La designaci¨®n de los marathonianos espa?oles, caprichosa

La decisi¨®n del responsable de las pruebas de gran fondo, se?or Linares, y por consiguiente de la Federaci¨®n Espa?ola de Atletismo, y del COI, sobre participaci¨®n en los Juegos, de Ba?os, Mangu¨¢n y Agust¨ªn Fern¨¢ndez traer¨¢ cola. Las consecuencias por lo pronto las pag¨® de momento Ruiz Bernal, que a pesar de haber hecho la m¨ªnima, se resist¨ªan a llevarlo. Esta semana tambi¨¦n puede haber sus m¨¢s y sus menos si alg¨²n atleta tambi¨¦n alcanza la clasificaci¨®n para Montreal en Zurich.Y todo porque como Anselmo L¨®pez dio el visto bueno a que los tres marathonianos fueran a los Juegos sin haber hecho m¨¦ritos suficientes; en la Federaci¨®n se teme molestar al bueno de Anselmo.

Cuando las cosas se hacen mal, pasa esto. Los marathonianos no tienen culpa alguna, es la Federaci¨®n la que hace discriminaciones. A los atletas les exigi¨®, para ser ol¨ªmpicos, que adem¨¢s de hacer la m¨ªnima estuvieran en forma, de ah¨ª que Carrasco y Morillas tuvieran que repetirla ¨²ltimamente. En cambio a los marathonianos se les exigi¨® 2 horas 14 minutos en el Campeonato de Espa?a y luego 2.15 en la prueba de Oyarzun. Ning¨²n atleta baj¨® de esos tiempos y sin embargo se les lleva.

Si no ha existido un criterio firme para los atletas de la marathon, ?por qu¨¦ no va a correr Haro? El palentino siempre que sale va a por la victoria. Por algo ¨¦l quiere correr los 42,195 kil¨®metros en Montreal.

Pero el m¨¢ximo perjudicado de esta caprichosa l¨ªnea federativa ha sido Hidalgo, recordman de la especialidad y ganador del Campeonato de Espa?a de gran fondo con una diferencia m¨¢s que apreciable sobre sus inmediatos seguidores, precisamente los que ser¨¢n ol¨ªmpicos en la marathon.

A Juan Hidalgo le dijo L¨¢zaro Linares, momentos antes de comenzar el Campeonato de Espa?a en Palencia, que s¨®lo ir¨ªan a Montreal aquellos atletas que bajasen de 2.14. Hidalgo no lo dud¨®. Se jug¨® todo a una carta y desde los primeros metros marc¨® un ritmo vertiginoso. Sus rivales se quedaron atr¨¢s, mientras ¨¦l se jugaba el ser ol¨ªmpico o el abandono. Al realizar la carrera en solitario, le sobrevino la ?p¨¢jara?y tuvo que retirarse.

Posteriormente, en el marathon de Oyarzun, L¨¢zaro Linares prometi¨® que ir¨ªan a Montreal los que bajasen de 2.15. Hidalgo corri¨® esta vez con precauciones, pero un desvanecimiento le oblig¨® a abandonar de nuevo. Mangu¨¢n, Agust¨ªn Fern¨¢ndez y Ba?os, con tiempos superiores a 2.15 fueron los tres primeros que cruzaron la meta y los que inesperadamente ir¨¢n a Montreal.