El Gobierno boliviano declara "zona militar" las minas en huelga
El Gobierno boliviano declar¨® ayer zona militar todas las minas en huelga y, simult¨¢neamente, dispuso un aumento salarial para los obreros del sector estatal de la miner¨ªa, en un esfuerzo para neutralizar la crisis pol¨ªtico-social que afecta al pa¨ªs.
Cinco minas se encuentran bajo control militar desde el mi¨¦rcoles pasado. El pasado lunes, la Federaci¨®n Sindical de Mineros decret¨® la huelga general indefinida de toda la miner¨ªa, exigiendo la retirada de las tropas de las minas de Catavi, Siglo XX, Haununi, Corocoro, Quechisla y Colquiri, adem¨¢s de la libertad de los dirigentes detenidos la semana pasada. La consigna de huelga general fue seguida por la mayor parte de las minas.
El conflicto se agrav¨® en la noche del lunes por la declaraci¨®n de huelga general indefinida en las universidades de La Paz, Cochabamba, Orur¨® y Potos¨ª.
El Gobierno insisti¨® en que tanto la huelga minera como la un?versitaria responden a un esquema subversivo alentado por la extrema izquierda.
Por su parte, la jerarqu¨ªa de la Iglesia Cat¨®lica se vio sorprendida por la aparici¨®n de un documento en que se afirma que la Conferencia Episcopal boliviana apoya la huelga minera y condena la intervenci¨®n militar. En nombre de los obispos, monse?or Genaro Prata neg¨® validez al documento y rechaz¨® que tales criterios respondiesen a la opini¨®n de la jerarqu¨ªa cat¨®lica.
El cad¨¢ver del general Torres
La presente crisis comenz¨® el pasado d¨ªa 7, cuando los mineros decidieron detener su trabajo por espacio de 24 horas en protesta contra la decisi¨®n gubernamental de repatriar a Bolivia el cuerpo del ex presidente, Juan Jos¨¦ Torres. El mismo d¨ªa tambi¨¦n estallaron manifestaciones en las universidades del pa¨ªs.Los universitarios no solamente protestaron por el problema de los restos del general Torres, sino tambi¨¦n contra la supresi¨®n de las facilidades que hasta ahora tuvieron para realizar su servicio militar. Hubo graves incidentes en el enfrentamiento de estudiantes y fuerzas del orden, y fueron cerradas tres universidades de provincia.En lo relativo a los mineros, el Gobierno del general Banzer actu¨® anteriormente con m¨¢s prudencia de la mostrada en la presente situaci¨®n. Los 30.000 mineros bolivianos son el n¨²cleo de la protesta revolucionaria en el pa¨ªs. Aunque todos los sindicatos bolivianos fuesen disueltos en el a?o 1974, los mineros conservaron sus organizaciones que, en la clandestinidad, siguen siendo muy operativas.
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