A la b¨²squeda de las ra¨ªces culturales andaluzas
Luis Mar¨ªn es uno de los cantantes m¨¢s prohibidos de Madrid. Asi, ¨²ltimamente, le han eliminado recitales en Alcal¨¢ de Henares, Palomeras Altas, Legan¨¦s, Alcobendas... y otros barrios madrile?os. Y lo m¨¢s curioso es que Mar¨ªn canta flamenco. Cante jondo del bueno.Su aspecto es el de un estudiantillo barbudo y joven, con gafas de concha y un habla andaluza matizada, suave por los muchos a?os de ausencia de su M¨¢laga natal.
-Los primeros a?os los pas¨¦ en Ronda, M¨¢laga, con mi familia de campesinos sin tierra. Mi abuelo, que era anarquista, me hizo ver la gran diferencia que hab¨ªa entre el rico y el pobre andaluz, as¨ª que, desde bien peque?o, tuve una conciencia, digamos sentimental, de los problemas andaluces. Siempre tuve afici¨®n a sacar letras y a cantar. Y los viejos me pasaban sus canciones, y me hablaban como a un mayor m¨¢s, y creo que envejec¨ª.
?Luego, por los sesenta, me vine a Madrid, en lo que llamamos el ¨¦xodo del hambre. Nos instalamos en El Pozo del T¨ªo Raimundo, la novena provincia de Andaluc¨ªa, donde las carencias de lo m¨¢s necesario agudizaron mi conciencia, y esa imperiosa necesidad de salir de ah¨ª a nivel individual y a nivel colectivo. Con mucho esfuerzo, trabajo y estudio nocturno -ahora en la Universidad-, y de todo esto, hago cante.?
Contrapunto narrativo
Luis Mar¨ªn acaba de sacar un disco, Cantata de Andaluc¨ªa, sobre textos de la tradici¨®n po¨¦tica, y con el contrapunto narrativo, escrito y narrado por Andr¨¦s Sorel.-Ten¨ªa ganas de hacer un trabajo serio sobre Andaluc¨ªa. Conoc¨ªa los libros de Andr¨¦s Sorel, as¨ª que contact¨¦ con ¨¦l. He puesto en este disco todo lo que llevaba dentro sobre Andaluc¨ªa.
?Xa Cantata tiene tres partes: en la primera, presentamos la realidad andaluza. En la segunda, se remonta al per¨ªodo isl¨¢mico, cuando la cultura all¨ª ten¨ªa el mayor esplendor. Y en la tercera, se recogen los nuevos movimientos andaluces, ese sentir popular, que se proyecta al futuro.
-?C¨®mo es tu cante?
-Dentro del flamenco intento ser cl¨¢sico, con comillas. Intento seguir en la ra¨ªz profunda del cante, aquel flamenco primitivo que hace alusi¨®n a los problemas m¨¢s acuciantes de la gente, y adem¨¢s, lo hace de una manera especial para cada tipo de problemas. El martinete habla de la fragua, la sole¨¢ la hace el hombre solo, reflexionando. La seguiriya habla de c¨¢rcel y odio, la taranta es minera, la carcelera se canta sin guitarra, porque en la c¨¢rcel no hab¨ªa...
-?Qu¨¦ te parece la entrada en el cante de esos textos po¨¦ticos que no han sido escritos para ello?
-Yo canto a algunos poetas que sienten nuestra tierra, pero el problema est¨¢ en la forma. S¨®lo algunos versos, muy simples y populares, sirven para cantarlos as¨ª. En general, prefiero los de verdad, los que han surgido de la gente sencilla, porque son muy elementales como textos, pero la belleza y la complicaci¨®n, la comunicaci¨®n m¨¢s art¨ªstica la tienen en la m¨²sica, en el cante mismo.
-?En qu¨¦ corriente art¨ªstica te situar¨ªas, dentro de la canci¨®n digamos progre espa?ola?
-Se est¨¢ empezando a aglutinar un grupo de cantantes andaluces, que intentamos recuperar nuestras ra¨ªces culturales, como vienen haciendo otras canciones regionales. Pero para que nuestra labor tenga sentido, y llegue a nuestra gente, necesitamos y pedimos que se resuelvan una serie de trabas que todav¨ªa tenemos: que se nos autoricen los recitales, que se abran las puertas de Prado del Rey, que se nos d¨¦ en radio, que se controlen las salidas de discos... En fin, que se estabilice nuestra situaci¨®n.
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