Tom¨¢s Marco, triunfador con "Autodafe" en la Tribuna Internacional de Compositores
Desde su creaci¨®n, en 1954, la Tribuna Internacional de Compositores (TIC) viene demostrando de manera progresiva su gran utilidad. Es frecuente que estos grandes organismos internacionales -en este caso el Consejo Internacional de la M¨²sica y las organizaciones radiof¨®nicas- aborden empe?os que, al fin y a la postre, tienen m¨¢s espectacularidad que eficacia. El caso de la TIC es ejemplo de todo lo contrario. Ninguna espectacularidad, trabajo serio y notables resultados pr¨¢cticos.Veamos algunos datos: en la primera edici¨®n participaron cuatro cadenas radiof¨®nicas (Francia, Alemania, B¨¦lgica y Suiza). En la edici¨®n que acaba de celebrarse en la Casa de la UNESCO, de Par¨ªs, han tomado parte treinta y cinco redes de radio: las dos Alemanias, Australia, Austria, B¨¦lgica, Brasil, Bulgaria, Canad¨¢, Corea, Dinamarca, Espa?a, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Hungr¨ªa, Irlanda, Inglaterra, Islandia, Israel, Italia, Jap¨®n, Noruega, Nueva Zelanda, Pa¨ªses Bajos, Polonia, Portugal, Ruman¨ªa, Suecia, Suiza, Checoslovaquia, T¨²nez, Turqu¨ªa, Venezuela y Yugoslavia.
En cuanto a n¨²mero de difusiones de las obras presentadas, recordemos que las diecis¨¦is alcanzadas al principio se han convertido ahora en ochocientas. Con lo que se cumple el fin primero de la Tribuna: difundir la m¨²sica contempor¨¢nea, bien sea a trav¨¦s de versiones directas, bien a trav¨¦s de grabaciones magnetof¨®nicas. Por otra parte, como cada pa¨ªs lleva unas partituras previamente seleccionadas, en alguna medida la TIC nos da cada a?o ?el estado de la cuesti¨®n? de la m¨²sica. De modo especial a partir de 1970, cuando se tom¨® la decisi¨®n de no incluir los grandes nombres, digamos los elefantes sagrados de la m¨²sica actual, ya que se supone que ¨¦stos no precisan de mayores apoyos; sin por ello caer, de ning¨²n modo, en una experiencia deliberadamente juvenilista.
Espa?a en la Tribuna
A partir de 1964, Espa?a, a trav¨¦s de Radio Nacional de Espa?a (RNE), a la que vengo representando como delegado, participa en la TIC. De una parte presentamos las obras de distintos autores; de otra realizamos la transmisi¨®n anual de un amplio cielo, en el que se recoge lo m¨¢s representativo del certamen. Los nombres de E. y C. Halffter, Xavier Montsalvarge, Luis de Pablo, Ant¨®n Garc¨ªa Abril, Carmelo Berpaola, Enrique Rexach, Gonzalo Olavide, Leonardo Balada, Claudio Prieto, Francisco Cano, Jes¨²s Villa Rojo, Tom¨¢s Marco, Narciso Bonet, Miguel Angel Coria, Francisco Guerrero, Jos¨¦ Ram¨®n Encinar, Ant¨®n Larrauri, entre otros, han desfilado por la Tribuna, lo que quiere decir que sus obras han sido transmitidas por numerosas emisoras extranjeras. En no pocas ocasiones, hicimos brillante papel, si tenemos en cuenta las votaciones que, al final de la escucha de las obras se lleva a cabo en cada una de las ediciones de la Tribuna. Especialmente, Aura, de Tom¨¢s Marco, y Catedral de Toledo, de Claudio Prieto, al quedar clasificadas en sextos lugares, dentro de un conjunto de ochenta partituras, instalaron el nombre de nuestro pa¨ªs entre los de verdadero inter¨¦s musical. Otra presentaci¨®n especialmente distinguida fue la de Espatadanza, de Larrauri. Hay que anotar, para una exacta apreciaci¨®n de los resultados, que a lo largo de los ¨²ltimos a?os la calidad t¨¦cnica de las grabaciones aportadas por RNE (bien realizadas en sus estudios en concierto p¨²blico o en estudios privados aprovechando, la coincidencia con una pr¨®xima edici¨®n discogr¨¢fica), al lograr un nivel medio internacional, ha favorecido a las obras presentadas, lo que no deja de ser pura y elementalmente l¨®gico.
