Lasa, primer triunfador espa?ol en el Tour
La etapa de ayer se corri¨® en dos sectores. Por la ma?ana, contra reloj-por equipos, con triunfo del Raleigh, equipo de Kuiper. Por la tarde, victoria de Miguel Mar¨ªa Lasa en una espectacular etapa corrida a fuerte tren en la que Pedro Torres fue el, gran animador. Este ha sido el primer triunfo de los corredores espa?oles en la presente edici¨®n del Tour.
El sector contra reloj de la ma?ana, vino a confirmar el inter¨¦s del Raleigh, equipo que comanda Kuiper, en presentar la batalla al Flandria, la escuadra del lilder Maertens. Kuiper apret¨® lo suyo, y sus compa?eros de equipo Kneteman y Karstens supieron apoyarle, con lo que consigueron la victoria. Los dos equipos espa?oles tuvie ron una aceptable actuaci¨®n.Segundo sector espectacular
Las etapas sin mucho kilometraje suelen tener sorpresas. Es m¨¢s dif¨ªcil que se desgasten las fuerzas, y los corredores ruedan fuerte. Eso ocurri¨® ayer en la segunda media etapa en l¨ªnea, de 144 kil¨®metros, entre Lovaina y Verviers. La agradable noticia, adem¨¢s, fue que en un terreno tan belga los espa?oles brillaron por primera vez a magn¨ªfica altura. Lasa gan¨® la etapa, Martos fue cuarto y Pedro Torres, escapado hasta 11 kil¨®metros antes de la llegada, logr¨® el premio de la combatividad. En el lado negativo, que tambi¨¦n hubo, hay que se?alar que Manzaneque perdi¨® un puesto, superado por Kuiper, pues lleg¨® en el segundo gran pelot¨®n, y Pesarrodona, acusando sus problemas estomacales, tambi¨¦n perdi¨® contacto con el grupo principal, por lo que ha bajado seis.
Si por la ma?ana los holandeses del Raleigh fueron los verdugos de Maertens y su equipo, por la tarde se repartieron cumplidamente el trabajo vanos equipos para dar la consiguiente batalla e impedir el posible triunfo del campe¨®n belga. Todo el mundo se ha confabulado para no dar respiro al Flandria hasta la monta?a. Tampoco hizo demasiado calor esta vez durante el recorrido, pues el viento se dej¨® sentir mucho. El ritmo fue muy vivo en bastantes momentos y el pelot¨®n se rompi¨® por primera vez en el kil¨®m¨¦tro 45. Fue despu¨¦s del control de avituallamiento, en una subida larga aunque no muy pronunciada. Se formaron cuatro grupos y en el primero, de 37 hombres, se metieron casi todos los favoritos. Entre los espa?oles, L¨®pez Carril perd¨ªa contacto pero enlazar¨ªa despu¨¦s cosa que no pudo hacer Pesarrodona. En esa misma subida quedaron descolgados Fraccaro y Fuchs. ?ste ¨²ltimo abandon¨® poco despu¨¦s.
En el kil¨®metro 84 escaparon Talbourdet, Periret y Conati. Fueron juntos hasta la subida de la ¨²nica dificultad puntuable de la jornada, el alto de Hautregard, kil¨®metro 115, en la que Perret dej¨® a sus dos compa?eros de fuga y s¨¦ fue solo. La m¨¢xima ventaja,que tuvieron los tres hombres sobre el primer pelot¨®n fue de 53 segundos, pero por el alto Perret,pas¨® con 22 sobre Pedro Torres, que salt¨® en su persecuci¨®n despu¨¦s que Talbourdet y Conati fueron absorbidos.
Panizza, en cabeza del pelot¨®n, pas¨® a 32 segundos de Perret.
En el descenso Torres se uni¨® a Perret, pero todo el trabajo fue ya para ¨¦l, porque el galo no quiso relevarle. El malague?o se lo pidi¨®, pero le contest¨® que no pod¨ªa. Rab¨ªa gastado casi todas sus fuerzas y no quer¨ªa vaciarse. Mala suerte porque la pareja lleg¨® a tener treinta y cinco segundos de ventaja a s¨®lo 22 kil¨®metros de la meta, aunque Pedrocrey¨® que eran 55. Incluso venci¨® en el punto c¨¢lido de Spa, pero fueron sus ¨²ltimos coletazos. En el kil¨®metro 135 fueron cazados, ambos y la batalla en los momentos finales se volvi¨® terrible., En la subida de Annette Lubin se rompi¨® definitivamente la carrera en dos grandes grupos aparte de los rezagados. A un ata que de Sibille respondi¨® Lasa, y aunque. el campe¨®ft de Francia no le relev¨®.nunca pudo imponerse en la meta por ocho segundos a un tr¨ªo en el que tambi¨¦n otro espa?ol, Martos, se hab¨ªa cansado de tirar de,Beon y Perin. Estos, seg¨²n la costumbre de las t¨¢cticas, no pod¨ªan relevar porque sus jefes de fila ven¨ªan detr¨¢s. S¨®lo aprovecharse de lo que hubiera. Poco se pudieron aprovechar.
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