En Inglaterra se siguen reclutando mercenarios para Angola

El mensaje de la reina de Inglaterra pidi¨¦ndole clemencia a Agostinho Neto puede salvar a los mercenarios condenados a muerte, pero a¨²n el Gobierno brit¨¢nico retiene, sin cumplir, otra demanda de los angole?os.Hasta el momento, no hubo ninguna declaraci¨®n oficial que anuncie medidas para acabar con el reclutamiento de mercenarios en el Reino Unido, ni hay noticias de que ¨¦sa declaraci¨®n se produzca en el futuro inmediato.

Los tres mercenarios de nacionalidad brit¨¢nica pueden salvar sus vidas, gracias a la intervenci¨®n real, pero en Gran Breta?a seguir¨¢ habiendo mercenarios dispuestos a ir al extranjero.

Jhon Banks, el que reclut¨® a los que fueron condenados en Angola, anunci¨® que est¨¢ formando un ej¨¦rcito privado para combatir el comunismo dentro y fuera de este pa¨ªs. La ¨²nica variaci¨®n que este ej¨¦rcito ofrece con respecto al que fue a pelear contra el MPLA en Angola es que sus soldados har¨¢n el trabajo gratuitamente. Banks declar¨® que ya tiene inscritos a m¨¢s de mil hombres en ¨¦stas condiciones.

Seg¨²n se public¨® en un peri¨®dico de Londres, ni la polic¨ªa ni el gobierno de Inglaterra hicieron nada hasta el momento para que Banks, que trabaja para una firma llamada Security Advisory Services (SAS), cese en sus actividades.

El ej¨¦rcito que dice haber formado se llama ACRO (Anti-communist Revolutionary Organization). Banks afirma que hasta el momento dos pa¨ªses, que no nombra, solicitaron sus servicios.

John Banks fue detenido hace algo m¨¢s de un mes por la polic¨ªa, al parecer como sospechoso de proporcionar armas a la organizaci¨®n cat¨®lica irlandesa IRA, pero fue liberado muy pronto.

Curiosamente, los padres de los que fueron condenados en Luanda no concentraron su rencor contra el Gobierno de Agostinho Neto, sino que acusaron a Banks de lo que les pas¨® a sus hijos. Banks, mientras tanto, no mostr¨® ning¨²n signo de arrepentimiento, sino que tuvo tiempo y paciencia para formar lo que ¨¦l llama ?un ej¨¦rcito gratuito? para combatir a las mismas fuerzas que sus hombres, no pudieron derrotar en Angola.

Estas noticias, que inevitablemente llegan a Luanda, har¨¢n muy dif¨ªcil a Agostinho Neto atender al comunicado real pidi¨¦ndole clemencia para los brit¨¢nicos condenados a muerte.

El Gobierno de Londres, dijo uno de los miembros de la comisi¨®n internacional que estuvo en Angola durante el juicio, ha de mostrar de forma fehaciente que ya no permitir¨¢ que en su territorio se recluten soldados para luchar en otros pa¨ªses. Esta actitud podr¨ªa ayudar a crear un clima propicio para el indulto.