La desconfianza se mantiene

El precario equilibrio existente la semana pasada se quebr¨® en ¨¦sta por circunstancias no f¨¢cilmente explicables. Ni el comunicado conjunto hispano-norteamericano, ni el nuevo descubrimiento de petr¨®leo frente a las costas de Tarragona, ni los d¨®lares que se trajo Villar Mir devolvieron la m¨¢s m¨ªnima confianza al mercado, antes bien, al contrario, se acentu¨® la baja en un ?in crescendo? que culminar¨ªa el mi¨¦rcoles y que al cierre del viernes representaba una p¨¦rdida en la tanda del 2,7 por 100. Nos estamos acercando a la cota del 85, que fue en la que se produjo una fuerte reacci¨®n en mayo, como si fuera una aut¨¦ntica, se?al de alerta, aunque hayamos de convenir que no tard¨® mucho en quedar rota.Sider¨²rgicas, Bancos y El¨¦ctricas han sido los departamentos m¨¢s castigados en la semana, por diversas razones. En las primeras, y a pesar de haberse. anunciado oficialmente un reajuste de precios, fallaba la demanda y se produc¨ªan recortes que en el caso de Olarra fueron elevados, despu¨¦s de sus palabras con el ministro de Hacienda en la visita de ¨¦ste a Bilbao.

En Bancos ocurri¨® que, al ver el deterioro de los cambios, se intent¨® bloquearlos y no se operaba, pero cuando lo hicieron, el viernes, se tuvo que pagar religiosamente la factura, como le ha ocurrido al Hispano, que ha bajado, de la cota de 400, con gran esc¨¢ndalo de sus accionistas (recordemos que est¨¢ en plena ampliaci¨®n). En cuanto a las El¨¦ctricas, se estaban acercando vertiginosamente a la par, sobre todo las grandes (Iberduero, Fecsa, Uni¨®n) Se produjo en la sesi¨®n de cierre una peque?a reacci¨®n que aliviaba de momento la angustiosa trayectoria.

En conjunto, sesiones duras (de tristes las han calificado otros), correosas, sin ¨®rdenes y, donde s¨®lo se han salvado muy contados valores en medio de un ambiente, francamente depresivo.