Optimismo entre los cient¨ªcos que buscan a "Nessie"
La b¨²squeda del monstruo del lago Ness ha comenzado. La c¨¢mara submarina sumergida en las turbias y oscuras aguas del Lago ha tomado ya 8.000 fotograf¨ªas, todav¨ªa sin revelar. La estaci¨®n monitora de televisi¨®n y las c¨¢maras a control remoto est¨¢n instaladas. S¨®lo la lluvia impidi¨® que una plataforma con un televisor fuera sumergida a 13 metros de profundidad. Dos zo¨®logos del equipo han estado de vig¨ªas durante la noche en el ?Malaran?, el yate de 33 pies de eslora anclado en el lago.La Academia de Ciencias Aplicadas de Bost¨®n, que promociona el avance de la tecnolog¨ªa e inventos, y el diario New York Times, patrocinan esta expedici¨®n; la mayor parte del equipo fotogr¨¢fico ha sido donado por firmas americanas especializadas en fotograf¨ªa submarina. A¨²n as¨ª, el coste de la expedici¨®n se calcula en unos 75.000 d¨®lares, algo m¨¢s de cinco millones de pesetas.
La ayuda de la sequ¨ªa
Los derechos exclusivos de TY para cubrir la expedici¨®n los tiene NBC (National Broadcasting CO.). Su ¨¦quipo se ha instalado en un muelle al lado opuesto de las ruinas de un castillo del siglo XII, donde se unen la Biblia Urquhart y el lago Ness: cobertizos, casetas y algunas caba?as se agrupan en este muelle; en uno de ellos-, se instalar¨¢ el laboratorio fatogr¨¢f¨ªa y la estaci¨®n monitora, donde :e turnar¨¢n los expedicionarios pira vigilar la pantalla de televisi¨®n y en el caso de aparecer algo raro, o solamente cualquier clase de actividad extra?a, manipular la c¨¢mara esterosc¨®pica para obtener fotograf¨ªas m¨¢s detalladas. Al fondo se alzan las verdes y empinadas colinas de las tierras altas, en esta ¨¦poca del a?o cubiertas por las flores del tojo.
Al fondo de la bah¨ªa se encuentra el pueblo de Drumnadrochit; la zona fue elegida porque en esa parte de la costa del lago es donde. m¨¢s ha sido visto el monstruo y donde el Dr. Rines obtuvo en 1972 y 75 las fotograf¨ªas submarinas que tanta conmoci¨®n han causado.
La sequ¨ªa habida esta primavera puede ser un factor importante en la aclaraci¨®n del misterio por los expedicionarios. Debido a la escasez de lluvias, los salmones procedentes del oc¨¦ano est¨¢n atrapados en el lago, ya que los r¨ªos no han vaciado en ¨¦l su caudal de agua normal. Esto puede significar que los monstruos est¨¦n tambi¨¦n en la bah¨ªa aliment¨¢ndose de los salmones.
El fondo del lago alcanza en algunas zonas gran profundidad. La colocaci¨®n estrat¨¦gica de las c¨¢maras en estas zonas se ha hecho con la esperanza de que el monstruo habite y se mueva en ellas.
La c¨¢mara m¨¢s grande ha sido sumergida ya. Dos cilindros de acero contienen las luces strobe y un cilindro de pl¨¢stico, una c¨¢mara palaroid; al lado de ¨¦ste se han colocado una c¨¢mara de televisi¨®n y dos c¨¢maras esterior de 35 mm, protegidas por cilindros de acero.
En las aguas del lago abundan part¨ªculas de musgo, oscureci¨¦ndolas e impidiendo que se filtre la luz del sol, por, esta raz¨®n hay que usar luz artificial para poder operar con este equipo, incluso a seis o siete metros de profundidad.
Pel¨ªcula ultrasensible.
Diversos m¨¦todos de iluminaci¨®n artificial ser¨¢n empleados para que las modernas c¨¢maras puedan ser efectivas. Desde la semana pasada una c¨¢mara m¨¢s peque?a, de 16 mm, dise?ada por Harold E. Edgerton con una luz strobe de cien vatios, est¨¢ tomando fotograf¨ªas en color, cada 15 segundos. Estos cuatro carretes, con 2.000 negativos cada uno, ser¨¢n revelados la pr¨®ximas, semana. Hasta entonces no se sabr¨¢ si existen pruebas claras y concluyentes por primera vez de la existencia del legendario ente W Loch.
