Desestimada la apelaci¨®n del matrimonio Murray, condenado a muerte en Irlanda
Un tribunal ordinario de apelaci¨®n rechaz¨® ayer en la capital irlandesa, una petici¨®n de la pareja para que se les conmutaran sus penas, y fij¨® la fecha de la doble ejecuci¨®n. Si ¨¦sta se llevara a cabo, ser¨ªa la primera vez en veinte a?os que se aplica la pena de muerte en la Rep¨²blica de Irlanda, donde este castigo capital est¨¢ abolido, excepto para los casos en los que se hallen implicados asesinatos de agentes del orden o diplom¨¢ticos.
Los Murray fueron sentenciados por haber sido autores del asesinato de un polic¨ªa, en el curso del intento de atraco a un banco de Dubl¨ªn. Cuando fueron arrestados, los dos j¨®venes -ella tiene 25 a?os y ¨¦l 27-, se declararon miembros de un grupo anarquista, aunque ninguna organizaci¨®n pol¨ªtica ha corroborado su adscripci¨®n.La decisi¨®n del tribunal ordinario de apelaci¨®n no es suficiente para enviar a la horca a los Murray. Estos tienen a¨²n la posibilidad de conseguir que el Tribunal Supremo de apelaci¨®n falle en favor de su demanda y deje la condena en cadena perpetua. Aun si falla esta posibilidad, el presidente de la Rep¨²blica, recogiendo el consejo del Gobierno, podr¨ªa perdonarles la vida en ¨²ltima instancia. Diversas organizaciones nacionales e internacionales se han dirigido a las autoridades irlandesas para que eviten que la sentencia confirmada ayer por el tribunal ordinario de apelaci¨®n se lleve a efecto.
La ratificaci¨®n de esta doble condena viene en un momento grave para el Gobierno de Dubl¨ªn, empe?ado en la captura de los tres presuntos autores del atentado que caus¨® la muerte del embajador brit¨¢nico en el Eire y de una de sus ayudantes.
La campa?a montada para obtener el perd¨®n de los Murray se ha cruzado en la Rep¨²blica de Irlanda con otra igualmente apasionada en la que se exige la pena capital para los tres terroristas que la polic¨ªa busca afanosamente.
Ayer, una nueva organizaci¨®n se hizo responsable del atentado. Hace unos d¨ªas, un ?Grupo de protecci¨®n de los cat¨®licos irlandeses? reclam¨® para s¨ª la paternidad del espectacular crimen. La polic¨ªa, entonces, no tom¨® muy en consideraci¨®n la carta. Sin embargo, parece que ha le¨ªdo m¨¢s detenidamente la que una organizaci¨®n que se llama a s¨ª misma ?Activistas revolucionarios? acaba de hacer llegar a un peri¨®dico de Dubl¨ªn y a una agencia de noticias de Londres. En el mensaje, los ?Activistas revolucionarios? declaran que cometieron su atentado para ?evitar una m¨¢s intensa campa?a de espionaje brit¨¢nico en Irlanda?. Para ellos, Christopher Ewart-Biggs, el embajador asesinado, no era ?un enviado ordinario, sino que estaba implicado en actividades de espionaje?, supuestamente dirigidas contra elementos de los que aquel grupo terrorista es afin. Los detectives que llevan a cabo la investigaci¨®n se han negado a comentar sobre el contenido de la carta. En la otra ocasi¨®n hicieron patente su escepticismo sobre la que firmaban los ?Protectores de los cat¨®licos irlandeses?.
Tanto el caso del matrimonio condenado a muerte, como el del atentado contra el diploni¨¢tico ingl¨¦s, han obligado al Gobierno del Eire a revisar por completo sus m¨¦todos de lucha contra el terrorismo. Quiz¨¢ a finales de agosto se le proponga al Parlamento una ley por la que se incrementen las penas por las pertenencias a grupos pol¨ªticos cercanos al IRA, y por poseer armas, municiones y explosivos. Asimismo, se cree que la dureza con la que se propone actuar a partir de ahora el Gobierno irland¨¦s, quedar¨¢ probada con la decisi¨®n que tome con respecto a las condenas a muerte que se le van a proponer para su consideraci¨®n.
Al otro lado del territorio, en el Ulster, la campa?a de violencia ha alcanzado una cifra r¨¦cord. Doscientas una personas han muerto ya este a?o, v¨ªctimas de diversas formas de atentados. El ¨²ltimo en morir fue un soldado del Regimiento de Defensa del Ulster (UDR), a quien le explot¨® una bomba puesta en la puerta de su casa, en Londonderry. El incidente tuvo lugar ayer. En la noche anterior, en un pub de Belfast, una bomba mat¨® a dos personas e hiri¨® a treinta. Hasta el momento, ¨¦ste ha sido el a?o m¨¢s sangriento del Ulster. En todo 1969, cuando tuvo que ser enviado, el ej¨¦rcito a la provincia, al recrudecerse los enfrentamientos sectarios, hubo 84 muertos. Un portavoz del IRA le ha hecho llegar al ministro encargado de los Astintos del Ulster un mensaje en el que le advierte que si contin¨²an los contactos entre los pol¨ªticos cat¨®licos y protestantes para hallar una f¨®rmula de entendimiento, la violencia no cesar¨¢.
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