Giscard d'Estaing viaja a Estados Unidos

El martes pr¨®ximo, por la noche, el presidente franc¨¦s, se?or Giscard d'Estaing, invitar¨¢ a cenar, en la embajada francesa de Washington, a su colega americano, el se?or Ford. A la misma hora, aproximadamente, se conocer¨¢n los resultados de las primarias de Michigan, del nuevo duelo Reagan-Ford. Si ¨¦ste es otra vez batido, la visita oficial del presidente, franc¨¦s a los Estados Unidos, que empieza manana lunes, quedar¨¢ reducida a las formas convencionales de la diplomacia.El ?suspense?, que caracteriza en la actualidad la carrera del se?or Ford y sus preocupaciones consecuentes, determina en gran medida el viaje del se?or Giscard d'Estaing, que, de todas, maneras, en el plano pol¨ªtico tendr¨¢, un car¨¢cter muy general.

El Concorde, en el que viajar¨¢ el presidente, es la manzana de la discordia franco-american¨¢ del momento, sin que por ello se perfilen dramas en el horizonte. La decisi¨®n de Giscard no deja de ser un desaf¨ªo cuando varios Estados, como el de Nueva York, pleitean contra el supers¨®nico franco-brit¨¢nico.

La tensi¨®n en Oriente Pr¨®ximo y Africa, la distensi¨®n despu¨¦s de la conferencia de Helsinki, etc¨¦tera, dar¨¢n ocasion a los dos presidentes para pasar kevista a la actualidad mundial. Pero el tema internacional de m¨¢s inter¨¦s para los dos presidentes se supone ser¨¢ el mismo que preocupa en medios europeos: la colaboraci¨®n de los comunistas en los Gobiernos de Occidente. Ya se recordar¨¢n las condenas, m¨¢s o menos radicales, de Ford, Kissinger y el general Haig, que, alud¨ªan al ?cambio? de relaciones que tal eventualidad traer¨ªa en las relaciones de dichos pa¨ªses con la Alianza Atl¨¢ntica.