El mundo de los "fanzines"
Cuando se escriba la historia menuda de la comunicaci¨®n visual en los ¨²ltimos quince a?os habr¨¢ que reconocer a los fanzines, palabreja dificil de traducir a nuestro idioma y que en ingl¨¦s resulta de la abreviatura de dos fan's magazine, revista para fan¨¢ticos, un papel fundamental en la evoluci¨®n general de los medios, y, m¨¢s concretamente, de las formas culturales marginadas por las instituciones oficiales administradoras del saber. Sin los fanzines, sin estos miles de revistas intermitentes y llenas de entusiasmo, gran parte de lo que hoy podamos saber sobre los comics, carteles, cromos, animaci¨®n novelas populares, telefilmes y otras creaciones hubiera permanecido desperdigado, en poder de unos cuantos eruditos, sin pasar esa m¨ªnima pero indispensable frontera comunicativa ofrecida por estos cuadernos, pobres en primores gr¨¢ficos y editoriales, pero repletos de entusiasmo y dedicaci¨®n. Los fanzines han cumplido -cumplen a¨²n y seguir¨¢n haci¨¦ndolo en el futuro- un papel insustituible en la difusi¨®n y estudio de una nueva forma de apreciar los productos visuales y la mentalidad que los ha originado. Sin ellos, es muy posible que se hubiera cortado de ra¨ªz el movimiento revalorizador originado en el pop, y que se hubiera hundido tambi¨¦n con, esta moda, ef¨ªmera como todas.Los fanzines, en el fondo, de forma insconsciente, nos han hecho replantear las bases culturales de nuestra vida. Desde un sistema clausurado para siempre, en el que todo ten¨ªa un sitio, pero nada nuevo pod¨ªa acontecer, nos hemos encontrado con una variada gama de fen¨®menos abiertamente contraculturales o, al menos, indiferentes al modelo oficial de saber establecido. Toda aspiraci¨®n, por t¨ªmida que sea, necesita un soporte propagand¨ªstico y los fanzines han servido de uni¨®n a grupos de aficionados que, sin ellos, no hubieran podido proliferar. Espa?a, pese a las dificultades de toda ¨ªndole -a comenzar por las financieras- ha sido un pa¨ªs muy rico en estas publicaciones, desde mediados de los a?os sesenta, y no podemos decir que se haya apagado el entusiasmo desde entonces, sino todo lo contrario.
Nos llega ahora El Golem -continuaci¨®n de Comics Camp, comic in- dedicado a ser ?el ¨®rgano de expresi¨®n de todos aquellos que tengan algo que decir y sirvan a la justa valoraci¨®n del arte de las historietas. Por estas p¨¢ginas desfilar¨¢n aquellas planchas, art¨ªculos, opiniones, entrevistas, que contribuyan o hayan contribuido a mejorar la historieta?. Esta declaraci¨®n de principios que figura en la introducci¨®n al n¨²mero 13, revela, mejor que cualquier comentario, el prop¨®sito de sus responsables. Este ejemplar, el ¨²ltimo recibido, contiene una espl¨¦ndida selecci¨®n gr¨¢fica de bocetos de Frank Frazetta, uno de los mejores ilustradores mundiales, junto a estudios imprescindibles como los dedicados a la Escuela Valenciana de dibujantes, la historieta en los barrios, un an¨¢lisis de Alack Sinner, y otras muchas y valiosas contribuciones.
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