democr¨¢tica y que en la actualidad pertenece a Coordinaci¨®n Democr¨¢tica, considera que el fallo es benigno. Su abogado, el se?or Matarasso, se?al¨® que recurrir¨¢n pese a todo.Todo comenz¨® en mayo de 1975, cuando la revista mensual Lui, de la cadena de Daniel Fillipachi (editora de la edici¨®n francesa de Playboy, Oui y L'Amour) public¨® una extensa entrevista de Vilallonga con el secretario general del Partido Comunista de Espa?a, Santiago Carrillo. En aquella charla el l¨ªder pol¨ªtico analizaba a grandes rasgos la situaci¨®n pol¨ªtica espa?ola. El marqu¨¦s de Castellvell aprovechaba sus preguntas para opinar sobre diversos aspectos personales de algunas de las personalidades mencionadas en la conversaci¨®n.
?El segundo que un d¨ªa deber¨¢ rendir cuentas al pueblo espa?ol de sus delitos -escrib¨ªa el arist¨®crata, escritor y actor, como public¨® la revista espa?ola Por Favor, de 26 de abril es el marqu¨¦s de Villaverde.? El n¨²mero de mayo del mensual er¨®tico tuvo una curiosa peculiaridad: aumentaron las ventas, preferentemente en la zona fronteriza hispano-francesa. Tres meses despu¨¦s, los abogados de Crist¨®bal Mart¨ªnez Bordi¨² presentaron una querella por difamaci¨®n ante los tribunales de Par¨ªs.
Se fij¨® la fecha de la vista para el 7 de abril. Mart¨ªnez Bordi¨² ped¨ªa un franco de indemnizaci¨®n simb¨®lica, Vilallonga se negaba a pagarlo. Los abogados ten¨ªan la palabra.
?Hab¨ªa citado a declarar en mi defensa -nos coment¨® el marqu¨¦s de Castellvell- a varios banqueros suizos, dos financieros filipinos, el duque de C¨¢diz y a varios miembros destacados de la oposici¨®n democr¨¢tica. Momentos antes de comenzar el juicio, y ante la inasistencia de la mayor parte de los testigos, decid¨ª renunciar a las declaraciones de quienes estaban dispuestos a hacerlas, es decir, de los miembros de la oposici¨®n.? El juicio, pues, se celebr¨® sin testigos, actuando ¨²nicamente los abogados Aujol y Matarasso en nombre del demandante y el demandado, respectivamente. La acusaci¨®n bas¨® su informe en la inexistencia de pruebas que confirmaran las afirmaciones de Vilallonga, no sin trazar las respectivas semblanzas de los marqueses: Villaverde -dijo- es un m¨¦dico de reconocido prestigio y asistente a numerosos congresos y simposioms. Vilallonga, por el contrario, deambula por fiestas fr¨ªvolas y, adem¨¢s, ?ha atacado al marqu¨¦s de Villaverde cuando el franquismo lleva plomo en el ala, para hacerse un hueco en la oposici¨®n y conquistar una parcela de poder?.
El abogado de la parte demandada, se?or Matarasso, bas¨® su defensa en el contenido pol¨ªtico de la entrevista, se?alando que en la misma se publicaban frases y comentarios m¨¢s gruesos que los mencionados. por el abogado Aujol. Ley¨® unos p¨¢rrafos del libro de Max Gallo Historia del franquismo (Ediciones Marab¨², Par¨ªs), en los que se alud¨ªa a la familia Mart¨ªnez Bordi¨² y dio por finalizada su intervenci¨®n.
Los or¨ªgenes geneal¨®gicos
D¨ªas despu¨¦s, Crist¨®bal Mart¨ªnez Bordi¨² declar¨® en el diario L¨ªnea, de Murcia, que hasta la fecha del juicio no se hab¨ªa enterado del marquesado de Vilallonga.Desde el fallecimiento, en 1974, de Salvador de Vilallonga, su hijo, Jos¨¦ Luis, es marqu¨¦s de Castellvell y Castellmey¨¢, bar¨®n de Segur, de Mald¨¢ y de Maldanell y dos veces grande de Espa?a. Por su rama materna, Jos¨¦ Luis de Vilallonga es hijo de do?a Isabel Cabeza de Vaca, hija a su vez del marqu¨¦s de Portago, tambi¨¦n grande de Espa?a. Los t¨ªtulos de la familia se remontan -como es en el caso de la baron¨ªa de Segur- a la conquista de Mallorca por Jaime I el Conquistador. En ese sentido, puede decirse que Jos¨¦ Luis de Vilallonga es hoy la primera figura de la nobleza catalana.
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