Problemas econ¨®micos inaplables
120 mil millones de d¨®lares en deuda exterior (diez veces el presupuesto espa?ol para 1976), ingresos per c¨¢pita para un tercio de sus miembros de menos de 120 d¨®lares, hambrunas peri¨®dicas en una decena de pa¨ªses considerados como cuarto mundo de la pobreza y la miseria, erosi¨®n constante de los precios de las materias primas referidos a los productos industriales: he ah¨ª esquem¨¢ticamente el Tercer Mundo.Es en realidad el Tercer Mundo, sin gran preocupaci¨®n por las limitaciones que impone el cal¨ªficativo de no alineado, el que en Colombo, Sri Lanka, se esfuerza por lograr un punto de partida com¨²n para hacer frente a los pa¨ªses industrializados o ?ricos?. La refinanciaci¨®n de la deuda exterior, una moratoria para ella, la constituci¨®n de stocks de alimentos, y la estabilizaci¨®n de los precios de las materias primas que aspiran a relacionar a los precios de los productos industriales, son una parte del conjunto de problemas sobre los que tiene que pronunciarse la futura ?cumbre? que el d¨ªa 16 reunir¨¢ a unos 110 jefes de Estado.
Dejando al margen los aspectos pol¨ªticos de la ?cumbre? de Colombo, objeto de un tercer y ¨²ltimo art¨ªculo, son numerosas organizaciones de car¨¢cter internacional las que con sus trabajos han permitido que se perfilen las grandes l¨ªneas de los intereses comunes. En el Grupo de los 77 (hoy d¨ªa, 112 miembros), creado inicialmente por los 75 pa¨ªses de Africa, Asia y Am¨¦rica Latina, que en 1963 presentaron a la ONU una moci¨®n solicitando la convocatoria de una conferencia internacional sobre comercio, se han concretado la mayor¨ªa de las reivindicaciones hoy incluidas en la agenda del no alineamiento.
La ?Carta de Manila?, elaborada por el Grupo, y aprobada en la reuni¨®n celebrada en febrero de este a?o en Manila, proclam¨® la necesidad de eliminaci¨®n de las barreras aduaneras y los obst¨¢culos arancelarios para las exportaciones del Grupo, hacia los pa¨ªses ind ustri al izados; la necesidad de que los ?industriales? aumenten la ayuda p¨²blica al mundo subdesarrollado hasta llegar a dedicar a ella, para 1980, el 0,7 por 100 del Producto Nacional Bruto (PNB); la cancelaci¨®n de la deuda exterior para los m¨¢s pobres; elaboraci¨®n de un c¨®digo de conducta para las transferencias de tecnolog¨ªa, y refuerzo de los poderes de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (CNUCED).
A pesar del relativo poco ¨¦xito de la CNUCED-IV, de mayo pasado en Nairobi (Kenya), se acord¨® negociar antes de mayo de1977 la creaci¨®n del fondo com¨²n para financiar la creaci¨®n de stocks de diez materias primas, de especial inter¨¦s para los subdesarrollados, que habr¨ªan de servir de reguladores de los precios.
Los pa¨ªses ricos, divididos
En Nairobi, sin embargo, qued¨® patente la divisi¨®n del mundo industrial sobre la manera de enfrentar la negociaci¨®n con los subdesarrollados. Unos 20 pa¨ªses se mostraron dispuestos a contribuir a ese fondo estabilizador de los precios de las materias primas. Estados Unidos, Jap¨®n, y Alemania Federal, se declararon hostiles.
El problema es similar al surgido en la Conferencia Norte-Sur abierta el 16 de diciembre de 1975, en Par¨ªs. La Comunidad Econ¨®mica Europea consideraba necesario el di¨¢logo para la estructuraci¨®n de . relaciones econ¨®micas internacionales m¨¢s equilibradas y equitativas.
La convocatoria de esta Conferencia respond¨ªa a la moci¨®n aceptada en la VI Sesi¨®n Especial de la ONU, sobre el establecimiento de un nuevo orden econ¨®mico internacional, y que fue completada m¨¢s tarde por la ?Carta de los Derechos y Deberes econ¨®micos de los Estados?. A diferencia de los pa¨ªses subdesarrollados, que ped¨ªan la consideraci¨®n global de las materias primas en la discusi¨®n, Estados Unidos se preocupaba ante todo del petr¨®leo. ,
El petr¨®leo: un tema aparte
Los pa¨ªses que engloba la calificaci¨®n ?Sur? suman en conjunto 2.000 millones de seres. Sus ingresos previstos hasta 1980 aumentar¨¢n en s¨®lo un 1 por 100. Una de las grandes deficiencias de este conglomerado sali¨® en la conferencia a relucir: estos pa¨ªses gastan en armamento 300.000 millones de d¨®lares, es decir 75 d¨®lares per c¨¢pita, cuando muchos de ellos tienen ingresos inferiores a 70.
