Las tres centrales nucleares, en el Pa¨ªs Vasco, "un atentado" contra la poblaci¨®n
Las tres centrales nucleares que Iberduero, SA, pretende instalar en el Pa¨ªs Vasco constituyen un serio atentado contra una poblaci¨®n de m¨¢s de un mill¨®n de habitantes, que viven en una zona que se considerar¨ªa de emergencia en caso de accidente. Esta es, quiz¨¢, la conclusi¨®n m¨¢s grave que pudo alcanzarse en el transcurso de una mesa redonda celebrada en la Academia de Ciencias M¨¦dicas de Bilbao sobre la problem¨¢tica nuclear.Los participantes en la mesa se mostraron en todo momento opuestos a la instalaci¨®n de dichas centrales, una de las cuales se encuentra ya en fase avanzada de construcci¨®n en el t¨¦rmino vizca¨ªno de Lemoniz. La ausencia, por motivos personales, del doctor ingeniero Juan Carlos Zabalo, que inicialmente pod¨ªa haber defendido la opci¨®n nuclear, dej¨® el di¨¢logo reducido a una ¨²nica tonalidad.
El mayor peso de las intervenciones recay¨® sobre el economista Jos¨¦ Allende, especializado en planificaci¨®n urbana y regional, que centr¨® el tema en la inconveniencia de ubicar tres centrales nucleares paralelas al corredor poblacional existente entre Bilbao y San Sebasti¨¢n.
En el caso concreto de la central de Lem¨®niz, afirm¨® que la densidad de poblaci¨®n existente en un radio de 30 kil¨®metros (849 habitantes por kil¨®metro cuadrado) es al menos cuatro veces superior a la que se considera prudente en la legislaci¨®n norteamericana.
Inform¨® tambi¨¦n de la inexistencia, en los tres proyectos, de un plan de emergencia debidamente elaborado. La raz¨®n -dijo- es bien sencilla: es imposible evacuar dentro de los plazos marcados por la ley a una poblaci¨®n que supera el mill¨®n de habitantes.
En ¨²ltimo t¨¦rmino abund¨® en la hipoteca que dichas centrales suponen para el futuro de dichas provincias, en las que hoy mismo escasea el suelo disponible. Acus¨®, en este sentido, a la Corporaci¨®n administrativa del Gran Bilbao, porque en ninguno de sus planes se hace referencia a la central nuclear de Lem¨®niz, siendo as¨ª que su construcci¨®n es un factor importante a considerar en la planificaci¨®n comarcal, que tiende a dirigirse hacia las zonas costeras.
Desde el punto de vista jur¨ªdico, el abogado Jos¨¦ Ram¨®n Recalde, profesor de la escuela de T¨¦cnicos Empresariales de San Sebasti¨¢n, expuso primero la propia inseguridad del legislador en esta materia, ya que los topes de emisi¨®n de gases radiactivos se han ido reduciendo a medida que se conoc¨ªan mejor los efectos de la radiactividad.
Sobre la fiabilidad de la empresa que pretende llevar adelante estos tres proyectos, sus conclusiones fueron claras: ?Los indicios que tenemos hasta ahora son poco favorables para la credibilidad necesaria en un terreno tan peligroso como ¨¦ste. El ¨²nico dato disponible es que la Direcci¨®n General de Energ¨ªa autoriz¨® la construcci¨®n de la central de Lem¨®niz en marzo de 1974, pero, ese mismo a?o, la empresa publicaba en su memoria las grandes fotograf¨ªas, en las que pod¨ªa verse terminada toda la cimentaci¨®n. Se dar¨ªa as¨ª el caso curioso de que la edificaci¨®n podr¨ªa ser legal, pero los cimientos son ilegales?.
Tras se?alar que estos hechos no favorecen la credibilidad de la empresa, cit¨® el informe Dames and Moore, que denunciaba las deficiencias del informe geol¨®gico realizado para la central de Deva. El se?or Recalde subray¨®, por ¨²ltimo, la absoluta falta de informaci¨®n acerca de unos proyectos que interesan altamente a todos, por las repercusiones que pueden tener sobre nuestro futuro.
Precisamente de ese futuro; en el terreno sanitario, habl¨® con tonos sombr¨ªos el catedr¨¢tico Juan Negueruela, que se refiri¨® repetidamente al factor acumulativo de la radiactividad en el organismo. Reconoci¨® que la ciencia no sabe todav¨ªa con exactitud c¨®mo act¨²a esa radiactividad, aunque s¨ª cabe afirmar que cualquier exposici¨®n, se acumula en las c¨¦lulas sin borrarse jam¨¢s. ?Frente a la energ¨ªa el¨¦ctrica o mec¨¢nica, cuyas huellas desaparecen, la radiactividad se acumula y se transmite a trav¨¦s de mutaciones gen¨¦ticas.?
Desde un punto de vista t¨¦cnico, el profesor de la Facultad de Ciencias, Jos¨¦ Ram¨®n Echevarr¨ªa, afirm¨® que en una central se producen escapes radiactivos de gases, algunos de los cuales, como en el caso del Tritio, tienen una vida que se prolonga por encima de los doce a?os. Sobre los sistemas de seguridad dijo que no hab¨ªa suficiente experiencia de funcionamiento
-Gran Breta?a rechaza las centrales de agua ligera que se pretenden instalar aqu¨ª- y que en todo caso se ha comprobado que la radiactividad provoca dislocaciones en los metales del circuito primario.
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