Charlie Wyckoff, 60 a?os, graduado en la Universidad de Dartmouth y en el Instituto Tecnicol¨®gico de Massachussets, es el responsable de la instalaci¨®n del equipo t¨¦cnico y de comprobar su funcionamiento. Es accionista de la Compa?¨ªa Ciencias Fotogr¨¢ficas, de Needbam, Massachussets.
Igual que muchos otros miembros del equipo, hizo su aprendizaje, t¨¦cnico bajo la direcci¨®n de Doc Edgerton. En la segunda guerra mundial dise?¨® instrumentos fotogr¨¢ficos para observar explosiones subterr¨¢neas. M¨¢s tarde, analiz¨® cient¨ªficamente la primera fotograf¨ªa de alta sensibilidad, tomada en las pruebas de bomba at¨®mica, dise?ando un negativo especial llamado XR, el cual tolera la intensa iluminaci¨®n de las explosiones at¨®micas; tambi¨¦n ha inventado un nuevo tipo de pel¨ªcula especial para el Proyecto Apolo y para los eclipses solares. ?Yo no cre¨ªa en la posibilidad de la existencia del monstruo?, coment¨® hace poco 'Wyckoff, ?pero despu¨¦s del verano que pas¨¦ ayudando a Edgerton y analize los resultados obtenidos, estoy firmemente convencido de que el ente o monstruo o lo que sea se ver¨¢ en las pantallas de televisi¨®n y quiero estar aqu¨ª para presenciarlo.?
Problemas de corriente
Solucionados los problemas t¨¦cnicos para la colocaci¨®n correcta de las diferentes plataformas y luces, solo queda esperar. El Dr. Edgerton quiere que la c¨¢mara lenta, que ya est¨¢ sumergida, aparezca en la pantalla de televisi¨®n continuamente, pues ¨¦sta podr¨ªa servir de cebo al monstruo; as¨ª sucedi¨® en a?os anteriores, en los que apareci¨® algo en las pantallas, cambi¨¢ndolas de posici¨®n; el doctor Edgerton cree que la iluminaci¨®n de los focos o la vibraci¨®n de los motores el¨¦ctricos atraen a la extra?a criatura. Hasta ahora se ,han podido solucionar casi todos los fallos t¨¦cnicos, como en de la colocaci¨®n submarina de las plataformas. Los nativos, que siguen con gran inter¨¦s y a veces con miedo a las iras del monstruo, han colaborado eficazmente con la expedici¨®n.
Uno de los problemas mayores con que se ha encontrado el doctor Hines es el de la diferencia en la corriente el¨¦ctrica entre Gran Breta?a y los Estados Unidos. El equipo, totalmente fabricado en Estados Unidos, fue dise?ado para funcionar a 115 voltios y 60 cilelos, pero la corriente en Gran Breta?a es a 220 voltios y 50 ciclos. Antes de salir de Boston, los ingenieros cre¨ªan haber encontrado la soluci¨®n para que el equipo funcionara con la m¨¢xima efectividad, pero en Loch Ness la pantalla de televisi¨®n oscilaba, como si un avi¨®n estuviera sobrevolando el lago d¨ªa y noche y las interferencias eran constantes. El doctor Rines ha conseguido, si no una transmisi¨®n perfecta, por lo menos lo suficientemente di¨¢fana para que en caso de presentarse la ocasi¨®n, sea visible y claro. La fantas¨ªa e ilusi¨®n de cuento de aventuras que sienten los participantes en la apasionante b¨²squeda de lo desconocido, disminuye con las experiencias de la vida cotidiana, como, la falta de sue?o, horas irregulares d¨¦ trabajo; la preparaci¨®n minuciosa de los detalles, las horas de observaci¨®n y espera sin saber, al menos que los resultados justificar¨¢n los esfuerzos.
Primeros optimismos
La b¨²squeda contin¨²a. Hasta el momento, los miembros del equipo se han limitado a instalar los medios para detectar algo positivo, pero a¨²n no se ha conseguido nada, a pesar que d¨ªa y noche, sin descanso, alguien vigila las pantallas de los monitores instalados en el muelle.