El -petr¨®leo, preocupaci¨®n esencial de los Estados Unidos, es otro tema importante que los no alineados han intentado desmitificar. Se acus¨® a la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores (OPEP) despu¨¦s de la guerra ¨¢rabe-israel¨ª de octubre de 1973 y a los aumentos de precios que la siguieron de haber causado m¨¢s perjuicios a los pa¨ªses subdesarrollados que los industriales. Acusada de constituir un verdadero ?cartel? petrolero, la OPEP se defiende y sostiene que en realidad la pol¨ªtica de aumento de precios fue decidida en 1971 por el presidente Nixon, con objeto de hacer rentable la b¨²squeda de fuentes energ¨¦ticas alternas, ante la previsi¨®n del agotamiento de los recursos petroleros.
Aunque despu¨¦s de octubre de 1973 los productores de petr¨®leo adquieren una mayor indepl¨¦ndencia de las grandes compa?¨ªas norteamericanas para fijar los precios, ¨¦stas contin¨²an controlando a¨²n hoy el 80 por 100 de la comercializaci¨®n. La insistencia de Estados Unidos en fijar un precio-techo al importe del barril (entre 7 y 9 d¨®lares), y la imposici¨®n de una gravamen de 3 d¨®lares al barril importado en Estados Unidos, confirma esta orientaci¨®n de la pol¨ªtica energ¨¦tica norteamericana.
Se le reprocha a los productores de petr¨®leo, en particular a los ¨¢rabes -algunos de los cuales co-mo la Uni¨®n de Emiratos Arabes, tienen un envidiable per c¨¢pita de 13.500 d¨®lares- que no inviertan sus excedentes financieros en proyectos de desarrollo en el Tercer Mundo. Estos responden no obstante que ellos dedican para ayuda al subdesarrollo el 3 por 100 de su PNB, mientras que Alemania Federal s¨®lo le consagra el 0,32 y Estados Unidos el 0,23 por 100.
El impulso argelino
La mayor¨ªa de las reivindicaciones econ¨®micas planteadas ante los no alineados en Colombo se han concretado bajo la inspiraci¨®n argelina. La cuarta ?cumbre? de los no-alineados de 1973 en Argel, marc¨® un nuevo hito para este grupo de pa¨ªses, con una marcada preferencia por las cuestiones econ¨®micas.
Organizado por Argel tuvo lugar en febrero de este a?o el Primer Congreso de Economistas del Tercer Mundo, que reuni¨® a m¨¢s de 300 especialistas. A pesar de los numerosos intentos de desestabilizar al Tercer Mundo, dec¨ªan en sus sesiones, no han logrado impedir el acuerdo logrado en. la ONU sobre el ?establecimiento de un nuevo orden econ¨®mico internacional" ni sobre la "Carta de los Derechos y Deberes econ¨®micos de los Estados?.
Los males del Tercer Mundo, concluyen, no es s¨®lo su pobreza, su enorme deuda exterior, los precios de las materias primas. Las multinacionales son atacadas. A Ir¨¢n, explican los economistas, Estados Unidos le vendi¨® dos cruceros por 256 millones de d¨®lares, es decir, el doble de lo que les cuestan a la US Navy; la india paga el kilogramo de vitamina C a 10 d¨®lares, mientras Gran Breta?a lo compra a 2,5 d¨®lares.
En el proyecto de declaraci¨®n ,elaborado por los ministros de
suntos Exteriores, que habr¨¢ de ser sometido a la aprobaci¨®n definitiva de los jefes de Estado, se reconoce la desaparici¨®n de la guerra fr¨ªa, la disminuci¨®n del :riesgo nuclear, la proximidad del final del colonialismo en el Africa Austral y el peso creciente del bloque tercermundista en la prornoci¨®n de un orden econ¨®mico,
Los no alineados se encuentran, sin embargo, en un momento clave de su existencia. La cohesi¨®n de un n¨²mero cada vez mayor de pa¨ªses con opciones pol¨ªticas dispares, las demandas de afiliaci¨®n formuladas por otros gobiernos, ya sean socialistas, como el caso de Rumania, o capitalistas, como Suecia, Filipinas y Suiza, admitidos en calidad de invitados, junto con Portugal, cuya participaci¨®n hab¨ªa quedado en suspenso desde el a?o pasado, le ha dado al no alineamiento unas proporciones que muchos temen se conviertan en paralizantes.
Dentro de unos d¨ªas, hombres tan dispares como Gadafi, Mobutu, Amin, Castro y los grandes jeques que controlan el petr¨®leo del golfo se encontrar¨¢n frente a frente en Colombo. ?Podr¨¢n entenderse, o prevalecer¨¢n las indudiables diferencias ideol¨®gicas que les separan? Sus decisiones pueden afectar a 2.000 millones de seres. Un d¨ªa tendr¨¢n que hablar tambi¨¦n de la parte de responsabilidad que determinadas actitudes personalistas tienden la situaci¨®n de subdesarrollo del Tercer Mundo, responsabilidad que, sin ser comparable a la de los pa¨ªses industriales, no deja de ser importante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.