Pr¨®ximo acuerdo de Espa?a con la Santa Sede

?Nadie tiene potestad para declarar unos principios fundamentales inalterables, porque no est¨¢n hechos los hombres para las leyes, sino las leyes para los hombres?, dijo ayer en un coloquio, celebrado en el Club Siglo XXI, el ministro de Justicia, Antonio Garrigues. A lo largo de la conversaci¨®n, el ministro abord¨® diversas cuestiones candentes que afectan a su departamento, como la fuga de presos de Segovia, los sucesos de Montejurra, las relaciones Iglesia y Estado, la amnist¨ªa, etc¨¦tera.

Preguntado el se?or Garrigues, sobre los graves sucesos de Vitoria y Montejurra, dijo que los primeros pertenec¨ªan a las tensiones sociales de nuestro tiempo. Lo ocurrido en Montejurra fue calificado por el ministro como de ?caso sui generis, ins¨®lito, dif¨ªcil de comprender y de justificar. El juez de Estella tiene instrucciones de investigar en profundidad. Cuando se llegue a un resultado se har¨¢ p¨²blico de la manera m¨¢s absoluta?. Opin¨® m¨¢s tarde sobre lo que el ministro Areilza llama pacto nacional, ?tenemos que ir -dijo el miinistro de Justicia- a la concordia nacional, cuyo centro lo constituye la Monarqu¨ªa?.En torno al tema de las relaciones Estado espa?ol- Iglesia, anunci¨® que ?estamos pr¨®ximos a llegar a un acuerdo con la Santa Sede. El tiempo apremia. M¨¢s qu¨¦ un concordato nuevo, figura desplazada de los tiempos actuales, se llegar¨¢n a acuerdos parciales en que ambas partes renuncien a los privilegios rec¨ªprocos? y fundament¨® su optimismo en que ?las relaciones entre ambas potestades han mejorado desde el advenimiento de la Monarqu¨ªa. Ahora hay un clima de distensi¨®n. Durante mucho tiempo ha habido malos ent¨¦ndidos y equ¨ªvocos?.

Sobre los obst¨¢culos que se oponen a la democratizaci¨®n, el se?or Garrigues se?al¨® que se est¨¢ construyendo una democracia a la espa?ola, ?ninguna de las democracias que rigen en Europa son iguales. La democracia es un traje ¨²nico, que hay que adaptar a cada pueblo?. Se refiri¨® m¨¢s tarde a las dificultades de la reforma y asegur¨® que no hab¨ªan partido de la Comisi¨®n Mixta, ?que no ha tenido car¨¢cter vinculante?.

Consider¨®, m¨¢s tarde, el peligro de la posible proliferaci¨®n de partidos pol¨ªticos, que deben evitar los personalismos, y concretarse lo m¨¢s posible. Inform¨® sobre la reforma que se lleva a cabo, por la Comisi¨®n General de Codificaci¨®n, que trabaja para poner al d¨ªa las leyes. Respondi¨®, asimismo, al tema del divorcio, en relaci¨®n con las declaraciones hechas por el ministro de la Gobernaci¨®n en Venezuela, en las que se hac¨ªa partidario de un divorcio moderado; ?no s¨¦ a qu¨¦ clase de divorcio se refer¨ªa el incansable se?or Fraga, me figuro que no ser¨ªa al suyo propio, aunque su mujer le debe ver muy poco. Por mi parte, puedo decirle que soy partidario de la indisolubilidad del v¨ªnculo matrimonial. Soy partidario, en cambio, de ciertas causas de divorcio?. Se refiri¨® m¨¢s tarde a la unidad jurisdicional y calific¨® al Tribunal de Orden P¨²blico ?dentro de la jurisdici¨®n ordinaria, como una especialidad?.

El almuerzo termin¨® con el postre dial¨¦ctico, anteriormente descrito, ante la inesperada intervenci¨®n del teniente general Gonz¨¢lez Vidaurreta. Al coloquio asistieron dos centenares de personas, entre las que se encontraban el ministro de Agricultura, se?or O?ate; los ex ministros Fern¨¢ndez Sordo, Su¨¢rez, Garicano Go?i y Gallarza; el presidente del Consejo de Estado, Antonio Mar¨ªa de Oriol, el cardenal Taranc¨®n, el nuncio de Su Santidad y la duquesa de Alba.