Duelo entre la oposici¨®n y el Gobierno alem¨¢n
Cuatro d¨ªas durar¨¢ el debate en torno al presupuesto federal en el Bundestag alem¨¢n. Como todos los a?os, tambi¨¦n en esta ocasi¨®n, la oposici¨®n parlamentaria aprovecha la presentaci¨®n del nuevo presupuesto para un ajuste de cuentas amplio con el gobierno y los partidos que le componen.Los dos primeros d¨ªas del debate, iniciado el martes, se han caracterizado por los tradicionales choques entre los socialdem¨®cratas y liberales por una parte y cristiano dem¨®cratas, y cristianosociales por otra, y de lo que menos se ha hablado el martes y el mi¨¦rcoles ha sido del presupuesto federal para 1977, que con sus 164.000 millones de DM (m¨¢s de 4.200 billones de pesetas) supera con creces al del a?os presente.
Los temas centrales del debate han sido la pol¨ªtica interior, exterior y de desarrollo. En vista de la inminente campa?a electoral, los partidos han aprovechado la ocasi¨®n para presentar sus programas con su habitual violencia ret¨®rica y por la calidad de sus principales oradores con un estilo argumental de gran altura. La oposici¨®n ha centrado sus ataques contra el Gobierno en el encarecimiento del clima pol¨ªtico interior y en la gesti¨®n del ministro del Interior, Werner Malhofer, a quien acusa de haber inflado el aparato estatal.
El diputado del CDU, Alfred Dregger, miembro de la presidencia de su partido, recrimin¨® adem¨¢s al ministro haber impedido la promulgaci¨®n de normas legales claras para impedir que personas imbuidas de un esp¨ªritu contrario a la Constituci¨®n pudiese ingresar en calidad de funcionarios en organismos estatales. Un tema que sigue siendo de m¨¢xima actualidad en la Rep¨²blica Federal y que est¨¢ alcanzando serias repercusiones a casi todos los niveles.
Tanto Dregger, como Maihofer dieron a entender, sin embargo, que en la limitaci¨®n de la admisi¨®n de personas non gratas (de extremistas, etc.) no se trataba de una prohibici¨®n, ni de la ingerencia en la esfera de la intimidad, el fin que se persigue es evitar que el orden social libre de la Rep¨²blica Federal, pueda ser socavado por elementos disconformes con la ley fundamental, base del Estado.
La problem¨¢tica de este orden libre se convirti¨® casi inesperadamente en uno de los puntos centrales del segundo d¨ªa del debate, que adquiri¨® adicional relieve por la, intervenci¨®n del Richard von Weizsaecker, diputado del CDU. Para ven Weizsaecker la cuesti¨®n esencial es el equilibrio entre los objetivos, sociales de libertad, y seguridad. ?Cuanto mayor sea la libertad del individuo, tanto menor ser¨¢ la seguridad de la colectividad y viceversa.?
La controversia demuestra, sin embargo, que las posiciones entre los antagonistas principales se han clarificado ya. A la postre lo que se debatir¨¢ no ser¨¢ sino otro problema que es el de ?libertad o socialismo? en el orden que se quiera. Por lo dem¨¢s, el Gobierno y en especial el canciller, insistieron en el positivo balance de su gesti¨®n, cayendo una vez m¨¢s en lo que ya se est¨¢ convirtiendo en costumbre: en la comparaci¨®n entre la estabilidad y prosperidad de la Rep¨²blica Federal en comparaci¨®n con otros pa¨ªses menos felices. Comparaci¨®n que tranquilizar¨¢ a millones de alemanes preocupados por el alza de los precios y la considerable cuota de paro que no baja del cinco por ciento.
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