No al pacto social
El reciente encuentro entre representantes de organizaciones sindicales de oposici¨®n y lectores del, .gran empresariado, ha,estado centrado, pr¨¢cticamente, sobre una cuesti¨®n de fondo que continuament salta al debate p¨²blico: pacto pol¨ªtico o pacto social? Ya no se trata, pues, de dilucidar si conviene o no pactar, que parece darse por supuesto, sino de plantear con realismo qu¨¦ tipo de pacto es hoy el posible y necesario. Pues bien, cuando en un pa¨ªs los traba jadores y los effipresarlos, los profesi¨®nales y los funcionarios, los campesinos, la prensa, los partidos pol¨ªticos y las formaciones sindicales se plantean la urgencia de iniciar un di¨¢logo y llegar a un acuerdo, es porque, indudablemente, el r¨¦gimen pol¨ªticoexistente ha dejado de servir a la sociedad y ponviene combinarse en un agrupamiento, digamos de salvaci¨®n nacional, que haga posible el nacimiento de uno nuevo. Es normal que ante esta situaci¨®n, algunos sectores,del empresariado, desentrenados pol¨ªticamente, acuciados por la crisis econ¨®mica y apretados por la creciente presi¨®n de los trabajadores, cada vez m¨¢s y mejor organizados, tiendan a plantear, en primer t¨¦rmino, el pacto social, o, por lo menos, acondicionar su apoyo al cambio a que, de alguna. manera, aqu¨¦l se gestione lo materialice. Por el contrario las formaciones sindicales y, desde luego, las Comisiones Obreras, con una visi¨®n, a mi entender, m¨¢s l¨²cida del momento hist¨®rico que atravesamos y de las necesidades del pa¨ªs, se oponen tajantemente a cualquier forma de pacto. social (entendido ¨¦ste como tregua o per¨ªodo de ?paz social?, garantizada a cambio de ciertas ventajas econ¨®r?icas) y proponen corno f¨®rmula, el pacto pol¨ªtico de todas las fuerzas interesadas, por diversos motivos, en el establecimiento de las libertades democr¨¢ticas.El pacto social no es aceptable para los trabajadores por diversas razones.- Primero, por una raz¨®n de fondo que va m¨¢s all¨¢ de- la etapa actual y que lo hace indeseable para cualquier fase hist¨®rica. Pues representa, a nuestro entender, la expresi¨®n ideol¨®gica delstatu quo social neocapitalista y, por lo tanto, en los hechos, un intento, m¨¢s refinadoque el ensayado por el corporativismo,- de negar.la lucha de clases y sus consecuencias a nivel pol¨ªtico. Segundo,, en las condiciories de la-crisis econ¨®mica Actual, los trabajadores lo entienden como una invitaci¨®n a no hacer huelgas o, por lo menos, a limitarlas, es decir, aceptar de alg¨²n modo cargar sobre sus -espaldas con las consecuencias de una~ crisis en la que no tienen ninguna responsabilidad y, adem¨¢s,¨¢largar ¨¦sta, pues, a mi entender, una de la s maneras de salir -de ella es que se.siga presionando sobre los aumentos de salarios para impedir que descienda el poder adquisitivo del pueblo. Tercero, -en la situaci¨®n pol¨ªtica de nuestro pa¨ªs, el pacto social significar¨ªa, d¨¦ hecho, ren unciar a la ruptura democr¨¢tica y al~papel que debe de jugar en ella la clase obrera, como uno de los motores esenciales del cambio.- El pacto social ser¨ªa, en mi opini¨®n, embarrancar la situaci¨®n pol¨ªtica con serios peligros de violencia, y empantanar la crisis econ¨®mica dela que no se saldr¨¢ sin una direcci¨®n democr¨¢tica del pa¨ªs, y aun as¨ª, costar¨¢ lo suyo. Masno se puede confundir, co mo hacen algunos, el rechazable pacto social con la necesidad de que empresarios y obreros, a diferentes niveles, lleguen a acuerdos laborales en el marco de los, convenios colectivos o fuera de ellos,. sobre las condiciones que contempla el contrato de-trabajo. Acuerdos o pactos que reflejen una determinada relaci¨®n de fuerzas en ..el proceso de ter%i¨®n dial¨¦ctica que supone toda lucha de clases y que si est¨¢n sancionados por representantes aut¨¦nticos de la base -y por y las condiciones en que fueron pactados no var¨ªan sustancialmente,, deben de ser respetadas por las partes. Lo que los trabajadores no pueden ?respetar? es lo q7ue no se acuerda a nivel de convenios, es decir, la negaci¨®n de sus derechos pol¨ªticos y sindicales, la readmisi¨®n de despedidos, la amnist¨ªa, etc., por las que tienen que seguir luchando siempre, por muy buenas que sean las condiciones econ¨®micas que contemplen los convenios. De ah¨ª que el tema del pactosocial,. en las condiciones de falta de libertades democr¨¢ticas, no pueda ni tan siquiera plantearse.
El pacto pol¨ªtico, por el contrario, contratado en este momento en la alternativa que representa Coordinaci¨®n Democr¨¢tica, responde adecuadamente -al nivel de las contradicciones que hay que resolver aqu¨ª y ahora, que son de orden pol¨ªtico, debido a la existencia de instituciones que no sirven y que taponan con su presencia la v¨ªa para resolver otras cuestiones de caracter econ¨®mico y social. Por eso la ruptura pac¨ªfica, en nuestra opini¨®n, contribuye a desbloquear ~la crisis econ¨®mica, pues crea las condiciones para que todos los sectores sociales afectados participen en un di¨¢logo y negociaci¨®n que la saque del actual,callej¨®n sin s ' alida.
Es evidente, que un Gobierno provisidnal democr¨¢tico encontrar¨ªa en las fuerzas sindicales un talante de colaboraci¨®n, pues los trabajadores, en mi opini¨®n, son conscientes de la necesidad de apuntalar esa nueva democracia, no permitiendo situaciones de grave inestabilidad que podr¨ªan dar al traste con ella.
El pacto pol¨ªtico para la ruptura crea, adem¨¢s, al conseguir su objetivo un nuevo clima c¨ªvico, cultural y moral, de entusiasmo en la sociedad civil, y transparencia en la gesti¨®n del poder, que permite abordar, en un marco realista y clarificado, los grandes problemas de la naci¨®n. Para nosotros, por 10 tanto, la opci¨®n de un pacto pol¨ªtico, de una alternativa democr¨¢tica sin exclusiones y el rechazo'del pacto social no es solamente una exigencia d¨¦ clase, de defensa de los intereses de los trabajadores, sino una necesidad nacional perentoria.
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