Tom¨¢s Marco, triunfador
El triunfo definitivo se ha obtenido hace unos d¨ªas, en la edici¨®n de la TIC celebrada a lo largo de la semana pasada en la UNESCO. Tom¨¢s Marco qued¨® clasificado en primer lugar con su Autodafe, la obra premiada en el concurso de las Cajas de Ahorro. Junto a ¨¦l, con el mismo n¨²mero de sufragios, se situ¨® una partitura de est¨¦tica bien diversa la Cantata para la Paz del b¨²lgaro Dimitri Tapkov (cuarenta y siete a?os, nacido en Sof¨ªa).Semejante clasificaci¨®n, dentro de un conjunto de setenta y tres partituras escuchadas, supone un ¨¦xito de gran resonancia, sobre todo si se tiene en cuenta que la obra ganadora debe ser radiada por las treinta y cinco cadenas participantes. En cuanto a la dificultad de llegar a primer clasificado, cuenta no s¨®lo el n¨²mero de competidores, sino la calidad, reconocida intemacionalmente en la mayor¨ªa de los casos aunque -como anotaba antes- no se trate actualmente de decidir sobre ?elefantes sagrados?.
Autodaf¨¦ (concierto barroco n. 1), est¨¢ escrita para piano principal, ¨®rgano obligado, tres grupos instrumentales y eco de violines. No est¨¢ lejano su estreno en Madrid, con ocasi¨®n del concurso de las Cajas de Ahorro, lo que me exime de volver sobre unos pentagramas en los que, de nuevo, Marco lleva a cabo una experiencia sonora sobre un trasfondo cultural que se manifiesta a lo largo de un proceso de tipo sensorial. Ambos aspectos -lo cultural espa?ol y lo sonoro sensorial- presiden y determinan buena parte de la creaci¨®n de Marco. Si, en principio, por los dos caminos tiene, algo de investigaci¨®n, al final, el compositor madrile?o no persigue sino la m¨¢s eficaz comunicaci¨®n. Autodaf¨¦ la consigue y cualquier auditor advierte que tras los sonidos existen ideas o, m¨¢s bien, que ¨¦stas determinan la fisonom¨ªa toda de la obra. Fisonom¨ªa e ideolog¨ªa personales, de gran libertad, ajenas a cualquier atadura aprior¨ªstica de lenguaje, sistema constructivo o pr¨¢ctica gratuita de este a aquel anti. La versi¨®n escuchada es excelente, tanto por la intervenci¨®n del pianista Jean-Pierre Dupuy como la del conjunto todo dirigido por Franco-Gil.
Interes¨® en doble aspecto la personalidad de Jes¨²s Villa Rojo, del que se ha escuchado el Concierto barroco n.? 1. Al lado de su valor corno compositor y de su extraordinaria capacidad como clarinetista, muchos representantes extranjeros -m¨²sicos profesionales todos ellos- se deshicieron en preguntas y solicitudes sobre su obra El clarinete y sus posibilidades, aportaci¨®n espa?ola de rara originalidad al mundo de la t¨¦cnica instrumental de hoy.
Todav¨ªa, a t¨ªtulo de resaltar el valor de la distinci¨®n otorgada por sufragio a un espa?ol, citaremos algunos de los nombres elegidos en la TIC desde su fundaci¨®n: Dutilleux, Henzel, Petrassi, Castiglioni, Baird, Lutoslawski, Searle, Penderecki, Britten, Carter, Nono, Paccagnini, Fiser, Ligeti, Sueloesi, Crumb, Balassa, Gorecki, Schat, Manzoni, Kox, Nobre y Ulrich. A ellos se incorpora Tom¨¢s Marco.
De la Tribuna 1976, como panorama, escribiremos con detenimiento.
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