Trece muertos, desenlace del secuestro a¨¦reo filipino.

Trece personas, tres secuestradores, y diez pasajeros, resultaron muertas el domingo tras registrarse un tiroteo, seguido de una explosi¨®n, en el avi¨®n filipino secuestrado desde el viernes, en el aeropuerto de la ciudad de Zamboanga, por seis individuos armados.La explosi¨®n, que se cree pudo ser originada par una granada de mano lanzada por uno de los secuestradores, destruy¨® pr¨¢cticamente el 80 por 100 del avi¨®n.

Posteriormente tuvo lugar un tiroteo entre los secuestradores y la polic¨ªa, que asaltaron el avi¨®n al producirse una primera explosi¨®n en el interior del aparato.

Como consecuencia de la explosi¨®n y del tiroteo, otras 22 personas resultaron heridas.

Entre los muertos figuran el jefe del grupo secuestrador, identificado como Endatun Danansa, musulm¨¢n secesionista del Sur.

Un d¨ªa despu¨¦s del desenlace del nuevo secuestro a¨¦reo, las autoridades filipinas expresaron su satisfacci¨®n por c¨®mo se hab¨ªa llevado a cabo la intervenci¨®n de las fuerzas policiales y declararon que, a partir de ahora, ya no se producir¨ªan m¨¢s episodios de este tipo en Filipinas.

Por el contrario, los rehenes que sobrevivieron al drama del secuestro del avi¨®n de las L¨ªneas A¨¦reas Filipinas expresaron ayer su repudio por la forma en que las autoridades trataron la situaci¨®n.

El grupo, compuesto por 21 supervivientes, fueron trasladados a Manila por v¨ªa a¨¦rea ayer lunes. Siete de ellos tuvieron que ser hospitalizados como consecuencia de las heridas sufridas durante el tiroteo y la explosi¨®n que pusieron fin al secuestro.

Hace menos de un mes, otro comando de sucesionistas musulmanes del sur de las islas protagoniz¨® otro episodio similar. En aquella ocasi¨®n, las autoridades filipinas cedieron a las pretensiones de los secuestradores, les entregaron una fuerte suma de dinero y pusieron en libertad a un grupo de detenidos.

Sin embargo, el suceso se prolong¨® todav¨ªa durante casi una semana. Salidos de Manila en un avi¨®n puesto a su disposici¨®n, los secuestradores y sus rehenes hicieron escala sucesivamente en Kuala Lumpur, Bangkok y en Libia. All¨ª se entregaron sin condiciones a las autoridades.