El doctor Wyckoff, coordinador fotogr¨¢fico de la expedici¨®n, llev¨® a Londres para ser revelados 8 carretes en color que tom¨® la c¨¢mara lenta sumergida en el agua. Esta c¨¢mara funciona autom¨¢ticamente cada 15 segundos. Hasta que sean revelados no sabremos si muestran algo interesante.
Al mismo tiempo el doctor Wyckoff, ha comenzado el revelado por su cuenta en la cocina de la caba?a que se est¨¢ usando como estaci¨®n receptora. Ha improvisado un laboratorio muy primitivo hasta que un equipo m¨¢s sofisticado llegue dentro de unos d¨ªas.
Despu¨¦s, de unas horas- de trabajo, Wyckoff llam¨® a los expedicionarios, pero solamente para mostr¨¢rles la claridad y nitidez de las fatograf¨ªas obtenidas.? ?Qu¨¦ diferencia con las del a?o pasado! -dijo-. Si N¨¦ssie se decide a salir,y colaborar con nosotros tendremos un material perfecto?.-Pero cuando revel¨® la ¨²ltima y no hab¨ªa nada, Wyckoff no pudo evitar el sentirse un poco defraudado.
Se ha decidido ajustar la, c¨¢mara para que funcione cada 45 segundos en lugar de cada 15, a no ser que se detectar¨¢ cualquier actividad extra?a en la zona.
Dos zo¨®logos forman parte de la expedici¨®n trajeron noticias alentadoras; cuando regresaban de un reconocimiento del sonar instalado en el fondo del lago, uno de ellos, Jeffrey Thomason, vio una estela de gran tama?o aproximadamente a kil¨®metro y medio de su lancha. Cuando su compa?ero Christopher Mchowan mir¨¦ con los prism¨¢ticos, vio que parec¨ªa ?una estela entre dos burbujas o bultos?. Antes de que pudiera alcanzar la c¨¢mara, la estela hab¨ªa desaparecido.
Aunque ¨¦sto no significa que haya sido ocasionado por el monstruo, ambos est¨¢n emocionados y han contagiado su optimismo al res del grupo.
M¨¢s testimonios de los habitantes de la zona
Un vecino de los alrededores dice, en este sentido que ?algunas personas pod¨ªan estar bebidas cuando creyeron ver al monstruo, otras a lo mejor no vieron m¨¢s que un tronco de ¨¢rbol, pero otras muchas vieron una ceza, unas alas o una joroba y no creo que haya tantos mentirosos por aqu¨ª?.
Por otra parte, hay una persona extra ocupaci¨®n puede dar mayor credibilidad al testimonio. Se trata de reverendo Gregory Brusey, superior del ¨²nico monasterio escoc¨¦s de benedictinos, que se halla en Fort Augustus, al sur del Lago Ness. En el monasterio existe la imagen de una santa que, seg¨²n la leyenda, envi¨® al monstruo a salvar a n nadador que estaba a punto de negarse en las aguas del lago.
Pero el padre Gregory no solos se requiere a la leyenda., Recuerda que hace alg¨²n tiempo se hallaba cerca de lago en compa?¨ªa de un amigo organista, cuando vio que superficie se agitaba y por ella aparec¨ªa una gran cabeza -y una Joroba. El animal emergi¨® y luego volvi¨® a zambullirse. ?No era ni un tronco de ¨¢rbol, ni un bote, el cl¨¦rigo, ?era algo completamente diferente?.
La descripci¨®n del padre Gregory concuerda con la de otros presutos testigos de la aparici¨®n del monstruo. Espera que la expedici¨®n de este verano tenga ¨¦xito, aunque dice que ?tenemos que dejar al monstruo en paz. En esta ¨¦poca dominada por la tecnolog¨ªa, tenemos la tendencia a poner etiquetas a todas las cosas. A mi, al contrario, me gustan las cosas desconocidas. Los misterios conmueven a la gente y debemos Por eso protegerlos?.
-La se?ora Cary pasa los veranos en una vetusta residencia cercana tambi¨¦n al lago. Afirma que vio al monstruo por primera vez en 1917, cuando se hallaba remando,en un bote con su hermano."Una gran joroba apareci¨® ante nosotros, como si se tratase de un bote volcado.
El animal se movi¨® rapidamente y nosotros tuvimos que largarnos en seguida No v¨ª otra aparici¨®n hasta el a?o 1954.
