Malestar en Portugal por las continuas liberaciones de "pides"

La liberaci¨®n de uno de los subdirectores de la PIDE (Polic¨ªa Internacional y de Defensa del Estado), Jos¨¦ Sachetti, pone una vez m¨¢s de actualidad este tema, y de rechazo, la existencia de ?poderes paralelos? en el actual Estado portugu¨¦s.Todos los partidos pol¨ªticos critican ?las liberaciones indiscriminadas? y el propio Mario Soares manifest¨® recientemente su preocupaci¨®n. La verdad, sin embargo, indica que s¨®lo quedan en prisi¨®n 15 miembros de la antigua polic¨ªa pol¨ªtica salazarista.

Dos a?os y medio despu¨¦s de la revoluci¨®n del clavel, todav¨ªa no ha sido juzgado ni un solo ?pide? y todo lleva a creer que, si las cosas contin¨²an as¨ª, hasta el propio Silva Pais (¨²ltimo director de la PIDE) ir¨¢ a su juicio en ?libertad provisional?.Poco despu¨¦s de la revoluci¨®n de abril de 1974, la mayor¨ªa de los miembros de la PIDE fueron detenidos y obligados a ocupar las celdas que anteriormente habitaban los presos pol¨ªticos, a quienes ellos persegu¨ªan y torturaban. Pero, poco a poco, de los 2.000 ?funcionarios? inicialmente detenidos pronto no quedar¨ªan m¨¢s de 1.000.

Durante 1974 y 1975 los ?funcionarios? sin responsabilidades directas en las torturas fueron libertados ?poco a poco?. Un grupo de ellos, 89 exactamente, decidi¨® no esperar tanto tiempo y se evadieron en el verano del a?o pasado de la c¨¢rcel de Alcoentre ?la c¨¢rcel m¨¢s moderna y m¨¢s segura de Europa? seg¨²n rezaba la propaganda oficial. Los evadidos se juntar¨ªan en Espa?a a otro grupo que consigui¨® escapar del pa¨ªs en los d¨ªas inmediatos a la ?revoluci¨®n de abril?.

Mientras tanto, casi una docena de consejeros de la revoluci¨®n se relevaban en la direcci¨®n de la ?comisi¨®n de extinci¨®n de la PlDE?, m¨¢s preocupados en evitar la fuga de documentos de los famosos archivos que en la realizaci¨®n de los juicios de los miembros de esta instituci¨®n represiva. Entre acusaciones y esc¨¢ndalos se fue pasando el tiempo y con el ?25 de noviembre? la ?liberaci¨®n? de los ?pides? se aceler¨® sustancialmente.

El director del vespertino socialista A Luta Ra¨²l Rego, que fue detenido numerosas veces por la PIDE, escribe casi todos los d¨ªas un editorial protestando por la liberaci¨®n indiscriminada de ?estos torturadores profesionales?. Ayer, con ocasi¨®n de la liberaci¨®n de Sachetti, que se realiz¨® el 22 de julio pero que s¨®lo ahora ha sido conocida, Rego escribi¨® un art¨ªculo que es, casi desesperado.

Dice al art¨ªculo, titulado ?Justicia?: ?S¨®lo falta que nos detengan o que nos registren de nuevo la casa?. Dice despu¨¦s Rego que ?la comisi¨®n de extinci¨®n no tiene conciencia de su misi¨®n porque no atiende las recomendaciones de la Asamblea de la Rep¨²blica, que recientemente llam¨® la atenci¨®n sobre el hecho y protest¨® en¨¦rgicamente?.

El capit¨¢n Sousa e Castro, delegado del Consejo de la Revoluci¨®n en la citada comisi¨®n y el general Ribeiro Faria, director de la misma, se defienden como pueden: afirmando sobre todo que ?se limitan a cumplir la legislaci¨®n vigente?.

Y Rego responde: ?Suelto Sachetti, que fue durante muchos a?os el alma de este siniestro antro, no vemos razones para que contin¨²en presos los que estaban a sus ¨®rdenes?.

En todo caso, el hecho vi ene a confirmar la existencia de ?diversos centros de poder?, perfectamente diferenciados y casi absolutamente aut¨®nomos, que act¨²an como entienden y, si m¨¢s tarde hay esc¨¢ndalos o problemas... se hace un ?relatorio? y en paz.

Al parecer el juicio de los ?pides? deber¨¢ celebrarse a partir de septiembre. Lo que no se sabe a¨²n es como ser¨¢n los juicios, Recientemente, la Asociaci¨®n de ex Presos Pol¨ªticos Antifascistas declar¨® que deber¨ªa realizarse un juicio a la PIDE corno un todo, ?como una organizaci¨®n de terrorismo fascista? y no a cada uno de los ?pides? individualmente.

Nadie cree, sin embargo, que dos a?os despu¨¦s de la revoluci¨®n, los ?pides? sean condenados severamente. Hay, al parecer, importantes fuerzas de derechas que pretenden un olvido del asunto porque... podr¨ªan salir a relucir detalles que no interesan.