El viejo problema de Espa?a

Hace bastantes a?os, mi buen amigo Gabriel Celaya me regal¨® un libro que me sorprendi¨®; se titulaba Di¨¢logo sobre las Espa?as y eran sus autores un viejo amigo m¨ªo, Pere Bosch Gimpera, y un desconocido para m¨ª, Anselmo Carretero. A?os despu¨¦s, otro amigo, al regresar de su exilio en M¨¦xico, me dio un libro escrito por Carretero, La personalidad de Castilla. Hoy llega a mis manos otro libro de Bosch Gimpera, prologado por Anselmo Carretero, y cuyo t¨ªtulo, La Espa?a de todos, indica que, fallecido su autor, el prologuista lleva adelante su inter¨¦s por el tema. Por qu¨¦ los tres libros coinciden en plantear ese problema fundamental de Espa?a que el autor, en el mismo comienzo de esa ¨²ltima obra, esboza diciendo que mientras las gentes de muchos pa¨ªses, si se les pregunta en qu¨¦ consiste pertenecer a ellos, ven la respectiva existencia de cada uno como la de una comunidad estabilizada y aceptada, no sucede lo mismo en Espa?a: ?f¨¢cilmente se descubre? -dice- que un castellano, un vasco, un gallego, un andaluz o un catal¨¢n ?se sienten espa?oles o aceptan el dictado de espa?oles por razones distintas y aceptan las de los dem¨¢s con reservas mentales?. Y que ?los que creen poseer una ortodoxia espa?ola consideran f¨¢cilmente como herejes a los que discuten sus pensamientos?.He aqu¨ª el problema y su franco planteamiento. Pero con una variante en el modo de ser planteado, en tanto que el autor coincide con el ahora prologuista y antes coautor y autor, en colocar a Castilla entre las tierras de Espa?a que no tienen resuelto su propio problema. Bosch Gimpera, catalan, y Carretero, castellano de Segovia, coinciden en lo esencial. Creen que Espa?a no est¨¢ hecha. Y que Castilla, no s¨®lo no es la verdadera opresora, sino que ?fue tambi¨¦n v¨ªctima de la misma sobreestructura estatal?.