Esta se?ora nunca pudo obtener una fotograf¨ªa- (?No puedo estar siempre con una c¨¢mara colgada al cuello?, dice, con lo cual vale m¨¢s al principio del problema., Los que vieron apariciones nunca Ias fotografiaron mientras que los que disponen de magn¨ªficas c¨¢maras con teleobjetivos, nunca obtuvieron gran cosa.
Pese a una d¨¦cada de investigaciones que nunca cesaron, solo llegaron a obtenerso figuras m¨¢s bien dudosas de formas sobre el lago, deficiencia nue, la expedici¨®n pre tende superar por la utilizaci¨®n de m¨¢quinasde fat¨®graf¨ªas submarinas y del sonar. Por otra parte la se?ora Cary estima que los nume. rosas voluntarios, que acudieron a las riberas del lago a hacer investigaciones, no pusieron demasiado empe?o y perd¨ªan su tiempo en los bosques. Cuenta que una vez vio al monstruo aparecer en la superficie y entonces subi¨® tap idamente a la casa donde supon¨ªan que los estudiantes estaban encargados de manejar las m¨¢quinas fotogr¨¢ficas. ?Cuando llegu¨¦ al puesto de observaci¨®n v¨ª que los estudiantes, un chico y una chica, estaban estrechamente abrazados.?
La ?explotaci¨®n? del monstruo
Jimmy MeLennan es un agricultor de las tierras altas; duranw m¨¢s de 50 a?os ha cultivado las ¨¢ridas tierras de una plataforma de las monta?as que hay casi encima del Lago Ness. Nunca ha visto a el Monstruo, ano ser que ¨¦ste hubiese touyado forma de mueble de jard¨ªn.
Le gusta relatar con cierto dramatismo el d¨ªa en que se encontraba con su reba?o en un llano de las colinas; que abruptamente descienden sobre el lago. De repente vio algo extra?o en las misteriosas aguas. No puede ser nada m¨¢s que el monstruo?, pens¨®. Descendi¨® rapidamente, al mismo tiempo que unos chiquillos remaban hacia el objeto misterioso, lo que sacaron era solamente una silla de jard¨ªn. ?Esta es mi ¨²nica experiencia con el monstruo", coment¨® vigilando la superficie del agua?. La gente de los alrededores, sorprendentemente, no ha explotado el mito del monstruo. En la carretera hay un peque?o puesto de hamburguesas de monstruo, y c¨®mo no, alguien ha combinado ciertos ingredientes explosivos, a la mezcla de lo m¨¢s escogido del monstruo y recuerda sospechosamente al whiskey bourbon. Tambi¨¦n se venden en la zona unos mu?ecos de trapo, que, aunque su precio es solamente el equivalente a unas 100 pesetas y son enormes, el due?o de la tieiida peque?a tiene previsto encajar a los turistas ricos, por lo menos uno al mes. No hay grandes hoteles ni tabernas t¨ªpicas con nombres alusivos al misterio del lago. Los habitantes de las tierras altas, aunque no dependen materialmente de la afluencia de personas al lago, aprecian su presencia, pues piensan que refuerza su creencia en la existencia del monstruo, creencia que ni siquiera por el fracaso del grupo en su b¨²squeda, contado su armamento de luces y c¨¢maras se ver¨ªa afectada.
Cada d¨ªa que pasa, algo nuevo queda instalado y se procede a probar su funcionamiento. Fin keIstein, que est¨¢ a cargo del sonar, explica que hasta dentro de unos d¨ªasno podr¨¢, sor completamente efectivo pues hay que aprender a leer las se?ales que env¨ªan los rui dos normales existentes en el fondo del lago. Est¨¢ usando un instru m¨¦nto que todav¨ªa no se ha lanza do al mercado y que se Rama Klein Hydroscan. Familiarmente le lla man el pez. Tiene aspecto de un peque?o torpedo y es arrastrado por un cable de cien metros de l¨¢r go. Estos modern¨ªsimos instrumentas han detectado, entre altas cosas, un pedazo de un barco griego, y una cadena de ancla en la -costa de Florida; si localizaran al monstruo, de momento se concentran en estudiar sus h¨¢bitos, que una vez conocidos facilitar¨ªan la labor fotogr¨¢fica y de identificaci¨®n.
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